martes, 31 de mayo de 2022

La educación andaluza en vía muerta (y II): apuntes para una campaña electoral

 

                 INCOMPETENCIA DE AUTONOMÍA E INICIATIVA                 

Continuando con nuestra entrada anterior, a pesar de que hayamos perdido cualquier esperanza de que sirva para algo, visto lo visto, y visto lo que puede venir, no nos resistimos a terminar el análisis crítico de algunos de los problemas que aquejan a la educación andaluza de cara a las nuevas elecciones que se avecinan.

El currículo de la enseñanza no universitaria, desde infantil a Bachillerato, es un muerto viviente. Eso sí, parece que es un muerto que goza de una salud excelente porque ni PSOE ni PP son capaces de enterrarlo, ni en España ni en Andalucía. Por el contrario, suelen darle carnaza legislativa para que se mantenga en pie otros cuatro años más. El de la LOMLOE es tan infumable como lo era el de la LOMCE, o el de la LOE, o el de la LOCE, o el de la LOGSE. En fin, cierto es que en este tema, la responsabilidad principal recae ahora en el gobierno del Sr. Sánchez. Gracias al último juego de mesa que se inventan en la LOMLOE los resucitados psicólogos "walking dead", el Sr. César Coll (71 años) y la Sra. Elena Martín, responsables que fueron del desastre curricular de la LOGSE en 1990 -¡hace más de 30 años!- (Vean el vídeo que les insertamos más abajo), nos encontramos con otro pestiño curricular preñado de estupideces y nueva nomenclatura. Por cierto, desdiciéndose de lo que hicieron hace treinta años. Lo cual es una forma de reconocer que la cagaron con la LOGSE, aunque ahora los contratan para la LOMLOE. Por tanto, la Junta de Andalucía tiene un margen de maniobra corto para desfacer el entuerto pero, a la vista de lo que hizo el PP con el currículo de la LOCE y la LOMCE, estamos convencidos de que dicho margen de maniobra no vendrá a corregir los errores de bulto que contiene el Real Decreto de Enseñanzas Mínimas actual sino que lo empeorará. (Acudan a entradas anteriores para un análisis más pormenorizado)


                      

 

La (des) organización y burocratización de los centros educativos. Los respectivos Reglamentos de Organización y Funcionamiento que determinan la participación de los distintos sectores en el hecho educativo son una farragosa e indigesta macedonia de funciones, órganos, reuniones y normas que lo único que hacen en los colegios e institutos andaluces es entorpecer la representatividad, la eficacia y la coherencia de la acción educativa. Ni profesores, ni familias, ni alumnos están contentos con una estructura esencialmente burocrática, vacía de contenidos reales, de escasa autonomía y que no promueve la corresponsabilidad ni la participación de cada uno de ellos en el funcionamiento y mejora de los centros escolares. Hasta ahora, nadie ha puesto "pie en pared" ante tamaño dislate legislativo y funcional. Ya es un clásico, pero el vídeo de abajo resume bien el "espíritu" de esta bur(r)ocracia educativa y organizativa que nadie ha querido hasta ahora eliminar.


                          

 

La orientación educativa y vocacional sigue siendo en la mayor parte de los centros educativos una entelequia, un mero adorno decorativo, una importante función abocada al fracaso o a la inoperancia gracias a una legislación obsoleta o inexistente que ningunea la labor de los profesionales de la orientación, además de dejar en el abandono a los centros de educación infantil y primaria. Ahora que nuestros políticos se muestran muy preocupados por los problemas de salud mental infantil y juvenil que nos ha dejado la pandemia es cuando se acuerdan de la necesidad de estos profesionales. Si bien, esa es sólo una de sus funciones, además de ella están el asesoramiento educativo, el consejo vocacional o la dinamización de la atención a la diversidad en los centros, entre otras. La complejidad de su tarea es alta y han de trabajar tanto con alumnos como con profesores y familias. Abajo les insertamos un vídeo informativo muy genérico pero ilustrativo de la labor que debe realizar un profesional de la orientación escolar.

 

                         

 

Hasta aquí completamos, junto a la entrada anterior, una breve relación de problemas educativos andaluces que siguen sin respuesta después de décadas de democracia. ¿Servirán como tema de debate para la próxima campaña electoral andaluza? Mucho nos tememos que no. Pero, en fin, ahí quedó eso. Así son las campañas electorales en nuestro país, una sarta de mentiras y una sarta de silencios. Sigan votando.

 

                       

viernes, 27 de mayo de 2022

La educación andaluza en vía muerta (I): apuntes para un campaña electoral

 

                 INCOMPETENCIA DE AUTONOMÍA E INICIATIVA              

El PP -con Ciudadanos- lleva en Andalucía casi una legislatura en el poder después de las casi cuatro décadas que disfrutaron los "señoritos cortijeros" del PSOE. Cuatro décadas para olvidar -o no- después de tantas ilusiones perdidas y tanta incompetencia demostrada por los sucesivos consejeros y consejeras socialistas, a cual más inútil. De ahí que miremos con lupa lo que hace la actual Junta de Andalucía en materia educativa. Digamos, para empezar, que lo tenían "a güevo" -como diríamos en andalú- porque era bien difícil hacerlo peor pero, tras casi cuatro años en los sillones, pandemia por delante, la educación andaluza no presenta un pronóstico favorable. No vemos "brotes verdes" por ningún lado, si acaso, preocupantes tendencias que pasamos a analizar.

El nombramiento del Sr. Imbroda -dios lo tenga en su santa gloria- como consejero de educación no auguraba nada bueno. Esa práctica política ya habitual de poner en ese cargo a personas con un desconocimiento grande del sistema educativo andaluz y sin ninguna experiencia de gestión o prestigio en dicho campo es una de las peores lacras que sufrimos los ciudadanos, porque nada bueno ni útil puede salir de ahí. Suele ser un mal comienzo. Generalmente, los ignorantes y los mediocres suelen rodearse de equipos aún más ignorantes y mediocres por lo que, desde el inicio de su andadura política, no teníamos muchas expectativas de mejora. Y se han cumplido desgraciadamente para todos.

Si no hubiera sido por la cruel pandemia padecida, la inversión educativa en Andalucía no habría aumentado significativamente, pero la necesidad de contratar nuevos docentes para poder hacerle frente ha venido a lavarle la cara -y las estadísticas- a la Junta de Andalucía. Pero no todo son número de maestros y profesores -por cierto, ahora en claro descenso una vez pasados los peores momentos- para valorar la mejora o calidad de  nuestro sistema educativo. Lo más llamativo de estos cuatro últimos años es que ninguno de los graves problemas educativos, ninguno, de los que se venían arrastrando de la "era" socialista se ha resuelto o está en vías de solución. Más al contrario, algunos nuevos problemas vienen a ensombrecer los análisis -sin duda rimbombantes- que harán PP y Ciudadanos a la vista de la nueva campaña electoral en la que estamos inmersos. Se escudarán, sin duda, en que aún no han tenido tiempo para hacerlo -y, en parte, sólo en parte, tienen razón- pero las tendencias que marca esta primera legislatura no hacen presagiar nada bueno si se confirman en los próximos años. Veamos.

La FP sigue estancada, por mucho que la derecha alardee, como hacían también los socialistas, del número de nuevos ciclos formativos que se crean cada curso, a todas luces insuficientes para la demanda existente. Unos 40.000 aspirantes se quedan cada curso escolar sin poder acceder a plazas públicas de formación profesional debido a la escasez y mala distribución de la oferta. Simultáneamente, en estos cuatro años, ha crecido exponencialmente la oferta privada creando una brecha entre los que pueden pagársela y los que no. La "izquierda" socialista nunca hizo ningún esfuerzo por incrementar la oferta pública y, a la vez, estranguló a la privada, con lo que aún más estudiantes se quedaban fuera cada año. La derecha, sin embargo, ha optado claramente por la oferta privada, más flexible y más barata para las arcas públicas, pero más cara para la ciudadanía y peor distribuida -sólo en lugares donde puede ser rentable-. Si la tendencia continúa, la oferta pública de FP quedará obsoleta a corto plazo y la brecha económica y la desigualdad de oportunidades educativas seguirán aumentando.

Los centros educativos siguen en malas condiciones. A pesar de los reiterados y propagandísticos anuncios del nuevo Plan de Bioclimatización de los centros escolares, la mayoría sigue teniendo los mismos problemas de hace cuatro años. Cuando aprieta el calor, como recientemente, las aulas se convierten en calderas y los patios de recreo -eriales sin árboles ni sombra- en desiertos. Por otra parte, el llamado "chabolismo" escolar -alumnado escolarizado en aulas pre-fabricadas o "caracolas" debido a la falta de espacio de sus centros- sigue sin resolverse. Es más, las necesidades de desdoble provocadas por la pandemia aumentó la licitación de estos espacios "provisionales", por lo que seguimos sin saber cuántas de estas unidades aún están funcionando en Andalucía. De las 450 existentes hace dos años ¿cuántas permanecen aún? Tememos que sean las mismas o muchas más.

La burocracia educativa sigue sin resolverse. Es más, la aplicación apresurada y frívola de la nueva LOMLOE ha venido a aumentar aún más si cabe las labores administrativas inútiles que soportan desde hace décadas los docentes en Andalucía. En este sentido, la Consejería de Educación no ha dictado ninguna medida con el fin de reducirla al mínimo. La cantidad de tiempo y esfuerzo que genera la cumplimentación de "papeles" inútiles ordenados tanto por el gobierno del Estado como por el de la Junta hace que el profesorado se descentre de su labor esencial que no es otra que la educativa que ejerce con sus grupos de alumnos. Por otra parte, el programa Séneca es un verdadero desastre tanto para la gestión diaria de los docentes así como por su facilidad para ser jaqueado y ver comprometidos los datos confidenciales, sobre todo del alumnado y sus familias. Lejos de reducirse, la "intensificación" del puesto laboral del profesorado no parece tener fin en Andalucía.

Continuará...

En campaña electoral a nuestros políticos les vendría bien la "ruleta de las excusas" que nos presenta el vídeo de José Mota a continuación: "no hemos tenido tiempo aún", "partíamos de una situación muy mala", "la pandemia nos lo ha impedido", "los de enfrente lo harían peor", "nadie pudo prevenir la crisis", etc. Nunca son capaces de autocrítica sincera, son maestros de la autoexculpación y la autoindulgencia y el "y tú más". Y mientras no los echemos -como hace la señora del vídeo- seguirán quedándose con nosotros. Al final, somos nosotros los culpables. Deberíamos ser más inflexibles con los mentirosos, los incompetentes y los caraduras. Como mínimo no votarles más si lo hicimos alguna vez. No se les olvide.


                       

domingo, 22 de mayo de 2022

La poca altura de la Alta Inspección de Educación

 

              INCOMPETENCIA DE AUTONOMÍA E INICIATIVA              

Que un alto inspector manda menos que un conserje de una guardería infantil es cosa sabida. Y no es una cosa de ahora, así ha sido siempre. En la "arquitectura" autonómica del Estado español la Alta Inspección de Educación nunca ha servido sino como "refugio" para colocar -eso sí, por turnos- a los agraciados con la lotería de cada partido. Lejos de conformar un cuerpo técnico, profesional y prestigiado, los partidos políticos en el poder la han vaciado a lo largo de estas décadas de aquellas "altas" funciones que tiene asignadas por ley orgánica ejerciendo un nepotismo vergonzante para cubrir sus puestos. En otro acto hipócrita más de la política educativa española, nuestros próceres se han pasado por el arco del triunfo al poder legislativo y desde el minuto 1 abandonaron las responsabilidades de supervisión que requiere un sistema educativo descentralizado como el nuestro.

La Alta Inspección de Educación es, pues, la prueba del algodón de que nunca se pensó en un sistema educativo articulado y responsable sino en quince sistemitas educativos autonómicos campando por sus respetos. Creyendo que así contentarían a los díscolos catalanes y vascos, entre otros, lo que han conseguido es justo lo contrario. Cualquier docente se lo podría haber avisado hace años: a los alumnos díscolos no se les sujeta ni ayuda suprimiendo las medidas de control, sino reforzándolas. Por otra parte, lo que dicta la teoría de que a mayor descentralización de las decisiones se requiere mayor capacidad de supervisión de las mismas, lo ignoraron estúpidamente. No sabemos si por ignorancia o por frivolidad o por una mezcla de ambas. Y aquí nos encontramos después de tantos años.

Ahora, a la vista del desastre producido -mitologías curriculares, estupideces autonómicas, localismos idiotas, políticos iluminados, divergencias intolerables entre CCAA, quintacolumnistas contra el Estado, etc, etc...- unos defienden que hay que retirar las competencias educativas a las CCAA para recentralizarlas en el Estado, mientras otros proponen recrear la Alta Inspección de Educación para que pueda asumir sus funciones profesionalizándola y alejándola de los vaivenes políticos. Pero unos y otros esconden sus propias "vergüenzas". Veamos.

Es comprensible que muchos consideren como solución a un sistema educativo descontrolado volver a uno centralizado -no se trata de volver al del franquismo, como parecen desear algunos, sino a sistemas prestigiados como el francés, el portugués o el italiano, por no ir muy lejos-. Pero no hay que olvidar que, desde 1978, España es un estado descentralizado -más parecido al alemán que al inglés o al de EEUU- y la Constitución así lo refrenda, lo que sería difícil de revertir en las condiciones actuales. Además, la descentralización educativa adoptada -y generalizada poco a poco desde entonces- no es en sí misma un error; muchos países, sobre todo en el ámbito anglosajón, la "disfrutan" sin problemas serios. Lo que ha sido un error es la dejación que han hecho nuestros políticos para llevarla a cabo con seriedad. Por tanto, lo que se requiere es recuperar un sistema de supervisión, control y coordinación sólido y estable entre CCAA y Estado, esto es, ajeno a los bandazos políticos, al nepotismo, a la mitología y a la frivolidad.

También es comprensible que asociaciones de inspectores -como la USIE- denuncien la utilización política y torticera de la Alta Inspección con la intención de profesionalizarla y dignificarla. Aunque, eso sí, sus propuestas parece que pasan por "promocionar" a los inspectores que ya ejercen su labor en cada comunidad autónoma a tan alta función educativa. Consideramos, sin embargo, que no resulta una buena solución. Los cuerpos de inspectores de las CCAA han sido conformados con respecto al mismo sesgo político de los partidos que gobiernan en ellas -y no pensamos sólo en catalanes y vascos. Queremos decir, más claro, que durante todos estos años las CCAA se han ido dotando de inspectores de educación mediante un sistema de "selección" que deja mucho que desear, desprofesionalizándolos a su antojo para asimilarlos, en muchos casos, no todos es verdad, y no de la misma forma o intensidad en según qué comunidades autónomas, a una especie de "comisarios políticos" prestos a "llevar mensajes y consignas" de cada bandería política a los centros docentes. Entendemos, pues, que de cuerpos de inspectores desprofesionalizados difícilmente podría salir, por promoción interna, una Alta Inspección de Educación profesionalizada. Sería un verdadero milagro de la reproducción humana.

En resumidas cuentas, nuestra opinión, nuestra propuesta, no pasaría por acabar con el sistema educativo descentralizado que tenemos ahora para "recentralizar" la educación -lo que resultaría por otra parte muy oneroso- sino en hacer ahora lo que no se quiso hacer entonces, esto es, crear un verdadero cuerpo de altos inspectores de educación del Estado, profesionalizado, dignificado y dotado de recursos adecuados al efecto, tanto humanos y presupuestarios como legales y ejecutivos, capaz de intervenir en cualquier comunidad autónoma que vulnere, sobrepase o ejerza equivocadamente sus competencias en materia educativa. Salvando las distancias, algo así como actúa el FBI estadounidense pero en versión educativa, no policial. Y ese nuevo cuerpo de altos inspectores sólo puede crearse con los -y las- "mejores" docentes, sí docentes, no vale primar en exclusiva otras procedencias de la administración del Estado (porque tenemos que estar de acuerdo en que los "mejores" no forman parte necesariamente de los cuerpos de inspectores actuales, en muchas ocasiones, lamentablemente, se ha seleccionado a los peores o a los más obedientes). Y eso sólo podría hacerse -y no habría que cambiar ninguna ley, sólo desarrollar las que hay- a través de una rigurosa selección de altos funcionarios del Estado mediante un sistema público y transparente que garantice la independencia, el mérito y la capacidad de aquellos interesados en ejercer dicho perfil profesional.

¿Que para esto se tendrían que poner de acuerdo los partidos políticos?, claro, qué duda cabe. Y aquí tropezamos de nuevo con la frivolidad e incompetencia que nos asuela, pero creemos que es el camino más sensato, si es que la sensatez sirve ya de algo en este país.

Como saben, en este blog no "comulgamos" con ningún credo político ni religioso. En realidad, no nos gustan los credos sino la realidad, los datos y los hechos. Así que, sin que sirva de precedente les dejamos con una breve intervención de Albert Rivera, ex de Ciudadanos, porque en ella realiza una exposición clara, si bien para algunos será sesgada, de lo que ha ocurrido con la Alta Inspección de Educación en nuestro país. Es una intervención parlamentaria de 2017, y qué lejos nos parece ya. Y es que vamos como locos a ningún sitio.


                      

jueves, 19 de mayo de 2022

Historias Incompetentes (y IV): la consejera impotente

 

              INCOMPETENCIA DE COMUNICACIÓN LINGÜÍSTICA             

 Basado en hechos reales

Contexto: Reunión "secreta" de "notables" y "expertos" con el equipo de dirección de la Consejería de Educación de Andalucía en el salón de un hotel. Asisten profesores de universidad, directores de centros, representantes sindicales, técnicos de la consejería, delegados provinciales, inspectores, profesores, jefes de servicio, directores generales, viceconsejero y consejera. Se proponen y debaten medidas para mejorar el sistema educativo andaluz.

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Profesor de universidad (PU): La medida clave para mejorar la educación andaluza es, sin lugar a dudas, la formación de su profesorado. En la actualidad es una formación mediocre, incompleta y muy deficitaria. Con ese bagaje profesional no se pueden implementar medidas, ya sean curriculares u organizativas, que puedan ser efectivas porque siempre toparán con un muro infranqueable.

Viceconsejero (VIC): Ya estamos pensando en eso y vamos a poner en marcha un sistema para mejorar las prácticas de aquellos profesores que han aprobado las oposiciones docentes.

PU: Considero que esa medida será poco efectiva. Es la formación inicial que se imparte en las universidades la clave que hemos de tener en cuenta. Una mala formación inicial no puede ser sustituida ni por la formación permanente (CEP), ni por las prácticas de los opositores, ni por ningún postgrado al uso.

Consejera (C): En todo caso, yo no puedo intervenir en ese tema porque no tengo las competencias de las enseñanzas universitarias, sólo de las no-universitarias. La enseñanza universitaria compete a otra consejería, así que no podemos hacer nada.

Profesora de Secundaria (PSEC):  Consejera, como profesora de a pie no puedo entender que la consejería se declare impotente en un tema tan importante. Usted forma parte del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía, es allí donde tiene que hacer valer sus propuestas, defenderlas y sacarlas adelante.

C: ¡No te tolero que me digas cómo tengo que trabajar! Yo me responsabilizo de lo que me compete pero en este caso no me compete.

PSEC: Consejera, con el debido respeto, ¿crees que una persona preocupada por la educación en Andalucía puede hacer esas diferencias? ¿No puedes ser interlocutora con el compañero que dirige la consejería que rige las enseñanzas universitarias para realizar acciones conjuntas?

C: ¡No, no puedo! No es tan fácil. Así que, lo siento, pero no hay más nada que hablar sobre este tema.


Final: Efectivamente, después de estas reuniones, la consejería de Educación no mejoró ni un ápice la formación inicial del profesorado. Tampoco mejoró las prácticas docentes de los aprobados en las oposiciones, que siguen hoy siendo un trámite burocrático sin más. Ni el CAP anterior ni el MAES actual de Secundaria han servido tampoco para nada, sólo para hacer perder el tiempo al personal. La primera -y única- Ley de Educación de Andalucía (LEA, 2007) no sirvió, pues, para mejorar absolutamente nada: ni currículo, ni formación, ni profesorado, ni centros. Otra iniciativa que acabó en la basura. Aunque la ley sí se publicó en el BOJA previa colección de fotos de la consejera posando con sindicatos, asociaciones de profesores, directores de centros, parlamento, etc... Quizás, sólo era eso lo que pretendía, pero su mandato expiró y se perdió en el olvido, como tantos otros consejeros.

lunes, 16 de mayo de 2022

Historias Incompetentes (III): la abuelita

 

              INCOMPETENCIA DE CONOCIMIENTO DEL MEDIO              

 Basado en hechos reales

Contexto: reunión de la Comisión Regional para la Convivencia. Sala de reuniones de la Consejería de Educación de Andalucía. Asisten responsables provinciales, sindicatos, inspección, asociaciones de alumnos, jefes de servicio, director general, viceconsejera y consejera de educación. Se presenta Informe anual sobre la Convivencia en Andalucía.

A continuación, resumimos una parte del turno de las intervenciones de los asistentes aún despiertos, una vez acabado el soporífero power-point (de una hora de duración) plagado de datos y gráficas que ha presentado un responsable de la consejería.


Representante sindicato: Sra. consejera, los datos que han ofrecido en el Informe no corresponden a la realidad. Los problemas de convivencia en los centros educativos son mucho mayores, en cantidad y gravedad, que los que han presentado en el documento.

Representante de alumnos: esos datos están falseados, no corresponden a la realidad sino a la que Vds. quieren presentar para vender que no existen problemas de convivencia en Andalucía.

Representante de la consejería: bueno, esos datos corresponden a lo que los centros educativos incluyen como faltas de convivencia en el programa Séneca y nos han sido remitidos por cada una de nuestras delegaciones provinciales.

Otro representante sindical: claro, pero Vds. saben bien que cuando un centro introduce todas las incidencias leves y graves de convivencia que sufren se le manda un inspector para ver qué está pasando y mete al centro en un mar de papeleo, reuniones y elaboración de informes que no sirven más que para dar más trabajo, marear al equipo directivo y no resolver ningún problema de convivencia. Con ello, Vds. mismos les están diciendo a los centros que se limiten a la hora de reseñar los problemas de disciplina y convivencia que tienen.

Representante director de centro: hablemos claro, señora consejera, la consejería no está haciendo nada efectivo para afrontar los graves problemas de convivencia que tenemos en los centros. Son los equipos directivos los que tenemos que lidiar en solitario con ellos sin ningún tipo de apoyo por parte de la delegación provincial. Las agresiones a profesores por parte de alumnos o familias, el acoso escolar, la violencia entre iguales, son el pan de cada día para un centro educativo. Y son cada vez más frecuentes. El informe que presentan no refleja en absoluto lo que ocurre en la vida diaria de un colegio o de un instituto. 

Toma la palabra la consejera de Educación:

Consejera de educación: bueno, revisaremos el informe, pero tengo que decir que desde que llevo a mis nietos al colegio, ahora que soy consejera y tengo más tiempo, me he dado cuenta de lo bien que funcionan los centros educativos en Andalucía. De verdad, no los conocía bien, pero desde luego son una maravilla y les felicito por ello. Gracias por asistir.

 

Final: la Comisión Regional para la Convievencia no volvió a reunirse para presentar ningún informe. Los centros siguieron teniendo los mismos problemas o más desde que la consejería lanzó el Plan para la Mejora de la Convivencia en los centros educativos andaluces. Desde el minuto uno, los centros supieron que el Plan consistió en implantar un sistema de comisiones -en cada centro, por localidad y provinciales- vacías de contenido y sin capacidad para tomar medidas eficaces. Los equipos directivos aprendieron a "sobrevivir" y, ya que nadie les ofrecía una solución al problema, al menos se protegieron para que nadie les mareara con supervisión y elaboración de informes. Lo mejor era ocultar el problema en el Séneca. Y la consejería encantada porque cada vez existían menos problemas de convivencia en Andalucía. Un éxito.


viernes, 13 de mayo de 2022

Historias Incompetentes (II): el jardinero del Vice.

 

                INCOMPETENCIA SOCIAL, CIUDADANA Y DE AUTONOMÍA                  

Basado en hechos reales

Contexto: Sala de reuniones de la Consejería de Educación de Andalucía. Reunión de responsables de elaboración de las propuestas curriculares para la ESO con el Director General de Ordenación Educativa y sus Jefes de Servicio. Se debate la distribución horaria de las materias de la ESO.

Coordinador currículo ESO (CCE): El horario que hemos pensado para la etapa es el que se os ha distribuido al inicio de la reunión. Como veis se han suprimido las materias de refuerzo de Lengua y Matemáticas en el primer ciclo de la etapa y sus horas asignadas se han redistribuido entre las materias artísticas, Música y Educación Plástica, que desde ahora tendrán más presencia en dicho ciclo.

Director General (DG): Me parece acertado, tenemos datos de que durante estos años pasados la ampliación del horario de Lengua y Matemáticas junto con sus materias de refuerzo no han dado los frutos perseguidos y, por contra, han aparecido problemas incomprensibles como que un alumno apruebe la Lengua o las Matemáticas y suspenda sus refuerzos correspondientes al ser impartidas las materias por profesorado distinto con criterios distintos.

CCE: Además, en los últimos años se ha venido insistiendo en la ampliación del horario de las "instrumentales" (Lengua, Matemáticas, Idioma) como la solución al fracaso escolar, cuando es evidente que no ha funcionado: más malo de lo mismo sigue siendo igual de malo o peor. El "fracaso" no es un problema de cantidad de horas sino de calidad de la enseñanza que se imparte. Por ese camino, el currículo se convertirá en un currículo "instrumental" condenando al resto de materias, las artísticas, por ejemplo, a ser meramente decorativas. Si lo que se persigue en la ESO es una educación equilibrada de la persona no podemos seguir cayendo en el mismo error.

DG: Completamente de acuerdo. Llevaré esta propuesta a la reunión con el Viceconsejero. Nos vemos dentro de un mes.

Pasa un mes. Sala de reuniones de la Consejería de Educación.

DG: Tengo que comunicaros que la propuesta de horario de la ESO ha sido rechazada.

CCE: ¿Con qué motivo?

DG: Un asesor del Vice considera que no podemos quitar la materias de refuerzo de Lengua y Matemáticas.

CCE: ¿Por?

DG: Por lo visto, tiene un jardinero que va a su chalet y le ha preguntado que cómo le va a su hijo en esas materias, y le ha contestado que muy bien, que son casi las únicas asignaturas que aprueba, así que considera que no las podemos quitar. Ha convencido al Vice y a la consejera para mantenerlas.

CCE: ¿Con ese argumento? ¿No dio más razones? ¿Alguna explicación, quizás? ¿No ha visto los datos que tenemos?

DG: No. El jardinero lo convenció, por lo visto. Eso es lo que hay. No podemos hacer nada. Así que no modificaremos el horario.

CCE: No me lo puedo creer.


Final: La ESO continuó con el mismo horario con escasos retoques. Las materias artísticas siguieron siendo ignoradas, así como la Educación Física y las Ciencias. Se aumentaron, de nuevo, las horas de las "instrumentales". Pasados los años, el fracaso académico -así como los malos resultados PISA- continuaron en los mismos pésimos porcentajes que ya existían a pesar de que más del 50% del horario semanal del alumnado andaluz estaba dedicado a machacar un currículo "instrumental". "Si no quieres caldo, toma dos tazas". El equipo de coordinación y elaboración curricular se disolvió. El Director General abandonó la consejería a los dos meses. Las nuevas propuestas se guardaron en un cajón de Torretriana. Nadie las dio a conocer.

miércoles, 11 de mayo de 2022

Historias incompetentes (I): la profe de inglés.

 

INCOMPETENCIA DE COMUNICACIÓN LINGÜÍSTICA-PLURILINGÜE

Basado en hechos reales

Contexto: Instituto de Educación Secundaria. Conversación de profesora de inglés de 2º de la ESO con el orientador del centro. Despacho del Departamento de Orientación. A petición de la profesora.

Profe de inglés (PI): ¿Por qué me habéis metido a Rosalía (nombre figurado) en mi clase de inglés?

Orientador (O): Yo no te he metido a nadie. Las listas las elabora la Jefatura de Estudios y esa chica pertenece a ese grupo.

PI: Pues a mi me han dicho que has sido tú quien la ha metido ahí porque esa chica deberia estar en la clase de educación especial. No sé si lo sabes pero Rosalía es esa chica mongólica, ya sabes...

O: Con Síndrome de Down.

PI: ¿Qué? 

O: Que no es de Mongolia. Padece desde su nacimiento una alteración genética llamada así.

PI: Sí ya, qué más da. Lo que quiero decir es que si la dejáis ahí yo no pienso darle clase de inglés. 

O: ¿Por qué?

PI: Pero, vamos a ver, ¿esa niña para qué quiere saber inglés?, la pobrecita. Yo no puedo perder el tiempo con ella, no se entera de nada. ¿Qué quieres, que abandone a los demás y me ponga con ella? No tiene sentido. Además, yo no estoy preparada para eso, ni saqué las oposiciones para eso. Que se hubiera quedado en Primaria.

O: ¿Eso es lo que tenemos que decirle a sus padres? ¿Que la mantengan en Primaria aunque tenga catorce años? ¿y hasta que cumpla los 18? ¿Que no puedes perder el tiempo con ella? Pero, ¿tú te estás oyendo?

PI: Me da igual. Que se la lleven los padres del centro y le enseñen una profesión, a limpiar, yo qué sé. No es mi problema.

O: Pues, siento decirte que Rosalía ES tu problema. Rosalía es alumna tuya y ES tu responsabilidad enseñarle inglés. Puedo comprender que no sepas qué hacer con ella, pero puedo ayudarte a encontrar materiales y recursos para hacerlo si tú...

PI: No pienso hacer nada de eso, que lo sepas. 

O: Enterado, pero no me parece que actúes correctamente...

PI: Corta, no me interesa para nada tu opinión.

O: Bien, entonces te informo que debes comunicárselo al tutor del grupo y a la Jefatura de Estudios. Te diré una cosa: Rosalía es una niña con muchas posibilidades educativas y muchas habilidades. Es importante que se integre con su grupo, que no se sienta marginada, debes saber que es muy sensible, sobre todo ante el rechazo o el desprecio y le encanta aprender cosas nuevas y establecer relaciones con otras personas. Es un encanto de chica, deberías conocerla mejor antes de tomar una decisión.

PI: Esto no es una ONG, ni Cáritas, ni un club para pasar el tiempo, es un centro de enseñanza. Si no va a hablar inglés en su vida ¿para qué me voy a esforzar yo en enseñarle nada? 

O: ¿De verdad crees que tu única función como docente aquí es enseñar inglés? ¿Educar no es algo más que eso? ¿La quitamos también del resto de materias, de matemáticas porque no va a ser matemática, de ciencias porque no va a ser bióloga, de educación física porque es un poco torpe al correr? ¿De verdad me estás diciendo que Rosalía no puede aprender NADA de inglés con tu ayuda?

PI: Mira, yo no tengo más nada que hablar contigo. No sé para que me he molestado siquiera en venir aquí. Que sepas que esa niña la quiero fuera de mi clase cuanto antes.

O: Una última pregunta tan sólo, ¿si Rosalía fuera tu hija o tu sobrina me estarías diciendo lo mismo?, ¿te parecería justo? Yo creo que no, así que, por lo que a mi  respecta, Rosalía se quedará en esa clase y tú le enseñarás inglés. Yo puedo ayudarte, si quieres. Si no, se lo tendrás que comunicar al tutor del grupo, a la familia de la alumna y a la Jefatura de Estudios. Incluso es posible que el inspector te pregunte por la adaptación curricular que debes desarrollar con ella.

Una mirada de odio y un sonoro portazo acabó la conversación.

Final: Rosalía permaneció en su clase todo el curso. La profesora de inglés, a regañadientes, se puso a buscar recursos metodológicos para trabajar con ella. Tan sólo dos años después, esa profesora, ya como Jefe de su Departamento, tenía a disposición de cualquier docente de inglés una batería de recursos metodológicos y textos para atender a chicas como Rosalía e incluso con mayores dificultades de aprendizaje. Jamás volvió a plantear ningún problema para atender a alumnado con necesidades específicas. Diez años después de aquella conversación una de sus hijas sufrió trastornos alimentarios graves y hubo que flexibilizarle la escolarización y la adaptación del currículo.


domingo, 8 de mayo de 2022

¿Cuándo se jodió todo?

 

                    INCOMPETENCIA SOCIAL Y CIUDADANA                    

¿Cuándo se nos jodió todo esto? ¿En qué momento nos metieron en un callejón sin salida? ¿Cuándo se evaporaron los sueños de conseguir una educación de calidad en nuestro país? Seguramente, como ocurre con muchos de los acontecimientos importantes que marcan nuestras vidas, no nos dimos cuenta, ni tampoco pudimos adivinar sus graves consecuencias mientras aún estábamos a tiempo de evitarlas. Es difícil marcar una línea clara de la historia, un minuto clave, una metedura de pata crucial donde se empezó a torcer todo. Porque, en ocasiones, suelen ser detalles nimios los que marcan un punto de inflexión o, peor, uno de no retorno. Los errores en política educativa han sido numerosos a lo largo de estas cuatro décadas, es difícil elegir alguno como esencial. Pero si queremos determinar el momento en que se jodió todo esto, si bien muchos culparían a la LOGSE (1990) del PSOE como el punto de inicio, somos de la opinión de que el desastre se fraguó cinco años antes, en 1985, con la promulgación de la primera ley orgánica educativa socialista, la LODE -Ley Orgánica del Derecho a la Educación-. Para muchos, una ley que pasa desapercibida y que no suele ser criticada, pero para nosotros fue la ley que señaló el callejón sin salida en el que hoy nos encontramos.

Seguramente, las sucesivas mayorías absolutas obtenidas por el PSOE de Felipe González a partir de 1982 tuvieron mucho que ver con la "patrimonialización" de la Educación que hizo -como con tantas otras cosas- el nuevo partido gobernante. En vez de propiciar amplios consensos, el PSOE se emborrachó de poder tras el fallido intento de golpe de estado de 1981 y, justo al contrario del lema que presidió su campaña electoral, aquello de "por el cambio" que haría que a España no la conocería ni la madre que la parió -expresión muy andaluza, como lo era el grupo de socialistas de la "tortilla" que se encaramó a la pomada a partir de entonces-, quisieron entender de todo cuando eran unos recién llegados que no volvían de ningún sitio interesante y, en vez de promover un debate serio y con futuro para cambiar España, el PSOE se dedicó a una labor de maquillaje -socialdemocracia lo llamaron- que, en esencia, no rompió con el pasado franquista sino que repitió los mismos errores del sistema educativo anterior.

Efectivamente, cambiaron las apariencias -la estructura y organización del sistema- pero el programa educativo continuó siendo en puridad el mismo de la Ley General  Educación de 1970, -última ley educativa franquista- aquella que instauró la EGB y el BUP. Se emborracharon de poder y perdieron el norte, olvidaron su responsabilidad histórica -primera vez que la izquierda se instalaba en el gobierno desde la II República- y nos vendieron a todos una moto averiada gracias a una política trufada de prepotencia, vanidad e ignorancia. Algo parecido a lo que ha sucedido con Podemos y Pedro Sánchez, en menos años, eso sí. Está claro que la inteligencia mengua con las generaciones.

Porque la LODE -el PSOE- renunció, ya en 1985, a la configuración de un sistema educativo moderno, laico, público y de calidad. Desarrollando, supuestamente, el artº 27 de la Constitución de 1978, mantuvo la política de conciertos educativos con la enseñanza privada -mayoritariamente religiosa-, mantuvo el Concordato con el Vaticano y no blindó la inversión en el sistema educativo público, entre otras muchas cuentas pendientes (formación profesorado, editoriales de libros de texto, jerarquización de los centros docentes, anulación de los claustros, etc.). No sabemos bien a cambio de qué, además de mantenerse en el poder, pero puso en envidencia que los "jóvenes" gobernantes no creían en la educación pública; bien por ignorancia, cobardía política o complicidad con los poderes fácticos heredados de la dictadura, no apostaron por acabar con el sistema educativo franquista sino por una tibia actualización consistente en medidas meramente decorativas, tecnocráticas en su peor sentido. En esta, su primera ley educativa, los socialistas siguieron al dedillo la célebre sentencia de Lampedusa: cambia algo para que todo siga igual. Verdaderamente, nunca unas mayorías absolutas sirvieron para tan poco a la hora de acometer una modernización de la educación en nuestro país. Y se jodió el futuro porque se perdió el rumbo.

Paradójicamente, la derecha política y los restos de la herencia envenenada del franquismo nunca agradecieron al PSOE el trabajo sucio realizado, sino que, para colmo, se sintieron ofendiditos y aceptaron el tonto envite que les vendieron los socialistas de que la educación, por fin, era patrimonio suyo, de la "izquierda", del PSOE para ser precisos. Pero ¿qué izquierda era, es, el PSOE? ¡Virgen Santa! Si le habían hecho el juego a los sectores más inmovilistas y rancios -iglesia católica incluida- al silenciar el clamor de los sectores educativos más renovadores y controlar a los sindicatos y movimientos pedagógicos para que no se echaran a la calle, cosa que le hubiera costado un enorme esfuerzo conseguir a la derecha en aquellos primeros años de la década de los 80. (Por cierto, un trabajito que repitieron, también con éxito, con la reconversión industrial y con la entrada en la OTAN). 

De este modo, gracias a la LODE, se mantuvo el circuito de la enseñanza privada concertada, esto es, financiada con fondos públicos (una antigualla que no existía ni siquiera entonces en los países de nuestro entorno), se mantuvieron los privilegios de la iglesia católica y de la enseñanza religiosa incluso en los centros públicos y en el currículo, y no se blindó ni se mantuvo un nivel de inversión educativa acorde con los desafíos a los que se enfrentaba un sistema educativo público obsoleto, mal dotado, con deficiencias estructurales en edificaciones, equipamientos y profesorado, entre otras tantas cosas. En fin, la LODE socialista de 1985 fue la primera ley educativa de la democracia en la que se enterraron las ilusiones largamente esperadas tras la dictadura. Nos encaminábamos sin saberlo a un pimpampum estéril donde la "izquierda" se "apoderó" de la educación..., sí, pero para hacerle el juego a la derecha. Una torpeza política difícil de superar. ¡Bien por el PSOE y por Felipe González, al que algunos echan de menos a la vista del desastre Sánchez!

Los optimistas suelen comparar entre lo que era el sistema educativo de entonces y lo que es hoy y se ufanan de lo que hemos avanzado (?), pero los pesimistas comparamos lo que era el sistema educativo de entonces y lo que pudo haber sido hoy si se hubieran tomado las decisiones adecuadas. Sí, como decimos muchas veces, quizás lo que hacemos aquí sea sólo un ejercicio de melancolía, pero cuando llevamos años estrellados en un callejón sin salida, en un día de la marmota eterno, rodeados de incompetentes e incapaces, sólo queda volver la vista atrás para andar el camino que debimos haber tomado hace décadas y recuperar, así, la ilusión y las ganas de mejorar la educación en nuestro país. No hay otro camino.

Y para nostalgia de lo que pudo ser, abajo les dejamos el vídeo de la "victoria" de la izquierda, del PSOE, en 1982. Pocos podían pensar entonces lo evanescentes que serían las ilusiones puestas en ella.