sábado, 17 de abril de 2021

La prueba del 9 para saber si una reforma educativa es un nuevo paripé


                       INCOMPETENCIA DE RAZONAMIENTO MATEMÁTICO                   

 

Esta entrada se la dedicamos a los Maravall, Rubalcaba, Aguirre, Rajoy, Gabilondo, Wert, Méndez y Celaá, entre otros próceres políticos educativos ministeriales, porque la lista sería muy grande. Y no nos olvidamos de los Pascual, Pezzi, Martínez, Moreno, De la Calle, Alonso e Imbroda, verdaderas "luminarias" de la educación en Andalucía. Entre unos y otros "la mataron y ella solita se murió". ¡Menuda colección de piezas de museo! Después de 40 años, al menos, hemos aprendido a distinguir cuándo estamos ante la posibilidad de una verdadera reforma educativa y cuándo nos enfrentamos al enésimo paripé, a un nuevo engaño. Les ofrecemos la "prueba del 9" que lo demuestra.Veamos:

  1. ¿La reforma educativa nace como consecuencia de un Pacto de Estado asumido por la mayor parte de las fuerzas políticas parlamentarias? Si la respuesta es no, la reforma es un engaño partidista y/o electoralista. Tendrá fecha de caducidad y será inútil. Si la respuesta es sí, seguimos para bingo.
  2. ¿La reforma educativa cuenta, de verdad, con la participación de las comunidades escolares (profesorado, alumnado, familias...)? Si la respuesta es no, es una reforma "ilustrada", de "papel", no irá a ningún sitio y, por tanto, no merece la pena. Si la respuesta es sí, seguimos para bingo.
  3. ¿La reforma educativa aborda una nueva formación del profesorado no universitario? Si la respuesta es no, tiene los días contados porque no contará con uno de sus actores básicos y morirá a medio plazo. Si la respuesta es sí, seguimos para bingo.
  4. ¿La reforma educativa acaba con los privilegios de las universidades y promueve una formación de calidad en manos de profesorado con experiencia en los niveles no universitarios? Si la respuesta es no, la formación seguirá siendo deficiente y la reforma será un fracaso. Si la respuesta es sí, seguimos para bingo.
  5. ¿La reforma educativa promueve un amplio debate curricular alejado de los postulados enciclopédicos del s.XIX y XX? Si la respuesta es no, el "guión" será tan malo que la "película" será un tostón inútil y la reforma no servirá para nada. Si la respuesta es sí, seguimos para bingo.
  6. ¿La reforma educativa plantea una modificación esencial de los entornos escolares, tanto a nivel externo como interno, para adaptarlos a una Educación del s. XXI? Si la respuesta es no, nos están tomando el pelo. Si la respuesta es sí, seguimos para bingo.
  7. ¿La reforma educativa cuenta con una memoria informativa y presupuestaria que aborde la construcción y mejora de centros educativos a corto y medio plazo? Si la respuesta es no, nos ocultan lo esencial. Si la respuesta es sí, seguimos para bingo.
  8. ¿La reforma educativa cuenta con partidas prespuestarias específicas y transparentes para implantarla y sostenerla durante los próximos veinte años? Si la respuesta es no, se están quedando con nosotros. Todo lo anterior cuesta dinero y debe ser consignado y expuesto de manera clara a la sociedad. Si la respuesta es sí, seguimos para bingo.
  9. ¿La reforma educativa plantea una evaluación externa de la misma, con la participación de los sectores educativos y sociales, así como de equipos nacionales e internacionales especializados en evaluación educativa? Si la respuesta es no, nos quieren engañar otra vez ocultando información. Si la respuesta es sí, BINGOOOO!!! Por fin estamos ante un intento serio de afrontar una reforma educativa de verdad.

Si tienen la paciencia de pasar esta prueba del 9 a la nueva ley Celaá, observarán que no cumple ni uno solo de los criterios anteriores, por lo que solo podemos considerarla otra auténtica CHAPUZA.  CHA-PU-ZA. Por cierto, como lo fueron las siete leyes educativas anteriores: una colección de chapuzas confeccionadas por políticos chapuceros de derecha, centro e izquierda. Así que, lo único sensato que podemos hacer ante esta nueva ley Celaá, esta LOMLOE, es pasar de ella cuanto antes porque está condenada a su próxima derogación y a ser un instrumento inútil para la mejora de la educación de este país. Una pena. Otra oportunidad perdida y van...

Un poco de humor, para los que añoran la Feria-que-no-será, como la ley Celaá-que-tampoco-será. Que lo pasen bien con el Niño del Ukelele.


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