viernes, 11 de enero de 2013

El desconcierto andaluz: una seña de identidad.

INCOMPETENCIA DE INICIATIVA Y AUTONOMÍA

Te voy a contar una historia del mar.
El mar mueve las manos como tú cuando haces el amor.

Blas de Otero.  Narración en el mar. Poesía con nombres.

Parece mentira que después de treinta años de gobiernos socialistas en Andalucía -y ya son años- no sea evidente hoy una reconocible política educativa sostenida a través del tiempo, salvo, eso sí, el cúmulo de despropósitos y errores que han causado la  ruina actual del sistema educativo andaluz. Si existiera algún hilo conductor de la política educativa socialista (?) no sería otro que el desconcierto, entendido éste como el resultado común de todas las ocurrencias imaginadas y ejecutadas por la Consejería de Educación. Como Penélope, cada gobierno, cada consejero de educación de turno, empezaba su mandato por deshacer lo  hecho por el anterior, y comenzaba de nuevo inventando a ciegas la pólvora sorda gracias al BOJA. Esa es la importancia que le han dado siempre a la Educación los gobiernos socialistas aquí, en la reserva espiritual de la izquierda meridional europea por antonomasia, en que se ha convertido la pintoresca Andalucía; ahora más que nunca con la participación en la tarta del poder de IU, ávidos de tocar pelo por fin, y comandados por el cansino Sr. Valderas.

El desconcierto, como estrategia política, trata ahora de despistar a los andaluces de su penosa realidad económica con la proclamación de soflamas tardorrevolucionarias trasnochadas -ni siquiera son laicistas como las han calificado algunos medios de comunicación, también algo despistados- que proclaman -ahora, mire usté por donde-  la "guerra" a los centros concertados de toda laya, tanto mixtos como diferenciados. El desconcierto de los conciertos. Sólo es por joder, pero ¿a quién? Amenazan ahora con deshacer lo que ellos mismos hicieron en los treinta años anteriores: porque sí, porque yo lo valgo, diría seguro la Sra. Moreno en el Parlamento si la dejaran. Y la Sra. Segura -demagógica e insegura portavoz de IU en materia educativa- anima el cotarro metiendo miedo al personal y cogiendo la bandera de la educación pública que sus socios del PSÉ tenían arrumbada, cubierta de polvos y lodos, en el baúl de los recuerdos de Torretriana. A las familias y a los alumnos afectados, así como al profesorado de dichos centros... ¡que les zurzan! ¡Qué edificante política!

Desde la LODE (1985), aprobada por el gobierno de Felipe González, la política de conciertos educativos de la Junta de Andalucía ha configurado una red extensa de centros, siendo demandada, en su mayoría, por aquellas familias que desean optar, no sólo por una enseñanza bajo un determinado signo religioso, sino por una que les garantice mayor calidad,  o cuando menos, una mayor estabilidad en su proyecto educativo y un mejor trato como "clientes". Además, muchos de dichos centros concertados están en manos privadas o de cooperativas de enseñantes que no se encuentran alineados con ninguna confesión religiosa y que, en algunos casos, han sido y son referencia pedagógica para el resto de los centros docentes. Bueno, pues a todos se les quiere "castigar" ahora mediante la puesta en marcha de una política de "pataleo" que es la única que sabe practicar la Consejería de Educación visto el desastre, amenazándoles con reducir unidades -a pesar de la demanda existente- para "blindar" así a la enseñanza pública -eso dicen-, o retirándoles el concierto -en este caso a la diferenciada (12 centros en toda Andalucía)-, matando de este modo "mosquitos" a cañonazos. ¡Qué bonito! Otra estupidez.

Pues bien, no haria falta "blindar" ahora a la educación pública si estos socialistas se hubiesen preocupado de mejorar su calidad en todos estos años que han estado en el poder, tanto en Madrid como en Sevilla, en vez de hundirla a golpe de ocurrencias legislativas y de mala gestión. Si el personal prefiere la oferta concertada a la pública, lo que deberían en primer lugar es preguntarse por qué, en vez de coger viejas banderas que jamás se ocuparon de enarbolar cuando podían hacerlo con facilidad. He ahí la hipocresía colosal que nos brindan estos lumbreras de la política española y, sobre todo, andaluza cada legislatura. Pues nada, Andalucía Imparable, a por el quinto o sexto Pacto por Andalucía. ¡Qué más les da, los han incumplido todos!  ¡Deben tener los cajones de San Telmo llenos de papeles mojados! ¡Se van a ahogar!

Si quieren oír un discurso -por decir algo- trasnochado, falso, alejado de la realidad, panfletario e incluso mal leído, vean a la chulesca Sra. Marina Segura, ahora portavoz de educación de IU en el Parlamento Andaluz, argumentando (?) como concejal del Ayuntamiento de Morón. No tiene desperdicio. 



Y ahora comparen con el tono, el fondo y la perfecta articulación de la intervención del portavoz de IU, Sr. Ignacio García, en la anterior legislatura, cuando no eran socios del PSÉ. ¡Quién los ha visto y quién los ve ahora! Sobre todo al Sr. García, presidente de la esperpéntica comisión parlamentaria de los ERE´s, que lo ha callado para el resto de la legislatura, de la vergüenza que ha pasado tragando sapos y tapando las vergüenzas de sus socios del PSÉ.




No hay comentarios:

Publicar un comentario