jueves, 18 de octubre de 2012

El penoso lenguaje de nuestros políticos.


INCOMPETENCIA DE COMUNICACIÓN LINGÜÍSTICA

Tú sabías del esfuerzo
que a través de las edades
hace espigas los terrones
y hace dar fruto a los árboles.

Pedro Garfias. Comandante Vázquez. Héroes del Sur.

El lenguaje que usan los políticos sigue la vieja máxima de estar pensado para mentir y confundir al adversario y a la opinión pública, nunca para comunicar la verdad ni el conocimiento, para convencer o ni siquiera para cortejar. Por el contrario, hoy día asistimos a la versión más rastrera y mediocre de esta vieja máxima. Nadie cree ya lo que dicen nuestros políticos. O dicho de otro modo, digan lo que digan sabemos que mienten, o que sólo dicen verdades a medias, o a cuartas, porque su intención no es otra que el mantenimiento del poder y de sus privilegios. Pero no siempre descendimos a niveles tan bajos. 

Existieron tiempos -y esperamos volver a vivirlos- en los que, a pesar de todo, florecieron los discursos bien urdidos, reaparecieron las artes de la retórica y de la oratoria, convivimos con un ejercicio más honesto de la política, si estos dos términos, honestidad y política, no constituyen ya de manera irremediable un moderno e irónico oxímoron. Aquellos años, peligrosamente vividos, de la transición democrática española, bajo una crisis política y económica mucho peor que la actual, fueron un claro ejemplo de ello. Hoy, tratan de engañarnos con un lenguaje político cuando no soez, bobalicón y simple como el balbuceo de un bebé, que no logra esconder las vergüenzas del ínfimo nivel cognitivo de quienes lo practican -o su bajeza moral- y que es utilizado por políticos mendaces a todo lo largo y ancho del arco parlamentario, extraparlamentario y autonómico. Una verdadera pena lingüística, pero sobre todo moral y política.

Obviamente, la selección negativa que se practica en esta partitocracia en la que nos hemos convertido, donde sólo los peores y mediocres y tramposos llegan a detentar los niveles más altos de decisión política, es la culpable de esta situación. Pero detrás de ella se encuentra una educación deficiente y una ciudadanía embobada incapaz de exigir a los partidos un rearme moral e intelectual que acabe con estas prácticas. Aunque no sabemos ya si nos encontramos demasiado cerca del naufragio de la ignorancia colectiva, como para frenar en seco este viaje suicida a la estulticia. 

Les dejamos esta vez con un vídeo educativo sobre cómo se desarrolla el lenguaje político, (activen los subtítulos en español) para que se entretengan y piensen en todo lo anterior cada vez que vean en pantalla a cualquiera de estos memos. (Pongan aquí los nombres de aquellos políticos que más les apetezca, ejemplos hay a miles).

Ahí van algunos ejemplos...






1 comentario:

  1. Creo que con un dato bastará, en Islandia, país que también fué desvalijado por políticos rastreros y chorizos, ha multiplicado su crecimiento por cuatro en sólo dos años y bajado su tasa de desempleo del 17% al 5%.

    Por eso, hoy más que nunca, hay que creer que las alternativas a las políticas y los políticos rancios y mediocres, son posibles. Tan sólo hay que creérselo.

    Pero...para eso hay que salir a la calle, cómo hicieron en aquél país nórdico y convocar también un referendum sobre pagar la deuda, recapitalizar la banca o, sencillamente, sacar la basura al contenedor.

    Recuerdo que la grandeza de un país no son sus políticos sino la conciencia de sus ciudadanos. El problema es cuando no hay ni en uno ni en otro lado.

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