viernes, 4 de noviembre de 2022

¿Diseñar situaciones de aprendizaje? ¡Menudo timo!

 

                INCOMPETENCIA DE APRENDER A APRENDER              

No aprendemos. No aprenden. ¿Se acuerdan los más veteranos del lugar cuando hubo que hacer "sábanas" de objetivos generales, específicos y operativos? ¿Y algunos algo más jóvenes cuando hubo que diferenciar entre conceptos, procedimientos y actitudes para programar bien? ¿Y cuando hubo que programar por competencias y descriptores operativos? ¿Saben para qué sirvieron todas esas ocurrencias? Claro que se acuerdan: PARA NADA. Bueno, sí, para que muchos perdieran la paciencia, el ánimo y el tiempo.

Ahora, con la LOMLOE, nos vienen con el diseño de situaciones de aprendizaje como algo esencial y novedoso para realizar las programaciones de aula. La clave de bóveda sobre la que descansará en el futuro la calidad educativa de nuestro país. ¡Ja! ¿Qué opinan? Pues sí, eso, ¡menudo timo! Otro. ¡Y encima inventado por los mismos listos que obligaron a miles de docentes a separar conceptos, procedimientos y actitudes ¡cuando la LOGSE en 1990!: el sr. César Coll y  la sra. Elena Martín, dios los confunda. Si en 1990 estaban equivocados -como bien se demostró poco tiempo después- al separar lo que no se podía separar -pues los aprendizajes deben ser integrados y no se puede programar la enseñanza de un procedimiento o actitud si no se trabaja, al mismo tiempo, un determinado concepto y viceversa-, ahora vuelven a liarla con la distinción entre diseño de unidad didáctica y diseño de situación de aprendizaje. No aprenden. No aprendemos.

Vamos decirlo a las claras: obligar al profesorado a diseñar situaciones de aprendizaje para programar ES UNA SOLEMNE ESTUPIDEZ. Eso sí, que les hará ganar dinero a unos cuantos listillos de segunda fila que se dedicarán a dar cursos y publicar libros, les dará una excusa a unos cuantos que quieran utilizarlo -inspectores, directores, jefes de estudios...- para fastidiar a los docentes e intensificar su puesto de trabajo sin ninguna contrapartida a cambio, y entretendrá a unos cuantos aburridos de la enseñaza o ingenuos profes que se crean esta memez y quieran aprender el "nuevo mensaje divino" que nos acercará a la tierra prometida.

¡Virgen santa! Si de verdad el diseño de situaciones de aprendizaje fuera la clave para programar y enseñar bien ¿por qué no empiezan por introducirlo en la formación inicial del profesorado? ¿por qué no obligan al profesorado universitario de los grados docentes y del MAES de secundaria a aprender y trabajar con dicho diseño? ¿Saben por qué? Porque nadie les haría caso. El respeto a la autonomía universitaria se lo impediría: cathedra mea, regulae meae. Mi silla, mis reglas. Que es lo que debería defender el profesorado no universitario, sí, nuestra cacareada autonomía pedagógica. (Y dicen que el latín no sirve para nada).

Pues hete ahí, que a los pobres docentes de a pie se les aparece un grupo de trasnochados universitarios -que jamás han programado nada en un aula- a decirles cómo tienen que programar sus clases. Vamos a ver, ¿conocen Vds. que la programación docente, o sea, el tercer nivel de concreción curricular, es competencia exclusiva del profesor/a en su aula?, ¿saben que cada docente puede explicitarla, escribirla o no, como le venga en gana? ¿No hacen gala de que la LOMLOE apuesta por la autonomía pedagógica de los centros y de su profesorado? ¿A qué viene, entonces, esta intolerable invasión de competencias sobre un profesorado ya harto y cansando de tantas pamplinas burocráticas, de tantos inútiles papeles que lo único que hacen es entorpercer la práctica docente? ¿Dónde están los sindicatos y las asociaciones del profesorado para combatirla? Cathedra mea, regulae meae.

Hay que negarse a hacerla (pinchen por favor en este enlace), aunque podríamos hacerlo también al estilo Bartleby, el escribiente de Melville: y diríamos a quien nos la pidiera "preferiría no hacerlo" y ¡santas pascuas! Que cada docente programe sus clases como quiera y que los defensores de la LOMLOE se vayan a fastidiar a la universidad, que buena falta le hace a la mayoría de su profesorado programar bien las nefastas y aburridas clases que da!

¿Quieren ver a dónde nos llevará esta obsesión por los papeles y la burocracia? Pues vean el siguiente vídeo de Cruz y Raya e imaginen que es un docente cuya programación es supervisada por un inspector. ¡Nos falta el boniato! ¡Vaya por dios!


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