INCOMPETENCIA DE APRENDER A APRENDER
Se han dicho muchas cosas de la LOGSE (1990), la mayoría malas, algunas buenas, pero casi todas, malas o buenas, han errado el tiro por mucho al centrarse en los aspectos más "ideológicos" de la ley, los que más suelen vender los políticos y comprar los medios de comunicación. En pocos sitios se ha hecho una crítica razonada de sus pocas luces y sus muchas sombras. Es cierto que treinta años después a casi nadie le interesa ya el tema, pero si queremos entender algo del naufragio en el que se encuentra nuestro sistema educativo actual deberíamos analizar por qué y cuándo se empezó a agujerear su casco. Veamos.
La LOGSE (1990) fue un mayúsculo error estructural, curricular y presupuestario. A partir de ahí, esa tormenta perfecta de equivocaciones se mantuvo tronando durante décadas porque las leyes posteriores -tanto las del PSOE como las del PP- lo único que hicieron fue enfangarse aún más en sus lodos. Ninguna hizo nada por corregir los graves errores iniciales. Al contrario que muchos, nosotros pensamos que LOGSE, LOCE, LOE, LOMCE y LOMLOE tienen más cosas en común que diferencias."Batallitas" como la de la Educación para la Ciudadanía, la Religión o las pruebas -que sí, que no- de septiembre, sólo han sido eso, batallitas que escondían la incapacidad y la poca voluntad de solucionar los graves problemas originados por la LOGSE. Para resumir, podemos desglosarlos en tres grandes apartados:
Errores estructurales: cierto que la LOGSE implantó un cambio estructural del sistema educativo que acabó con la doble vía configurada por Preescolar, EGB, (BUP o FP), pero la cerró en falso. La Educación Infantil (0-6) que trataba de acabar con la dualidad Guardería-Preescolar, lo único que ha hecho todos estos años ha sido consolidarla paradójicamente. Nunca se apostó por la construcción de Escuelas Infantiles 0-6. Fue uno de los muchos engaños -que no errores- de la LOGSE. La Educación Primaria se convirtió en una mini-EGB con dos cursos menos, dividida en tres ciclos como aquella. Se le impidió, así, ser una etapa con sentido propio sin tener que mirar y preparar para la ESO. La ESO, por su parte, ha sido el mayor desastre de la reforma estructural LOGSE. Estuvo mal planteada desde el principio. Nunca ha funcionado bien ni funcionará en el futuro. Concentra todos los desajustes del sistema creando una bolsa de problemas irresolubles que sólo se han intentado paliar con la bajada de niveles y/o la relajación de las exigencias académicas o evaluadoras (Vean aquí la última ocurrencia de la Comunidad Valenciana para calificar al alumnado en 1º y 3º de ESO). Y, finalmente, el Bachillerato ha perdido su identidad y su sentido -con respecto al anterior BUP- al reducirse a sólo dos cursos muy diversificados tras una ESO muy comprensiva que nunca ha contado con las necesarias medidas de atención a la diversidad para resolver la excesiva heterogeneidad de un alumnado "cautivo" -que no cautivado- bajo sus enseñanzas. En el fracaso de la FP no hace falta extenderse, basta constatar que la prometida "solución" de las enseñanzas profesionales ha formado parte de todos -TODOS- los programas electorales desde 1982, que muchas CCAA vuelven a crear los centros específicos de FP que la LOGSE eliminó, y que, en la actualidad, sólo la iniciativa privada está sacándola adelante ante el tapón colosal que supone las decenas de miles de estudiantes que durante décadas no han podido acceder a los grados profesionales por falta de ciclos y plazas públicas.
Errores curriculares: en esencia el currículo de las etapas educativas se ha mantenido constante -o en delirante aumento- desde la LOGSE. Por cierto, la LOGSE no supuso tampoco una ruptura con los anteriores programas renovados de la UCD de 1981. Tan sólo se limitó a maquillarlos con moderneces -como las áreas transversales, que nunca llegaron a funcionar- pero su núcleo disciplinar-académico-enciclopédico se ha mantenido intacto hasta la actual LOMLOE, por mucho que sigan predicando a sus feligreses que es un currículo elaborado por competencias. Ni por asomo. Por esa razón, durante todos estos años no ha sido necesario reformar la formación inicial del profesorado, ha bastado con darle un barniz de vocabulario en los CEP´s -o en el BOE- cada vez que se publicaba una nueva ley, y santas pascuas: constructivismo, transversalidad, competencias básicas, descriptores operativos, perfil de salida, rúbricas, situaciones de aprendizaje, etc., sin que la mayoría del profesorado entendiera nada. Tampoco hacía falta. Más barato imposible. Y a eso vamos.
Errores presupuestarios: en nuestro país nunca se ha invertido en educación en la medida que lo exigía adaptar y modernizar el sistema educativo heredado de la dictadura. Un sistema empobrecido y mal organizado que durante la larga posguerra se entregó a la iniciativa religiosa católica. Desde 1978, nunca, nunca, hemos superado la media europea en inversión educativa, ni siquiera cuando se aprobó la LOGSE, uno de cuyos errores más notables fue no acompasar los cambios que propugnaba con el dinero que hacía falta para implantarlos. Pero como las desgracias nunca vienen solas, lo poco que se ha seguido invirtiendo con las leyes posteriores se ha gestionado aún peor. Diecisiete CCAA -o quince si lo prefieren- han sumado ocurrencias y dislates a los del propio Estado y han malgastado o tirado directamente a la basura millones de euros que -con más cabeza y prudencia- hubieran podido ser destinados a mejor fin. Los ejemplos son numerosos: sólo por citar algunos de Andalucía, la compra masiva de ordenadores personales para cada estudiante -ya no queda ni uno-, la creación de los llamados centros TIC y DIG, con cambio de mobiliario y equipamientos -ya sólo quedan sombras-, o el Plan de Calidad -pagar al profesorado por aumentar los porcentajes de aprobados- que fracasó estrepitosamente-, han supuesto lacerantes muestras de irresponsabilidad política y nefasto manejo de los dineros públicos. Suponemos que, en otras CCAA, los ejemplos serán otros pero de parecido tono esperpéntico. Realmente, se ha utilizado el presupuesto educativo para la rentabilidad electoral, como en tantas otras cosas, -las obras públicas que ahora inundan nuestros pueblos y ciudades ante las próximas elecciones municipales son un buen ejemplo-.
En fin, para terminar, cuando se juntan todos estos errores, y se repiten ley educativa tras ley educativa, el resultado es obvio: naufragio absoluto del sistema educativo, desazón, desánimo y desconcierto del profesorado, agujero económico y desesperación por no adivinar siquiera la luz al final del túnel. Y lo de crear una nueva comisión parlamentaria para consensuar un Pacto de Estado por la Educación con vocación de estabilidad -al menos a veinte años vista- ya sólo suena a chiste macabro. Y no encontramos otra salida. Mientras tanto, a la ciudadanía se la mantiene entretenida en otras "batallitas", se la distrae con tonterías y cada cual al final sólo mira para lo suyo... Y la casa sigue sin barrer.
Faemino y Cansado representan un examen oral delirante en el siguiente vídeo. Estremece que se parezca demasiado a la realidad actual de algunas aulas. Será que no conocen la importancia del perfil de salida y la rúbrica. O no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario