Sostenella y no enmedalla: a vueltas con el Plan de Calidad.

INCOMPETENCIA DE RAZONAMIENTO MATEMÁTICO

 "A los políticos y a los pañales hay que cambiarlos a menudo... y por las mismas razones"

Cita atribuida a George Bernard Shaw

Lo verdaderamente típico de este país no es el clima, ni su folklore ni sus playas ni sus bosques, sino la cabezonería de nuestros políticos para darse una y otra vez contra el muro de la realidad y ser incapaces de reconocer la metedura de pata -primero-, reaccionar pidiendo disculpas -después- e inmediatamente cambiar de registro, que es lo que haría cualquier persona en su sano juicio. El muestrario de ejemplos es tan extenso en todo el arco parlamentario que no vamos a perder el tiempo en demostrarlo. Sólo traemos uno de los más abtrusos de la política educativa andaluza: el mal llamado Plan de Calidad, porque de calidad, calidad... no tiene nada salvo el nombre.

Una nueva Orden recién salida de esos cerebros tozudos que residen en Torretriana, capaces de caer no dos sino cien veces en la misma piedra, acaba por resucitar a un muerto rechazado no sólo por la mayoría de los centros educativos, sino también por los tribunales y los sindicatos. Nunca se dio tanta unanimidad ante una iniciativa educativa tan errónea. A pesar de ello, "Sostenella y no Enmendalla" parece ser el blasón que orgullosamente blanden nuestros políticos andaluces a modo de neurosis obsesivo-compulsiva cada comienzo de curso; suponemos que con la peregrina idea de "a ver si pican esta vez". Pero nada, en ese mar de desagradecidos en que se ha convertido el profesorado andaluz, no son capaces de pescar ni ensartando dinerito al final de la caña. Aún así, continuan pacientemente "regalando" ese dinero que tanta falta hace para otras cosas, con la vana esperanza que así mejoren -gracias a una reconstrucción estética- los malditos porcentajes de fracaso que nos hunden año tras año, década tras década, en la sima donde luce el farolillo rojo educativo de la liga española y europea. A este paso, ya sólo jugaremos en la regional preferente contra países como México, Marruecos o Eslovenia.

Lo más sorprendente del caso es que se muestran incapaces, y eso que cuentan con la inestimable ayuda de la AGAEVE, de "cocinar" estadísticamente los datos de años anteriores para intentar demostrar al menos que el dinero invertido les ha salido rentable y publicarlo a los cuatro vientos, o sea, en Canal Sur y en el Club de sus Ideas. Sin embargo, no conocemos publicaciones que expliquen en qué porcentaje se han bajado los escandalosos registros de abandono y fracaso escolar gracias al moribundo Plan. Incluso si alguna vez lo hicieran, la fiabilidad del mismo sería más que discutible. Cuando se hizo una política similar en la Gran Bretaña de Margaret Thatcher, los centros educativos aprendieron a maquillar los datos y aprovecharse del dinero regalado, pero la calidad siguió siendo la misma, más cara, eso sí. Aquí ni eso.

De verdad, no les parece que ya está bien de bromas. Digan de una vez que se han equivocado en fondo y forma con el Plan -primero-, pidan disculpas -después- por el presupuesto malgastado y el cabreo provocado y, finalmente, sean capaces de retirarlo y ponerse a dialogar con los sectores educativos para ver cómo se le puede meter mano a este fracaso entre todos y salir de él cuanto antes. A lo peor, lo único que podemos hacer es seguir el consejo de George B. Shaw pero, al menos, algo habremos sacado en claro de todo este embrollo. "Hay cosas que terminan bien simplemente porque acaban", y esta puede ser una de ellas. La cita es nuestra, creemos.

Lo de la Consejería de Educación con respecto al Plan de Calidad se parece mucho, muchííííísimo a este vídeo -algo bestia- de un concurso británico. Es más, Torretriana se parece a esta piscina de obstáculos. Pero ni por esas se desaniman.