viernes, 28 de octubre de 2022

¡Tenemos la solución del acoso escolar!

 

              INCOMPETENCIA SOCIAL Y CIUDADANA             

El acoso escolar se ha convertido en un problema estructural del sistema educativo. No es el problema de unos pocos -los acosados y sus familias-, pobrecillos, son muchos los que lo padecen o lo han padecido en alguna ocasión. Las estadísticas "oficiales" sólo recogen los casos que finalmente llegan a denunciarse, pero existe un alto porcentaje oculto que no se denuncia. No es un problema causado por la falta de disciplina en los centros escolares, aunque sin duda coadyuva. No es un problema asociado a una determinada clase social, es transversal. No es un problema causado por la falta de sensibilidad de los docentes, aunque haberlos haylos. No es un problema producto de una errónea educación familiar. El acoso escolar es un problema social y educativo complejo que no puede ser resuelto con medidas aisladas, programitas efímeros, teléfonos de asistencia o voluntarismo de unos pocos. Organización escolar, currículo, formación del profesorado, actuación de las familias, dinámica de grupos cautivos, personalidad de los sujetos, contexto social, medios de comunicación, redes sociales, violencia institucional, etc., interactúan a la vez como factores determinantes, de ahí que siga sin resolverse si no se encaran políticas educativas más ambiciosas y globales. La realidad es que el acoso escolar sigue creciendo a pesar de que muchos están más interesados en silenciarlo o ignorarlo que en afrontarlo.

Como quiera que la administración educativa sigue sin dar una para encarar este grave problema, hemos encontrado la solución para la erradicación definitiva del acoso escolar. La teníamos delante pero no lo sabíamos. Es muy simple. Se resolvería de un plumazo y para siempre. ¿Cómo? Pues TRASLADANDO A TODOS LOS ACOSADOS A UN MISMO CENTRO, un centro específico que estaría destinado sólo para acoger víctimas de acoso escolar. ¿Ven como era fácil? De hecho, se han venido haciendo tímidos intentos de llevarlo a cabo pero, como siempre, con excesiva prudencia y parsimonia, a la chita callando, vamos, con disimulo y algo de vergüenza. ¿O no suele ser habitual que la solución para resolver un problema de acoso escolar sea la de trasladar a la víctima a otro centro mientras sus acosadores se mantienen en el suyo? Pues eso es lo que hay que hacer, pero a las claras y a lo bestia, y con todos los acosados.

Piénsenlo bien, esta solución tendría muchas otras ventajas además de la de resolver el problema personal y social de las desdichadas víctimas. Los centros de "acosados" estarían situados a las afueras del pueblo o ciudad, vigilados exteriormente por la policía local, y a cargo de profesorado especialmente formado en el tema, con lo que cual abandonaríamos, por fin, la idea de formar a todos los docentes (¡como si ese fuera un problema suyo!); ahorraríamos, además, en sufrimiento innecesario de víctimas y familias, ahorraríamos en dinero y esfuerzo para descargar de tareas a los servicios sociales y de salud mental infantil, incluso la mayoría de los centros podría tener una plaquita en la fachada con el anagrama de la Consejería de Educación en la que figurara "Centro libre de acoso" rodeada de caritas felices y, por último, se podría enviar también a estos centros al profesorado que haya sufrido acoso laboral por parte de inspectores, equipos directivos, jefes de departamento o colegas acosadores. ¿Qué les parece? Todos son ventajas.

¿Que eso significa crear guetos infames o señalar a las víctimas en vez de a sus agresores? ¡Por dios! ¿Qué mente tan retorcida puede pensar eso? Es justo lo contrario, supone aislarlas para defenderlas mejor, como si cada centro específico fuera un "fuerte" fronterizo que hubiera que defender de los sanguinarios "indios". ¿Que el problema no se resolvería porque seguiría existiendo acoso en muchos centros? Eso no es posible porque bastaría con aumentar el número de centros de "acosados". ¿Que también surgirían acosadores en los centros de acosados? Entonces, ya sanados, se los devolvería a los centros de origen. Todo está pensado. ¿Que existen medidas que otros países han desarrollado con éxito para erradicarlo? Bueno, en todo caso sus efectos son muy dudosos y, además, cuestan mucho dinero y esfuerzo, y no está la cosa como para derrochar ni lo uno ni lo otro. ¿Que todo esto no tiene nada que ver con una medida educativa? ¡Pues claro que es una medida educativa!, además de social, porque al cabo todos sabríamos con claridad si somos víctimas, agresores o mirones, tontos de baba o listillos, cobardicas o valientes, y eso -que no se enseña en la escuela, por cierto- es uno de los principales aprendizajes que debe plantearse una persona alguna vez en su vida, nosce te ipsum. Y si no, vean el siguiente vídeo.


martes, 25 de octubre de 2022

¡Tenemos la solución para la deficiente formación del profesorado!

 

              INCOMPETENCIA DE APRENDER A APRENDER             

Es una evidencia -que se suele ocultar- que carecemos de un profesorado bien formado y bien seleccionado. Y sin un buen profesorado poco se puede hacer para mejorar el sistema educativo por muchas leyes que se promulguen y mucho dinero que se invierta -que no es nuestro caso-. Ninguna de esas leyes -y ya van ocho- ha acometido una profunda reforma de la formación inicial de los docentes españoles desde 1975. Todas han sorteado esa patata caliente, tanto las de izquierda como las de derecha. Lo que nos hace suponer que a nuestros políticos educativos no les interesa el tema. Se conforman con lo que hay, cuanto menos prestigio tengan los docentes menos se les pagará y más se les podrá manipular o engañar. Así se duro.

Eso sí, quien pierde es la calidad de la educación que se desarrolla con el alumnado y, por extensión, el país entero y su futuro. Pero eso les da igual, desgraciadamente no disponemos de políticos serios que miren más allá de cuatro años, o más allá de sus propios ombligos. Así que, para solucionar este grave problema ya tenemos la solución adecuada. La teníamos delante y no queríamos verla. Pero es muy simple. Se trata simplemente de RENUNCIAR A TENER UN PROFESORADO BIEN FORMADO. Hay que reconocerlo de una vez por todas. Porque, si no, ¿para qué los mantenemos tantos años formándose inútilmente, gastando un dinero público que se tira por la alcantarilla? ¿No podríamos ahorrárnoslo?

Cuatro años para superar un grado, más uno para hacer un máster, más otros dos o tres para superar unas oposiciones, y 500 horas de cursillos varios. ¡Y ni aún así están bien formados! La prueba es que los CEP´s andaluces siguen ofertando al profesorado cursos de 25 horas ¡para diseñar situaciones de aprendizaje! Si después de casi diez años de formación aún son necesarios este tipo de cursos que abordan lo más básico que debe conocer un profesional docente, ¡apaga y vámonos! ¿Se imaginan si eso ocurriera con los médicos? ¿Si después de diez años de formación tuvieran que hacer un curso de 25 horas a distancia para saber "cómo curar un resfriado"? Sería un desastre sanitario global. La pregunta que hemos de hacernos entonces es ¿de verdad son necesarios ocho, nueve o diez años para (mal)formar un docente en España? Pues claro que no. Proponemos cambiar de perspectiva. Para adquirir lo poco que saben de didáctica y de práctica docente a nuestros futuros profes les bastaría con superar una FP de grado medio diseñada al efecto. ¡En dos cursos los tendríamos igual de mal formados que ahora! ¿Han pensado el ahorro de tiempo, energías y dinero que eso supondría, tanto para el Estado como para los usuarios? Incluso podríamos suprimir de un plumazo los CEP´s. ¿Para que invertir en algo tan inútil que se limita a enseñar el "Catón" a los docentes? Otro ahorro económico.

Miren Vds.: los políticos no quieren, la ciudadanía no lo demanda, los docentes no se enteran y los alumnos cuanto más torpe sea el profe y más mediocre sea su enseñanza más posibilidades de aprobar tienen. ¿Por qué no lo decimos ya alto y claro? ¿Que otros países gastan una fortuna en formar buenos docentes, para que sean prestigiados social y económicamente y gocen de autonomía profesional para ejercer su labor?, ¡Eso es cosa de locos! ¡Eso es tirar el dinero! Que miren cómo nos va en España, somos la envidia de occidente. 

Algunos dirán que somos los últimos en los ranking de calidad educativa, de inversión y de resultados académicos, que no tenemos un premio Nobel científico desde Severo Ochoa en 1959, que los pocos mejores huyen de España a otros países..., pero, por dios, eso son opiniones de los resentidos de siempre. ¿No hemos ganado un mundial de fútbol y dos Eurocopas? ¿No tenemos a Rafa Nadal y Carlos Alcaraz? Pues, entonces. ¡Que piensen y aprendan los demás, nosotros a jugar y a divertirnos! ¡Somos el país de vacaciones de Europa! Con camareros, conserjes, monitores, limpiadores y masajistas ya nos sobra para ser una potencia de primer orden. Sí, turística, ¿y qué? ¿Lo demás para qué nos sirve?

Y esto son algunas cosas de lo que pasa con los malos profesores. Ríanse un rato con "el profe me tiene manía" de José Mota.

 

 

domingo, 23 de octubre de 2022

¡Tenemos la solución para los pobres resultados de las pruebas de evaluación del sistema educativo!

 

             INCOMPETENCIA DE RAZONAMIENTO MATEMÁTICO             

Como no damos ni una en las pruebas nacionales e internacionales que evalúan aprendizajes básicos o indicadores de calidad educativa, y parece que esta situación no tiene remedio, frente a los que proponen que hay que evaluar alguna que otra vez lo que pasa en nuestro sistema educativo -sobre todo si se pueden manipular las cifras a su antojo-, nosotros hemos hallado la solución a este problema eterno. No podía ser más sencilla, estaba delante de nuestros ojos y no la veíamos. Pues bien, la solución es evaluarlo continuamente, sin parar, cada día, cada hora, cada factor, cada elemento, cada participante, cada currículo, cada programa, cada momento. Que toda la enseñanza esté enfocada a realizar pruebas, rellenar cuestionarios, aplicar baremos, desarrollar protocolos cada vez más complejos y farragososos, poner exámenes a todas horas, sobre todo exámenes sorpresa, cómo no, escribir diarios del profesor, del alumno, de la familia, del director, del orientador, del conserje, realizar grabaciones del día a día, incluso con drones, comentar descripciones, realizar valoraciones personales, promover reflexiones en grupo, en pareja, individualmente, elaborar informes mensuales, anuales, por actividades..., y con todos los datos y materiales obtenidos tener la paciencia de meterlos en el Gran Programa Séneca, oh Gran Hermano. Sí, quizás reventase todo, pero se contrata más personal y se aumentan centenares de teras de capacidad en los servidores centrales y listo.

La solución pasa por evaluarlo TODO, y en TODO momento, y por TODAS las personas que participan directa o indirectamente en el hecho educativo. ¡La evaluación como eje de la enseñanza! ¡Quién dijo miedo! ¿Quién dijo que el alumno era el eje del aprendizaje? Eso era antes, estos pedagogos... Den a nuestros políticos la posibilidad de promulgar tres o cuatro leyes educativas más y lo habremos conseguido. Estamos en la senda correcta ¿Que qué ganamos? Mucho. Lo primero es lo entretenido que resultaría. No hay mejor mantenimiento de la disciplina y del trabajo docente que mantener a alumnos y profesores haciendo tareas sin fin y sin sentido. Lo segundo es que tendríamos tal cantidad de datos que sería imposible procesarlos. Así que, si lo que queremos es NO saber nunca lo que pasa dentro del sistema educativo lo mejor es inundar Séneca y Torretriana de información insulsa. Un big data a lo andalú. Lo tercero es que la infinita variedad de datos posibilitaría justificar las conclusiones que quisiéramos, daría igual ocho que ochenta, se podría justificar aumentar la ratio o reducirla, poner religión o quitarla, contemplar exámenes en septiembre o quitarlos, así que los políticos podrían seguir haciendo lo mismo que hasta ahora, o sea, lo que les salga de allí sin consultar a nadie pero, eso sí, siempre "con datos en la mano". Lo último, pero no menos importante, es que confundiríamos a todas las agencias y servicios de evaluación internacionales y dejarían de intentar evaluarnos con sus propios criterios e instrumentos. Seríamos, por fin, un verso libre en el concierto internacional. Spain is different.

¿Que no podríamos hacerlo? ¿Que esto sería una locura? Vamos a ver, ¡pero si ya lo estamos haciendo desde hace décadas! Pregúntenle a cualquier docente a qué dedica la mayor parte de su tiempo de trabajo en el centro y en casa: ¡pues a rellenar papeles! Sólo hace falta un empujoncito más. ¿Que acabaría con la paciencia y la salud mental de muchos?, ¡quiá!, entonces es que no conocen a buena parte del profesorado. Nadie chista en público con la cantidad de tonterías burocráticas que les obligan a hacer a diario. En privado algunos sí, claro, pero eso no sirve para nada. Tampoco asociaciones ni sindicatos están por la labor de denunciar lo que Michael Apple denominó la intensificación del trabajo docente. Aquí casi nadie lee nada, y mucho menos a Apple. ¿No es una marca de ordenador? Así que están Vds. muy equivocados, el profesorado andaluz mayoritariamente estaría a nuestro lado para llevar a cabo la solución definitiva de la falta de evaluación veraz y contrastada del sistema educativo. Evalúa que algo queda será el nuevo programa "estrella" de la Consejería de Educación. O estrellado.

No obstante, lo cierto es que no existe sistema o instrumento de evaluación que no pueda ser vulnerado, falseado o manipulado y, si no, vean el siguiente vídeo de José Mota.


jueves, 20 de octubre de 2022

¡Tenemos la solución para la escasa financiación educativa!

 

               INCOMPETENCIA DE RAZONAMIENTO MATEMÁTICO               

Desgraciadamente es ya un lugar común la escasa financiación educativa en nuestro país. Siempre por debajo de la media europea. Y no digamos la de Andalucía, por debajo incluso de la media española. No les vamos a abrumar con datos que, por otra parte, los tienen en otras entradas de este blog. Este problema se agrava, además, porque lo poco que se invierte se gestiona aún peor. Generalmente, las medidas "estrella" de los gobiernos en materia de inversión educativa se han hecho siempre con fines electoralistas y circunscritas a los periodos pre-electorales. Después, si te he visto no me acuerdo. Una vergüenza. 

Así que, como quiera que esto no parece tener solución y seguiremos condenados a gestionar la escasez, hemos encontrado la forma de acabar con esta penuria. Sí, hemos hallado la solución a la escasa financiación educativa, sobre todo, en Andalucía. Una cosa sencilla que teníamos delante y no lo queríamos ver. Si saben sumar 2 + 2 lo entenderán al momento: cualquier incautación de dinero procedente del narcotráfico, corrupciones urbanísticas, pelotazos políticos, mangazos de empresas, beneficios usureros de bancos y eléctricas, abusos en la contratación de asesores y chiringuitos políticos, sobornos para obras públicas, ocultación de bienes ilegales, camas y bolsas de basura llenas de dinero sucio, etc., etc., debe destinarse a la financiación del sistema educativo. ¿Qué les parece? 

Sería el primer sistema educativo del mundo financiado directamente por delincuentes y sinvergüenzas. Constituiría un nuevo tipo de las sanciones por reciprocidad establecidas por Piaget, para acabar simultáneamente con la maldad de unos y la miseria de otros. Incluso el juez Calatayud lo apoyaría seguro. ¿Que no se podría llevar a cabo? ¿Por qué no? ¿Se imaginan los 600 millones de euros defraudados en los ERE´s andaluces invertidos en escuelas e institutos? ¿Y los que nos cuestan los 500 asesores del Sr. Sánchez en el doble de docentes? España, sin duda, estaría a la cabeza de este tipo de financiación, sus fuentes serían casi inagotables. ¡Qué lección daríamos al mundo! Nos situaríamos por delante de Finlandia, Alemania o Corea del Sur. Un nuevo amanecer: los ladrones a la cárcel sin un duro, el dinero para las aulas. 

Cuando el dinero de las corruptelas y los delincuentes declinase con el tiempo -años o décadas- ya dispondríamos de un sistema bien equipado, un profesorado bien pagado, unas familias bien apoyadas, un alumnado bien atendido y unos materiales decentes. Eso sí, los gestores de ese dinero no podrían ser otros delincuentes. Así que, ese dinero debería ser asignado-a y distribuido-por agencias independientes controladas por la ciudadanía, no por los partidos políticos. Si no, vuelta a empezar.

Y si no se lo creen, ¿qué les parece el siguiente vídeo de José Mota? ¿Una exageración? ¡Quiá!


domingo, 9 de octubre de 2022

¡Tenemos la solución para la falta de autoridad del profesorado!

 

                INCOMPETENCIA SOCIAL Y CIUDADANA                

Siguen creyendo nuestros políticos educativos que con una ley se arregla todo. Como si no tuvieran ya pruebas palmarias de que en nuestro país eso no ocurre jamás. Viene a cuento aquí la cita apócrifa de Einstein sobre la definición de locura: "hacer lo mismo una y otra vez y esperar obtener resultados diferentes". He ahí la descripción más certera de la política educativa de los últimos cuarenta años. Contra aquellos empeñados en mentirnos y que consideran que cada ley educativa es significativamente diferente de la anterior -porque la ha hecho su partido-, la evidencia demuestra que son siempre la misma ley en esencia con ligeros retoques decorativos de cara a la feligresía. Pero todos esperan que, a pesar de repetirla una y otra vez, la educación mejore. Están condenadamente locos.

Con la falta de autoridad del profesorado hacen lo mismo. Basta una norma para que ya no haya problemas de ningún tipo. Craso error, como se demostrará en poco tiempo. La autoridad es un concepto complejo que depende de múltiples variables. Una ley sólo es un elemento al margen. La autoridad se gana -con formación y competencia- y se concede -por reconocimiento de la valía e importancia de la tarea-. Si no se garantiza ni lo uno ni lo otro, ya pueden promulgarse quinientas leyes de autoridad -o ninguna- que el problema seguirá sin resolverse. 

Un concepto complejo, que implica a miles de personas, no se arregla con la amenaza de castigos por muy severos que se contemplen, y ni siquiera lo son los que tiene previstos la ley de autoridad andaluza. Ya supone un mal síntoma tener que acudir a una nueva ley para resolverlo, -cuando dicha autoridad ya está reconocida en el Código Penal para los funcionarios y servidores públicos, aunque no se suele aplicar en el caso de los docentes-; como mucho tan sólo aliviará -y poco- algunos efectos colaterales. Así que, en esta estrategia "loca" de arreglar problemas, ¡ya tenemos la solución para acabar con la falta de reconocimiento de la autoridad del profesorado! ¿Cuál? Pues es más que evidente: se militariza al profesorado y se le dota de armamento al efecto. Oigan, no se asusten que no estamos locos ni somos Trump, que propuso armar al profesorado como si fueran sheriffs del oeste como una forma de evitar las masacres escolares allí tan frecuentes; estamos hablando sólo de un bonito uniforme y una reglamentaria pistola eléctrica educativa Táser, que atonta pero sin matar al sujeto al que se pretende corregir. Al aprobar las oposiciones, por ejemplo, se les podría facilitar a cada docente un kit de seguridad para uso individual a discreción. Una buena inversión, sin duda. Y barata.

Lo hemos visto claro cuando hemos comprobado que cuando los agentes de la Policía Nacional, Local o Guardia Civil acuden a los centros educativos a impartir charlas en el marco del Plan Director para la mejora de la Convivencia y la Seguridad, la atención y el respeto del alumnado son máximos. ¡Así cualquiera!, le dijimos una vez a una agente de policía cuando acabó su intervención y nos felicitó por lo bien que se había portado el grupo de alumnos de 3º de ESO. El uniforme, la pistola y la cartuchera de balas tuvieron, sin duda, un efecto sobre la "autoridad" que ya lo quisiera tener la actual ley 3/2021 en Andalucía.

En consecuencia, la solución para la falta de autoridad del profesorado, visto la inutilidad de las leyes, la deficiente formación y seguridad del profesorado, la falta de apoyo a sus decisiones y medidas educativas y la falta de reconocimiento de la sociedad a la importante tarea que realiza -arreglar todo esto sería muy caro y muy lento-, pasa por adoptar un bonito uniforme de inspiración militar y una pistola Táser bien visible en su cinturón. Asunto arreglado.

Bueno, quizás este vídeo del juez Emilio Calatayud les puede hacer ver que la solución debería ser algo más compleja. O quizás no.

 

miércoles, 5 de octubre de 2022

¡Tenemos la solución para la Educación Infantil!

 

                INCOMPETENCIA DE AUTONOMÍA E INICIATIVA                

Llevamos desde la LOGSE de 1990 esperando que se haga realidad lo que estableció dicha ley orgánica educativa en relación con la Educación Infantil, esto es, la creación de una etapa 0-6, con currículo propio y centros propios llamados Escuelas Infantiles. También llevamos esperando más de TREINTA AÑOS la gratuidad completa de esta etapa en Andalucía para aquellas familias que lo soliciten, al no ser una etapa de escolaridad obligatoria pero sí de obligada oferta pública. Una espera en vano, por lo que se ve.

Pero es que el objetivo estaba equivocado. Si después de treinta años no se ha cumplido nada de lo prometido por nuestros políticos educativos es porque estaban equivocados, no porque no tuvieran voluntad de hacerlo. La solución de la Educación Infantil no pasa ni por la creación de escuelas infantiles, ni por la elaboración de un currículo y profesorado propios ni por su gratuidad. La solución es evidente y ya era evidente entonces, en 1990. Lo único sensato que se puede hacer es suprimir la Educación Infantil del sistema educativo. Pero no han tenido la valentía de decirlo a las claras, sólo nos han ofrecido paños calientes y vanas esperanzas. Nos han mentido, vamos.

Todo el mundo sabe que lo mejor para un bebé o un niño/a es que lo cuide y eduque su familia en esos años que son tan  críticos para su futuro desarrollo. Dónde mejor estará un niño a esas edades que en su casa. Esto es indiscutible. Entonces, ¿a qué viene esto de permitir su escolarización temprana y encima gratuita y, además, en centros que son muy caros de construir y sostener? Pues a una estrechez de miras y a una falta de coraje.

Si se suprime la Educación Infantil el sistema educativo se ahorraría un montón de dinero y de profesorado y de problemas. Bastaría que se le diera una "paguita" -otra más- a las familias para que los mantuvieran en sus casas. ¿Cuántos puestos laborales quedarían libres al ser los padres o las madres los que se tuvieran que hacer cargo de su cuidado y educación? ¿Falta de formación? ¡Por dios, si ya con la teleasistencia puede ayudarse a cualquier familia 24/7 en temas médicos y educativos!

¿Que perjudicaría más a las clases bajas o marginadas? ¡Qué disparate! Se le da otra "paguita" y santas pascuas! Nos saldría mucho más barato que lo que invertimos ahora. Por otra parte, ¿a que madre -o padre- no se le rompe el corazón al dejar a su hijo pequeñito en la "guardería"? Pues, mira, también se acabaría con la angustia que supone el abandono del hijo en estas instituciones carcelarias.

Sí, vale, siempre habrá pervertidos que consideren que la Educación Infantil debería extenderse al mayor número de población por sus efectos socializadores y compensadores. Pero, además de pervertidos, están muy equivocados. ¿Qué hay más socializador y compensador que el "amor" que se les da a los hijos en el seno familiar? Pues claro. Y si no, vean el siguiente vídeo.


 

¿No nos habremos quedado cortos? ¿No sería mejor acabar también con la infancia? Ya puestos...


sábado, 1 de octubre de 2022

¡Tenemos la solución al fracaso escolar!

 

                INCOMPETENCIA DE APRENDER A APRENDER                

Visto lo visto, queremos dejar de ir a contracorriente. A partir de ahora vamos a remar en la misma dirección que nuestros políticos educativos. Así que para ser positivos hemos de anunciarles que ¡ya tenemos la solución al fracaso escolar de décadas que nos asuela en Andalucía! Si señor, lo hemos resuelto. Hemos resuelto lo que los políticos no se atreven a decir pero que todos piensan para sus adentros o charlan en sus reuniones de asesores-aduladores. La clave estaba en el currículo. Era evidente. El que tenemos está obsoleto, es un remedo de las viejas enciclopedias Álvarez de antaño, de aquellos días cuando hacía frío, pero no por el cambio climático, sino porque en las casas no había calefacción, tan sólo un brasero donde se reunía toda la familia, donde se ponía la ropa a secar y los gatos se refugiaban hasta chamuscarse la cola. ¡Mamá el gato se está quemando! ¡Zape, minino, vete de ahí, tonto!

Ahora, en pleno s. XXI, hemos dicho adiós a los viejos cuadernos de rayas, a las colecciones de cromos, a los álbumes de las maravillas del mundo o a los libros de imágenes de las tribus africanas. ¡Ya está! Ya no molan los picatostes con chocolate que nos hacían de pequeños, o las tostadas con tulipán; ahora tenemos las pantallas y los móviles acompañados de chucherías industriales de colorines. Somos modernos. Somos más felices. Y por eso, el currículo, para ser efectivos, para acabar con la ignorancia, el fracaso y el aburrimiento en la escuela, debe estar compuesto sólo por MATEMÁTICAS, LENGUA Y LENGUAS EXTRANJERAS. ¡Pues claro! Fácil. 10 horas semanales para cada asignatura, 30 horas en total, y listo. El resto de materias no sirven más que para entretener. Eso lo sabe todo el mundo. Y la escuela no está para eso. Está para aprender. Para entretenerse ya están las actividades extraescolares, los talleres, las academias y los gimnasios. La escuela debe volver a ser el sagrado recinto de las áreas instrumentales, sobre las que pivota el saber del mundo. La catedral del conocimiento.

Sólo así acabaremos con el fracaso académico, con el abandono escolar temprano, con la falta de atención y con el aburrimiento del personal. Políticos de derechas, de izquierda y de centro nos lo repiten una u otra vez. Reciclemos a todo el profesorado para reducirlo a las tres especialidades básicas, cambiemos la formación universitaria docente, sólo matemáticos y filólogos en las escuelas e institutos. ¡Qué más necesitamos! El futuro se abre prometedor ante nosotros. Las escuelas se simplificarán, su organización será más fácil, su evaluación también. Los resultados mejorarán de forma escandalosa. Nos reiremos de Finlandia. Nos reiremos de las pruebas PISA. Nos reiremos de Freinet, de Montessori, de Vigotsky, de Piaget, de Makarenko, de Freire y de Bruner, ¡menuda panda de cantamañanas!

Esa es la única solución y la tenemos ante nosotros. Hemos de ser valientes y acometer las reformas necesarias. La ciudadanía lo reconocerá más pronto que tarde. No habrá que invertir más dinero, todo será más barato, más simple, más duradero. Tres asignaturas, tres especialidades docentes y nada más: ¡la belleza de lo simple! La navaja de Ockham de la educación la teníamos delante de nuestras narices.

Bueno, para no engañarles, quizás sólo algunos, pocos, los de siempre, los más recalcitrantes, ya saben, los resentidos, dirán que eso es un disparate, que eso no es educar y que ese mundo, que esa escuela, no merecen ser vividos. Pero ya conocemos que el camino de la luz está plagado de obstáculos y de traidores que habrá que retirar cuanto antes. ¡Viva el currículo instrumental! ¡Viva!

Eso sí, imagen enviada por un resentido: el mundo tras diez años de currículo instrumental a 30 horas por semana: un infierno sin sentido.