INCOMPETENCIA DE RAZONAMIENTO MATEMÁTICO
Abbott Elementary es una premiada serie de ficción (Disney +) sobre un colegio público de educación primaria situado en un barrio de Filadelfia de mayoría afroamericana. En tono de comedia blandita, tipo disney, va hilando la vida interna de su profesorado y su alumnado. Se deja ver, es agradable y positiva, no es una distopía deprimente, lo cual ya es un avance en estos tiempos de catástrofes cinematográficas a cual más agobiante y terrorífica. No, nada de muertos ni enfermedades, por el contrario, la serie rezuma una actitud positiva ante la vida y ante sus dificultades, lo cual no deja de ser también una lectura parcial de la realidad.
Traemos aquí esta serie porque de manera colateral nos ilustra sobre varias cuestiones que creemos interesantes. Aunque toda extrapolación de realidades -la norteamericana comparada con la nuestra- constituye un ejercicio arriesgado, y menos si viene de la mano de una serie de ficción, no nos resistimos a realizar algunos paralelismos.
1. Las maestras de la escuela Abbott -la mayoría del claustro son mujeres afroamericanas- luchan a diario por la falta de presupuesto y de recursos que el distrito escolar no les facilita y las hace trabajar siempre en precario. A veces, incluso de manera algo irregular, han de conseguir materiales por las vías más insospechadas -petición mediante vídeos en Tik-Tok o mediante suministradores anónimos poco honestos-. Parece que la falta de fondos públicos para la dotación adecuada de las escuelas y para pagar dignamente a los docentes no es un mal exclusivo de nuestro país, aunque ya saben aquello de "mal de muchos, consuelo de tontos". Lo que sorprende, no obstante, es que, a pesar de todo, sus aulas y escuelas están mucho mejor dotadas que las nuestras: disponen de comedor con cocineras -no de servicio de catering-, de enfermería atendida por una profesional sanitaria y de personal de mantenimiento del centro, no sólo de administrativos. Sus aulas están llenas de recursos didácticos y su edificio cuenta tanto con calefacción como con aire acondicionado en todas las dependencias del centro. ¡Y aún así se quejan de la falta de dinero! Si se pasaran por las nuestras dejarían de quejarse para siempre.
2. A pesar de que el sistema educativo norteamericano es muy descentralizado, tanto en programas como en gestión administrativa y económica- la organización de los centros no parece resentirse de lo que para nosotros -nuestro país- sería un "caos". La gestión económica y de personal no depende siquiera de cada Estado -mucho menos del gobierno federal- sino de los distritos escolares -un distrito agrupa a los centros de una misma zona-. Tampoco existe un currículo nacional, ni siquiera de cada Estado -aunque este puede proponer programas, iniciativas o asignaturas comunes- sino que será también cada distrito quien establezca la organización del currículo en su zona y contrate o despida a su personal. ¿Esto es mejor que lo nuestro? No estamos diciendo eso, pero lo que es evidente que lo nuestro tampoco puede decirse que sea mejor ni que obtenga mejores resultados. Al menos, el suyo es un sistema más flexible y ágil. El nuestro es rígido y pesado, cuesta movilizarlo y dinamizarlo. ¿Aprenden más los niños y niñas en nuestras escuelas que en las de ellos? Habría que aportar datos para eso y no los tenemos que sean fiables.
3. El colegio Abbott tiene también problemas con la directora del centro. Parece que en esto no nos diferenciamos mucho. La condición humana es lo que tiene, es transversal a distintas culturas y no siempre llegan a estos puestos los mejores, sino los que mejor se mueven en ambientes de intrigas y favores, no siempre para bien de la educación. No obstante, la imagen casi caricaturesca de la directora en la serie es una crítica más que divertida a la falta de profesionalidad y vocación de los muchos que ejercen esta función en los centros educativos. También en los nuestros, por desgracia.
En fin, Vds. sacarán muchos más paralelismos si se entretienen con esta amable serie sobre un colegio de primaria en Filadelfia y, de paso, echarán un rato agradable entre tantos zombis, asesinos en serie, criminales perversos y catástrofes como las que inundan nuestras pantallas, no sabemos si preparándonos el cuerpo para lo peor.
Aquí les dejamos con un trailer de la serie, por si no la conocen. Lamentamos no haberla enncontrado con subtítulos en español. Pero se trata de que vean el contexto ambiental y saquen sus conclusiones.
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