domingo, 17 de abril de 2011

Símbolos religiosos y capillas en los centros de titularidad pública.

                INCOMPETENCIA SOCIAL Y CIUDADANA                

Recientemente (18/03/2011) el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha decidido que la presencia de los crucifijos en las aulas de las escuelas italianas no viola el derecho de las familias a asegurar la educación de sus hijos e hijas de acuerdo con sus convicciones.

La sentencia que es inapelable, da la razón a la Presidencia del Gobierno italiano, que en enero de 2010 presentó un recurso contra una decisión anterior de la Corte de Estrasburgo que había amparado las razones de Soile Lautsi, una mujer italiana de origen finlandés (país con mejores resultados en las pruebas diagnostico) que sostiene que los crucifijos violan su derecho a educar a sus hijos en los valores del laicismo.

Con esta decisión, el Tribunal Europeo además de contradecir su propia jurisprudencia, ignora que los niños y las niñas están obligados a asistir obligatoriamente a los centros educativos hasta los 16 años y a partir de ahora deben contemplar a la fuerza un símbolo religioso, el crucifijo (entre otros). ¿qué habrá ocurrido para cambiar de opión? ¿habrá habido soborno? !No creo, la Iglesia no hace eso¡ ¡Berlusconi tampoco!. No hay que ser mal pensado, simplemente es que han reflexionado y se han dado cuenta de que si no cambiaban la sentencia podían ir al infierno.

La Santa Sede ha visto en esta sentencia un apoyo más a su cruzada a favor de una Europa cristiana, que ve en el crucifijo el principal símbolo de Occidente. Y la Iglesia Española se prepara para el adoctrinamiento o catequesis en todos los centros sostenidos con fondos públicos, dentro del horario lectivo. ¿Se prepara? Siempre lo ha estado.

Y por si fuera poco, el ministro de educación condena la protesta contra la capilla en la universidad pública. Pero qué podemos esperar de este ministro que estudió con los corazonistas y posteriormente ingresó en la congregación del Sagrado Corazón, fraile de los Hermanos del Sagrado Corazón hasta 1979, en que una crisis espiritual le llevó a convalidar sus estudios y a abandonar la misma, dio clases en diversos colegios de los corazonistas antes de abandonar, …

No está claro cuántas capillas quedan en las universidades públicas españolas, en cuántas de ellas se ofrecen misas y otros actos religiosos (como en la de Salamanca, Barcelona o Sevilla, por ejemplo) y en cuántas permanecen abiertas, pero con el espacio desacralizado. En cualquier caso, deberían estar todas fuera de la universidad pública.

La Consejería de Educación de la Junta de Andalucía no puede permanecer en silencio ante la cacerolada contra las capillas en la universidad pública.

Pero un estado laico y aconfesional, como se supone que es España, ¿puede autorizar, legitimar y financiar la religión en los centros escolares, mantener capillas en los institutos y en las universidades públicas, ...? No debiera pero lo viene haciendo desde siempre, independientemente de quien gobierne. En Andalucía han demostrado más interes y esfuerzo en estos asuntos que otras comunidades autónomas.

El Sistema Educativo no puede convertirse en “tierra de misiones”, perpetuando las enseñanzas de religión en el segundo ciclo de educación infantil, educación primaria, educación secundaria obligatoria y bachillerato, además de las instalaciones y conservación de capillas en varios institutos de enseñanza secundaria y la mayoría de las universidades públicas. Es decir evangelizando desde los 3 años (algunos comienzan con dos años) hasta que abandonen el sistema educativo (lo de educativo es un decir). Pronto incluirán la religión en el primer ciclo de educación infantil, es decir a niños y niñas de 0 a 3 años. Ya tenemos asesores y asesoras de religión en los Centros de Formación del Profesorado (CEPs), grupos de trabajo de religión, etc. Y todo ello con dinero público.

Naturalmente la selección del personal que imparte la religión, la seleción de los asesores y asesoras de religión, así como la determinación del currículo es competencia de la jerarquía eclesiástica y de las correspondientes autoridades religiosas. Pero la financiación del personal y de todo lo demás es por cuenta de la Administración Educativa. ¿Se puede ser más tonta aún? El refrán “Además de puta pongo la cama”, cobra significado ante noticias como esta. Y encima los centros religiosos sostenidos con fondos públicos no admiten a alumnos y alumnas que no quieran cursar religión. En ningún país democrático se subvenciona a este tipo de centros. En otros centros, muchas familias eligen religión porque no quieren señalarse.

Actualmente nos encontramos con una Consejería de Educación con un doble lenguaje, por una parte declara la defensa de la escuela pública y por otra los hechos son claramente a favor de las tesis defendidas por la Iglesia.

Tampoco los docentes debemos permanecer en silencio en nuestros centros escolares, no debemos “dejar hacer”, “pasar de” o “ser indiferentes” por considerarlo un asunto ajeno a nosotros o que incluso nos reporta algunos beneficios en el horario laboral, no debemos animar al alumnado a que elija la religión para “cuadrar mejor los horarios”, porque no sabemos qué hacer con el alumnado que opta por la atención educativa, o porque así tenemos algunas horas libres y el centro cuenta con un profesorado que les permite servir de apoyo en ciertos momentos, aula de convivencia, guardias, etc.

Los centros escolares sno pueden convertirse en perpetuadores de la religión católica, en transmisores de su ideología y mantenedores de su poder y del monopolio de las ideas.

A nuestro entender, la presencia de símbolos religiosos de cualquier naturaleza en los centros escolares vulnera la libertad de conciencia de alumnado y profesorado, además de dos principios básicos: el de igualdad y el de neutralidad del Estado.


George Dennis Carlin nos ilustra sobre este tema.

3 comentarios:

  1. Las creencias de una persona son algo muy personal pero, evidentemente, y sin ofender a nadie, tienen una parte pública. Es un estilo de vida que no se limita a una parte de la vida de una persona, sino a un estilo de vida, de ser, pensar y actuar con un compromiso y unos obetivos claros:seguidores del mensaje de Jesús de Nazaret.
    Me parece bastante pobre y manido el discurso que utiliza el autor/a del artículo a quien, además, recomiendo que se ilustre en la historia de un país claramente católico donde la Igesia ha aportado mucho y bueno, aunque con errores porque está formada por seres humanos.
    En los tiempos que corren, se intenta acorralar a la Iglesia, se critica continuamente y se persigue de forma descarada en casi todos los ámbitos, especialmente fomentado y alentado por el gobierno actual.
    Sólo un dato, miren las cifras de la Iglesia Católica en ayuda a los necesitados; cuando el "área de prestaciones sociales" de los ayuntamientos no puede llegar porque los gastos son tan elevados que la perspectiva socialista se diluye y, entonces, manda a los que solicitan ayudas económicas, a Cáritas, por ejemplo. Esto es real en mi ciudad.
    Lo siento, pero ahora mismo acabo de eliminar de mi Blog el enlace que tenía a éste porque me parece que, en conciencia, no pued dar publicidad ni cancha a quienes van en contra de mis principios y creencias.

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  2. Separar lo que es de la Iglesia y lo que es del Estado -"dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios"- no es valorar bien o mal a uno u a otro. Es más, este blog es muy crítico con las actuaciones de la política educativa del Estado en su conjunto y no ha entrado a valorar la actuación -en muchas ocasiones penosa- de la jerarquía eclesiástica en materia educativa y social, que, además, muchos españoles y españolas hemos vivido en nuestras propias "carnes". Separar la educación religiosa de la pública es condición básica de un estado laico. Una idea con la que muchos católicos de bien están totalmente de acuerdo. La catequesis debe situarse fuera de las escuelas públicas y ser sostenida por fondos privados como se hace en muchos países donde el peso político de la jerarquía católica hace años ocupa sólo el lugar que le corresponde, no todo el que algunos insaciables desean. Siento que Marga acepte las críticas cuando afectan al Estado, y ésta que también afecta al Estado, no a la religión, no le guste. Pero es el exponente del lío al que los políticos de este país han sumido a la población al creer que la retirada de los símbolos religiosos de las escuelas públicas quita o pone nada a la valoración que cada uno pueda hacer del papel que juega la religión en su vida.

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  3. ¿Me gustaría saber si hay algún decreto al respecto? Supongo que estaréis muy al día. Sobre la presencia de los crucifijos y otros símbolos. O sobre las capillas. Si las ya establecidas hace tiempo deben o no mantenerse o si se pueden constituir otras en un centro público como puede ser un Instituto de Enseñanza secundaria y Bachillerato. Muchas Gracias. Julio.

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