lunes, 23 de mayo de 2011

Elecciones y Educación: Berlanga resucita.

INCOMPETENCIA SOCIAL Y CIUDADANA

Esta in-competencia básica supone pasarse por el forro las instituciones, los procedimientos y los valores que deben presidir la vida democrática. A continuación pasamos a describir la conversación mantenida -como si se tratara de un caso verídico de los del humorista Paco Gandía- entre un constructor y un miembro del equipo directivo de un instituto de la provincia de Sevilla, pocos días antes de las elecciones municipales del 22 de mayo:

Constructor: mire usted, vengo a exponerle mi problema. Me han adjudicado las obras de reforma del instituto hace unos meses pero de momento no hay ni licencia de obra ni ningún dinero, así que me han dicho que por qué no meto en el patio de recreo algún camión o alguna hormigonera porque van a venir a hacerle una foto.

Miembro del equipo directivo: (mudo de asombro) ¿Qué quiere usted? ¿Me lo puede repetir?

Constructor: lo que le he dicho, pero, digo yo, mire usted, yo no puedo hacer eso, porque, a ver, ¿como voy a dejar uno de mis camiones o la hormigonera en el patio? ¿Y si algún niño se le ocurre subirse y ocurre una desgracia? Además, ¿cuánto tiempo tendré que dejarlo ahí? A mi me hace falta para otras obras, ¿comprende usted? Yo necesito la obra, ya sabe usted como está de mal la cosa, así que... ¿no podría usted decirles que eso no se puede hacer? 

Miembro del equipo directivo: (cabreándose por momentos) No se preocupe usted que me voy a enterar de esta historia y, por supuesto, usted no va a meter ningún camión ni hormiguera en el patio. ¡Vamos, ni un carrillo de mano! ¿me ha comprendido usted?

Constructor: Muchas gracias, ¡no sabe usted el peso que me quita de encima!

¡Lo han adivinado!, efectivamente, una escena merecedora de formar parte de una película del genial Berlanga, por ejemplo, "Plácido", con sus pobres montados en carricoches paseándose por todo el pueblo para que los vieran comer en Navidad. Lo malo es que esta que les contamos no es una escena propia de la España de 1961 sino del siglo XXI, y además no es la secuencia de ninguna película sino tan real como la vida misma. Seguro que conocen más ejemplos parecidos a estos. Esta es una muestra de cómo se lleva a cabo la política educativa de construcción de escuelas y así se toman algunos -demasiados- unas elecciones municipales.

Para terminar, las escenas finales de "Plácido": al final son siempre los pobres los que cargan con el muerto.

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