lunes, 31 de enero de 2022

El consejero de educación hiperventila

 

                INCOMPETENCIA DE COMUNICACIÓN LINGÜÍSTICA               

El consejero de educación andaluz, el Sr. Imbroda, ha realizado la semana pasada un balance de los tres años que lleva al frente de dicha consejería. En su alocución, sólo faltó que, al finalizar, se diera besos a sí mismo en público -suponemos que en privado no tendrá reparos- por lo bien que lo había hecho y lo que sabía de la Formación Profesional que nadie sabía; vamos, que nadie sabía que lo supiera. Suponemos que todo fue fruto de una hiperventilación incontrolada. Ya, desde el comienzo de la misma, resultó sumamente notable que repitiera varias veces que su consejería no ha dejado ningún niño atrás. Una afirmación que sólo podríamos comprender si el Sr. Imbroda, impedido por un collarín, nunca hubiera girado la cabeza y mirado a su espalda. Porque, en esta pandemia, e incluso mucho antes, no es que la consejería de educación andaluza haya dejado algún niño atrás, es que ha dejado, cada curso escolar, a MILES de niños y jóvenes abandonados a su suerte (denle un rápido vistazo a las entradas de este blog y verán que no exageramos)

Como decíamos en una entrada anterior, este tipo de discurso es una de las consecuencias de vivir en una realidad paralela, -más propia de programas como Cuarto Milenio de Iker Jiménez-, esto es, la que impone concebir la política -en minúsculas- como mera propaganda barata o como universo compuesto de alucinaciones y psicofonías. Mundos para-lelos a los que, por cierto, parece haberle cogido gusto el Sr. Imbroda. Como si la ciudadanía andaluza fuera menor de edad o iletrada o ambas cosas. Lo triste es que, a lo peor, tiene razón y no existe una ciudadanía andaluza como tal sino una amalgama informe de adultos que piensan y se comportan como críos malcriados, y así nos tratan.

El balance presentado es tan inútil y aburrido que pareciera de extraterrestres pedirle al Sr. Imbroda que, si de lo que se trata es de hacer una rendición de cuentas de su gestión, nada sería más apropiado que comparar cómo encontró la realidad educativa andaluza hace tres años para, a continuación, exponer con datos -y no con eslóganes huecos- cómo la ha dejado después de su "espectacular" liderazgo. Pero, a la vista de la intervención que les hemos enlazado al principio de esta entrada, este habitual procedimiento no parece haberse tenido muy en cuenta. Más al contrario, el Sr. Imbroda se dedica en el vídeo a enlazar, una tras otra, consignas publicitarias sin ningún dato relevante que las sostenga. Además, tampoco parece haberse preparado siquiera su intervención -qué menos- cuando debe tener más de diez asesores/as dispuestos a escribírsela y quedar bien ante el auditorio. En el vídeo parece leer aburridamente a los asistentes una presentación power point que no vemos, pero ellos sí. Debe ser que está embebido en asuntos más urgentes, aunque desconocemos cuáles pueden ser más allá de los que se le encargaron hace tres años. Nada más y nada menos que mejorar la maltrecha educación en Andalucía.

Pero esto es lo que hay, un argumentario compuesto únicamente de consignas: "no hemos dejado ningún niño atrás" -mentira-; "tenemos la mayor plantilla de profesorado, aún con menor número de estudiantes" -media mentira, porque se ha visto obligado a aumentarla por las necesidades de la pandemia-; "nuestro principio básico ha sido la atención a la diversidad" -mentira podría-; "su viceconsejera (?) ha mantenido un diálogo permanente con los sindicatos" -brindis al sol, como si no se hubiera hecho antes de que él o ella llegaran-; "bajar la ratio no es la solución" -mentira torticera-; "hemos impulsado como nunca la transformación digital" -mentira con descaro, ignorando el aumento de la brecha digital; "hemos impulsado un sistema educativo a la altura del s. XXI" -mentira cercana a un delirium tremens-; y así hasta el final del vídeo, sin olvidar -¡cómo no!- una loa final -honor y gloria a la Formación Profesional- que hemos escuchado ya tantas veces que nadie se cree este discurso si no es aportando datos reales, porque recurrir a la supuesta mejora de la FP sigue siendo el manoseado recurso de una consejería que ha perdido el rumbo -y la vergüenza- desde hace décadas. 

Sí, es verdad que al Sr. Imbroda le corresponden tan sólo los últimos tres años de este desastre general, pero el tono adoptado no varía un ápice de aquel al que nos tenían acostumbrados sus vergonzantes predecesores, así que, supone un pésimo augurio que el Sr. Imbroda copie estúpidamente tics y estrategias que no sirvieron ni en el pasado cortijero andaluz. Por ahí no, Sr. Imbroda, se equivoca. Podrá Vd. convencer a sus deudos, acólitos y feligreses, pero no al conjunto de los que, a diario, pueblan los centros educativos andaluces. No nos trate como imbéciles para volver al latiguillo del "España va bien" convertido aquí en "Andalucía va bien". Lo que es seguro es que a Vd. y a sus colegas les va mejor que antes, sin duda, pero al resto de los ciudadanos ya le confirmamos que no. 

Así que, Sr. Imbroda, evite hiperventilar en presencia de los medios de comunicación, y no se nos venga arriba porque no hay motivos. Sea más humilde y prudente en sus afirmaciones, prepare mejor sus intervenciones públicas, habitúese a pasar sin anunciarse y con traje de camuflaje por los centros escolares y, después, a ver si le quedan ganas de hacer discursitos rimbombantes y amables con su maravillosa gestión. Y no se fie de los que le cuentan milongas en Torretriana, porque no existe ser inteligente en esta tierra que se las trague. No queremos pontificar, y menos darle consejos, pero permítanos recordarle algo que Vd. seguro que sabe, que gobernar no es mentir ni vender motos averiadas, es gestionar la realidad con rigor y honestidad y negociar con las posibilidades reales para perseguir las ideales. Así que, no se confunda ni trate de confundirnos. Y si no sabe dónde va, no se traicione ni nos traicione, váyase y dedíquese a otra cosa de la que sepa algo.

Les dejamos -en estos tiempos de preparación carnavalera, y a pesar de que en Cádiz el asambleario Sr. Kichi haya suprimido los carnavales por decreto hasta el verano- con la conmovedora actuación de la comparsa del grupo La Playa de Conil de la Frontera. Sr. Imbroda, hoy nos convertimos en comparsistas de calle porque las letras de cualquier agrupación carnavalera resultan más honestas, complejas, verdaderas y auténticas que su prescindible discursito.


        

jueves, 27 de enero de 2022

El día Internacional de la Educación: ja

 

                 INCOMPETENCIA SOCIAL Y CIUDADANA                

En 2019, la ONU proclamó el 24 de enero como Día Internacional de la Educación. Malo. Cuando se enquista un problema no hay nada como fijar una fecha de celebración para ponerle una lápida encima y no hacer nada más. Y tenemos tantos problemas sin resolver que, prácticamente, ya no existen fechas libres en el calendario para fijar más celebraciones internacionales. Nuestros gobernantes son expertos en este tipo de estrategias de puro marketing político para, a continuación, poner cara de tontos, lanzar proclamas grandilocuentes delante de una cámara... y no mover un maldito dedo. Porque, si de verdad la Educación, como proclama la ONU, jugara un papel crucial para la paz y el desarrollo, otro gallo cantaría.

Las cifras mundiales en materia educativa son escalofriantes en pleno siglo XXI: analfabetismo, desigualdad, absentismo, adoctrinamiento, inequidad, abandono. Pero, mira por donde, ya tenemos un Día para celebrarlo. ¡Pues qué bien! Pero no hay que irse al continente africano o al sudamericano para comprobarlo. Es más, no tenemos ni que salir de Andalucía, nuestro cercano terruño, para encontrar cifras preocupantes relativas al fracaso y abandono escolar, la brecha digital, la desigualdad de oportunidades educativas, la falta de recursos, la falta de equidad, el déficit de atención a la diversidad y tantos otros temas que siguen pendientes de solución y que nos mantienen a la cola de España y de Europa. ¿Qué tenemos  que celebrar en Andalucía?

Huyamos, pues, de días internacionales. Huyamos, pues, de soflamas huecas. Todos los días del año deben ser días para celebrar la construcción de un sistema educativo justo y de calidad, para lograr una educación que, como dice la ONU, sea garante de paz y desarrollo de los pueblos del mundo. Y para hacer esto posible necesitamos un profesorado bien formado -que aún no tenemos- y dignificado -que aún no se ha logrado-. "Obras son amores y no buenas razones", le diríamos a la ONU y a todos los agentes sociales, y eso sólo es posible si hacemos de la Educación una acción común, consensuada y sostenible, así como blindarla ante cualquier tipo de uso partidista o tacticismo político como, desgraciadamente, se ha hecho hasta ahora en nuestro país.

Hasta que no veamos a nuestros políticos -de toda condición y color- dar pasos en esa dirección no tendremos motivos para celebrar nada. Así que no nos distraigan con estupideces de fiestas de cumpleaños, por favor, aunque vengan de la mano de la ONU o de la UNESCO.

Y para finalizar, recordemos que no es posible lograr un buen sistema educativo sin un buen profesorado. Esto es un axioma educativo que se olvida fácilmente. Así que aquí les dejamos la selección de una interesante conversación mantenida por el escritor Pérez Reverte con el periodista Jesús Vigorra sobre la Guerra Civil española. Pero si no les interesa especialmente este tema, no se preocupen, vayan directamente al minuto 40 del vídeo y no pierdan detalle sobre la importancia que le concede nuestro académico a la enseñanza de la Historia y al papel imprescindible que deben representar los maestros -bien formados, no manipulados ni adoctrinados- para evitar, en el futuro, cualquier barbarie como la sufrida por el pueblo español gracias a una educación lúcida y crítica de las nuevas generaciones.


                         

jueves, 20 de enero de 2022

Oposiciones: ha salido la letra V de...

 

                  INCOMPETENCIA DE COMUNICACIÓN LINGÜÍSTICA               

El pasado 13 de enero salió la letrita -¿qué letrita es?- que dirimirá desempates y turnos de exposición en las oposiciones docentes que se celebren en Andalucía en el presente año 2022. Ha sido la letra V

La letra V de..., de vapuleados. Sí, ese suele ser el estado habitual de los opositores docentes, vapuleados por una normativa obsoleta -aún siguen en vigor los temarios de la LOGSE de 1990, bochornoso-, por un sistema de selección infame -no favorece a los mejores docentes- y por la incertidumbre permanente de que se convoquen o no las oposiciones cada año. Pregúntenle a un opositor cuántos años, cuánto dinero y cuánto sacrificio ha de invertir en una preparación siempre sujeta al vaivén político, el azar y las corruptelas de todo tipo.

La letra V de..., de vacunados. Sí, pero no del Covid-19, sino de espanto. Siempre pendientes de la última ocurrencia del político imbécil de turno, sin posibilidad de reclamación ni de ver siquiera sus exámenes, sin saber qué criterios de evaluación se aplicarán, ni qué tipo de tribunal les tocará "en suerte" -o por "mala suerte".

La letra V de..., de vejados. Sí, maltratados y humillados porque son considerados el último mono de la película educativa. En vez de cuidar a los futuros docentes -como hacen algunos países de nuestro entorno, la verdad es que cada vez menos, por desgracia- aquí, en Españññña, cuanto más los joden -con perdón- pareciera que mejor se sienten los responsables educativos. Algo similar a lo que viene ocurriendo desde hace años con otros profesionales como los sanitarios, arquitectos, científicos..., a los que no les queda más remedio que emigrar a otros países donde no son vejados, sino valorados y mejor pagados que en su propio país.

La letra V de..., de vulnerables. Sí, no hay nada más vulnerable que un opositor/a docente. Acabada su carrera de formación inicial, realizado el inútil máster correspondiente y/o otros tantos para acumular puntos, gastado un dinero que no tiene para prepararse en todo aquello que la deficiente carrera inicial no le ha capacitado, dilapidados muchos sacrificios personales y sociales, en riesgo permanente de padecer una crisis de autoestima baja, cansados de los inacabables cambios legislativos que no llevan a ningún sitio, agotada su capacidad de memorización de imbecilidades, no son pocos los que, si alguna vez tuvieron una verdadera vocación docente, la perdieron por el camino. Probablemente, los mejores candidatos para ejercer una profesión vocacional tan exigente como la docencia son los primeros que engrosarán el alto porcentaje de abandono que se produce en las academias y en sus propias casas. Un despilfarro de capital humano que no nos podemos permitir si queremos que, alguna vez, nuestro sistema educativo mejore.

La letra V de..., de vanidad, enfermedad de nuestros políticos educativos que se enorgullecen, encima, de sumir a este sistema educativo -y a la Educación en su conjunto- en una de las crisis más profundas desde los inicios de la democracia allá por 1978. Ocho leyes orgánicas educativas después, la desilusión, el desánimo, la frivolidad y la desvergüenza campan por sus respetos en la realidad educativa española y andaluza, toda ella convertida en un gran parque de entretenimiento y guardería pensado para acoger a niños y jóvenes, sobre todo a aquellos que no pueden pagarse una educación mejor. No exageramos si calificamos a la Educación en este país como la gran estafa democrática

En fin, ha salido la letrita V de vergüenza. Vergüenza de cómo todo un país desoye e ignora los problemas que aquejan a la educación de las nuevas generaciones desde hace décadas. Vergüenza de construir un sistema educativo mediocre, de abandonar al profesorado a su suerte, de infantilizar al alumnado en vez de emanciparlo, de claudicar ante las presiones de los medios de comunicación y de los poderes económicos, ante las manipulaciones de las redes sociales y ante la necesidad de esforzarse en la búsqueda de la excelencia educativa. Vergüenza de establecer un currículo obsoleto plagado de imbecilidades que sólo promueve el aburrimiento, el abandono escolar y la desmovilización social.

Y, claro, para entretener al personal cautivo de ese gran parque escolar en que hemos convertido al sistema educativo español y andaluz no son necesarios buenos docentes, bien formados, valorados y dignificados; para esa tarea bastan titiriteros, payasos y celadores, dicho con todo el respeto para estas dignas profesiones pero más propias de otros contextos y fines.

Hablando de payasos dignos, tan necesarios siempre, y ya que se acercan los tiempos de los carnavales pandémicos, ahí va el siguiente vídeo de "Payasos a domicilio", chirigota del Vera correspondiente al Carnaval de Cádiz de 2005. Maravillosos los pasodobles y los cuplés si les gustan los "malabares". Dedicado a todos los voluntariosos y sacrificados opositores docentes de nuestra región.


                        

viernes, 14 de enero de 2022

Pandemia y desigualdad educativa

 

                  INCOMPETENCIA SOCIAL Y CIUDADANA                  

Aún andamos entretenidos y embobados con las cifras globales de la pandemia -contagiados, muertos, parados, arruinados- pero nadie se ha preocupado por evaluar los aprendizajes no realizados, los abandonos escolares provocados o el aumento de la brecha digital que ha generado. Efectos tan demoledores para el presente y el futuro de muchos niños y jóvenes como la ruina económica y social que han provocado las sucesivas oleadas del Covid-19 que hasta ahora hemos padecido, y las que nos quedan por ver. 

La pandemia ha supuesto un ataque frontal al principio de igualdad de oportunidades educativas del alumnado. Ha sido evidente que los confinamientos afectaron de forma desigual a las familias de diferentes clases sociales. Para muchas de ellas, las más empobrecidas o deprivadas, cada confinamiento supuso un abandono efectivo del derecho a la educación de sus hijos, por muchos esfuerzos que hicieran algunos  docentes -que no todos- para continuar su labor por medios digitales o audiovisuales. Lo cual no hizo sino aumentar aún más la desigualdad de oportunidades educativas entre unos estudiantes y otros.

Por todo ello, podemos concluir que la educación ha sido, y sigue siendo, la gran olvidada de esta pandemia; como si la educación fuera algo inútil y secundario, algo a lo que no hay que prestar mucha atención; mientras, los problemas sociales, sanitarios o económicos copan el debate público y la preocupación política. Pero esto es sólo un tonto trampantojo porque las consecuencias actuales y futuras de esta falta de atención terminarán por sufrirlas las presentes generaciones y la ciudadanía en su conjunto. Y también serán problemas económicos y sociales los que provocará el grave déficit educativo sufrido durante estos años. Debe tenerse claro que la recuperación deseada para los próximos años sólo podrá alcanzarse si viene acompañada de un gran esfuerzo educativo capaz de contrarrestar las desigualdades, los fracasos, los abandonos y los bajos rendimientos padecidos.

En el reciente informe de la UNESCO, la UNICEF y el Banco Mundial titulado "Estado de la crisis educativa mundial: un camino hacia la recuperación", se pone de manifiesto la gravedad de los efectos que está teniendo la actual pandemia en la educación mundial. Un informe que ha tenido, cómo no, poco eco en nuestra clase política. Y sí, son los países pobres, así como las capas más desfavorecidas de la población de cada país, los que están sufriendo las peores consecuencias. Después de analizar muchos datos y situaciones, el informe concluye que tras la pandemia hay que recuperar la educación sin dejar nadie atrás y que, para ello, serán necesarias escuelas más eficientes, equitativas y resilientes. ¡Si éramos pocos, parió la abuela! 

El retraso educativo consecuencia de la pandemia tardará décadas en recuperarse, siempre, eso sí, que se implementen las políticas necesarias a tal fin, lo que es mucho decir para un país, como el nuestro, en el que la educación sigue siendo un debate mal planteado y peor resuelto. Aquí, rodeados de cantamañanas al frente de la política y de la educación, el paisaje no puede ser menos esperanzador. A las elevadas tasas de fracaso y abandono escolar, a la cada vez más amplia brecha digital, a la desigualdad más acusada entre distintas capas de población, así como a la politización estúpida de todas las reformas educativas emprendidas, habrá que sumar los esfuerzos necesarios -estructurales, económicos, organizativos- que nos permitan salir de esta profunda crisis en el más breve plazo posible. ¡Cuán largo me lo fiáis, amigo Sancho!

Y siguiendo con el Quijote, nunca se ha ocupado mejor el atril del orador del Congreso de los Diputados como cuando el actor Josep María Pou leyó algunos párrafos de la obra de Miguel de Cervantes. Entre otros, los atinados consejos que le da Don Quijote a su leal escudero Sancho Panza antes de ir a gobernar la imaginada Ínsula Barataria. Para que luego digan que la educación y la cultura no son potentes instrumentos para superar cualquier crisis.


                        

lunes, 10 de enero de 2022

Vuelta a clase en el pico de la sexta ola

 

                   INCOMPETENCIA DE AUTONOMÍA E INICIATIVA                  

De nuevo será sobre las espaldas -y la  salud- de los docentes donde se descargarán los riesgos de la vuelta a clase en este comienzo de año 2022. La única medida que ha previsto la consejería de educación andaluza ha sido la de "agilizar" las sustituciones de los docentes que contraigan el covid-19 en los centros para que el alumnado no pierda clases, aunque parece que no importa tanto que se puedan perder profesores enfermos en las UCI. Dan por hecho, pues, que serán los docentes los que asumirán el mayor peligro. ¿A cambio de qué? De ná. Y todo ello a sabiendas de que el 50% de los docentes andaluces aún no ha recibido la tercera dosis de la vacuna. Otras CCAA, por el contrario, han optado por realizar cribados en el alumnado con pruebas de antígenos gratuitas con el fin de que permanezcan en sus casas aunque no presenten síntomas, pero no se ha hecho así en Andalucía. Y justo cuando atravesamos el pico más alto de esta sexta ola "ómicron" la consejería se cruza de brazos. No parece que nuestras autoridades educativas y sanitarias se enteren, por una vez, que prevenir es mejor que curar después de seis olas, seis, del covid-19. Es para hacérselo mirar lo de estos incompetentes. 

Se puede argumentar que es que no hay dinero para tanto test, pero parece que es falso. De los fondos extraordinarios librados y enviados por el gobierno central a las CCAA durante los años 2020 y 2021 han sobrado 3.000 millones de €, así que alguien debería dar una explicación convincente para optar, de nuevo, por la versión barata de ahorrárselos a cambio de que la ciudadanía -entre ellos los docentes- los sufraguen con sus propios recursos.

¿Y qué dicen los sindicatos del profesorado sobre todo esto? Pues, curiosamente, poca cosa. Alimentan la estrategia de la rapidez en la sustitución de los docentes contagiados -como si se hubieran convertido de pronto en sindicatos de estudiantes- y poco más. Sólo CSIF ha demandado, además, la aplicación de test masivos entre docentes y alumnado, así como la adquisición de purificadores de aire y medidores de CO2 en las aulas. Como podemos observar, un paisaje desolador en la defensa del profesorado de quienes dicen ser sus "representantes". Justo lo contrario de lo que pasa en otros países cercanos, como la huelga de profesores convocada por los sindicatos franceses, con motivo de las malas condiciones y protocolos contra el Covid-19 implantados en las aulas. ¡Qué envidia!

¿Cuántos docentes caerán enfermos en esta sexta ola por una vuelta al cole de alto riesgo? No lo sabemos, pero sería dramático que, por causa de una administración educativa que siempre va diez pasos por detrás del virus y que sólo confía en la novedosa estrategia aquella de "virgencita, que nos quedemos como estamos", algunos lo hicieran gravemente o, incluso, fallecieran. ¡Y eso que, por lo visto, pertenecemos al Primer Mundo y disponemos del "mejor sistema sanitario posible"! Pues nada, sigan comprándole la moto a estos impresentables, a ver si arranca. 

Mientras tanto, le recomendaríamos a los docentes mayores de 55 años, o con enfermedad previa de riesgo, y que no hubieran recibido aún la tercera dosis de la vacuna, que se abstuvieran de asistir a su puesto de trabajo pidiendo la baja médica ante cualquier mínimo síntoma, ya que la consejería los sigue ignorando. Y que no se preocupen por sus alumnos porque ¡serán sustituidos rápidamente... por teléfono! Ooooooooohhhh, es que los tiempos adelantan una barbaridad.

Vistos los consejeros de educación que hemos padecido en el pasado, así como la incompetencia del actual, les recomendamos el siguiente vídeo sobre el nombramiento de un verdadero "consejero marxista" en el reino de Freedonia. Demasiado parecido a la realidad surrealista que vivimos, pero mucho más gracioso.


                        

martes, 4 de enero de 2022

Vivimos en una realidad paralela, por si no lo saben.

 

                 INCOMPETENCIA DE COMUNICACIÓN LINGÜÍSTICA               

Si están muy aburridos y pinchan la página educativa de la Presidencia de la Junta de Andalucía comprenderán el título de esta entrada. Es lo que tiene la propaganda, su abuso provoca efectos psicotrópicos, desdoblamientos y alucinaciones. Algo que no ha cambiado con este "gobierno del cambio". Del cambio de personajes, que no tanto de política educativa. Aunque, bien mirado, ya es algo haber acabado con los que se creían eternos; sí, esos cortijero-socialistas que creyeron que Andalucía era su patio de cuadrillas y ellos los reyes del mambo. ¡Menuda faena, doña Susana! Decíamos, que viendo esa página web tenemos la sensación inquietante de vivir en una realidad paralela -sucia, problemática, contradictoria, irritante- que poco tiene que ver con lo "bien que va el sistema educativo andaluz" según nos cuenta esa "hoja parroquial" dirigida a los fieles devotos del Sr. Imbroda.

Es muy conocida la contestación de G. K. Chesterton, cuando le reconvenían sus allegados el haberse convertido tardíamente a la fe católica, que lo que se le pedía para entrar en la iglesia era quitarse el sombrero, no la cabeza. La traemos aquí a colación porque lo cortés no quita lo valiente, esto es, si una página web oficial, como la de la Presidencia de la Junta de Andalucía, sólo se dedica a la propaganda y no a reflejar la realidad educativa, con sus luces y sus sombras, es que se nos quiere tratar como a consumidores estúpidos, como a niños de baba, no como a ciudadanos adultos pensantes.

¿Por qué no salen ahí las 450 "caracolas" o aulas pre-fabricadas que todavía pueblan los patios de recreo o los solares contiguos de muchos centros andaluces? ¿Por qué no se informa cuándo y cuántas se van a erradicar cada año? ¿Cuántos centros escolares se encuentran aún en deplorables condiciones y escasos de material? ¿Por qué no se ofrecen datos sobre la evolución de porcentajes de fracaso y abandono escolar y cómo se piensa, realmente, y no mediante ocurrencias, reducirlos cada curso al ser los más altos de España y Europa? ¿Por qué no se informa sobre las plantillas mermadas del profesorado, incluso con los obligados incrementos causados por el Covid-19, o sobre el malestar docente después de tantos años de ninguneo y deterioro, y cómo se piensa aumentarlas y mejorar, respectivamente? En fin, podríamos seguir ensartando problemas como cuentas en un hilo interminable que daría la vuelta a Andalucía varias veces pero no queremos aburrirles. Cierto es que estos problemas no han sido creados por la administración actual, pero sí que su obligación es tratar de resolverlos en los próximos años, porque a eso se comprometieron en sus campañas electorales. Y basta repasar algunas de las entradas de este blog para tener una idea aproximada del volumen de problemas serios que arrastramos desde hace décadas en Andalucía.

Nos hacen falta muchas cosas, muchos recursos, muchos docentes, mucha honestidad, buen tino y alta capacidad pero, justo lo único que no nos hace falta es más propaganda. De esta ya acabamos jartitos después de más de treinta años de impresentables que anunciaban la primera, la segunda y la tercera modernización de Andalucía, y se quedaban tan anchos, y nosotros tan bobos asistiendo a ese carrusel de frivolidades en que se convirtió la política socialista mientras se nos caían los palos del sombrajo. ¡Menudos impresentables! Descubrimos, amargamente, que debajo de los adoquines de la Transición del 78 no estaban las playas del progreso andaluz sino los mismos eriales rancios del cortijo con sus señoritos y todo, entonces autodenominados progres andaluces de izquierdas que se solazaban comiendo tortillas en los pinares de Aznalcázar, mientras los obreros del metal les sacaban las castañas del fuego frente a las porras de los grises. Tortillas y castañas, un reparto bien asignado en la autonomía andaluza de entonces. 

Así que, ya ve, Sr. Imbroda qué jartitos estamos muchos andaluces de engaños, mentiras, traiciones y propaganda. ¿Por qué no dedica su página web oficial a ir mostrándonos cuáles son los problemas que tenemos y cómo se van afrontando por parte de su consejería? ¿Por qué no se dedica a realizar un ejercicio digno, honesto y sincero de su gestión como consejero, el primero no socialista después de más de treinta años? Verá, Sr. Imbroda, nadie con cabeza, como Chesterton, le va a pedir que los resuelva en cuatro años, sabemos que eso sería imposible, pero sí le exigimos, porque está en su mano, que no se ande con medias verdades, inventando ocurrencias imbéciles, poniéndose medallitas o dándose besitos -como en su página web- sino ofreciendo información clara, transparente y veraz acerca de cómo está nuestro sistema educativo, cómo lo ha cogido Vd. y cómo espera dejarlo cuando desaparezca, que lo hará, no le quepa duda. ¿No cree que sería un propósito muy oportuno para este año nuevo de 2022? Es lo menos a lo que debería Vd. comprometerse: a no engañarnos ni a seguir vendiéndonos humo. Nos lo debe a todos los andaluces, por la dignidad de su cargo y por la dignidad de los ciudadanos a los que dirige su acción política. 

¿Son el gobierno del cambio? ¡Pues que se note en algo, Sr. Imbroda! Acabe con la propaganda dirigida a niños de pecho de su página web. Si no sabe hacerlo mejor, ciérrela por lo menos, porque la realidad paralela que pinta en ella no se la cree ni Vd. mismo. Y, sospechamos, que la que vivimos nosotros en el sistema educativo andaluz es más veraz que la de su bonita página. Evite acabar como el rey desnudo del cuento. Evite acabar en el descrédito personal y profesional de los que le precedieron.

Ahora bien, Sr. Imbroda, si lo que pretende hacernos creer con su página web es que las realidades paralelas existen, algo así como que su consejería de educación es un reflejo de la película Matrix Reloaded en plan cutre, le facilitamos el siguiente vídeo que es bastante más increíble e hilarante. Aunque le advertimos que lo que puede sorprenderle, y quizás desagradar, es que algunos fenómenos inexplicables que aparecen en él son más creíbles que los que Vd. incluye en su página. ¿No le podría pasar a Vd. como a esa mujer del vídeo que desaparece en plena calle? Ándese con ojo con las realidades paralelas, Sr. Imbroda, que las carga el diablo.