miércoles, 18 de abril de 2012

Los recortes que vienen (III): ¿por qué no se van a su casa?

INCOMPETENCIA DE RAZONAMIENTO MATEMÁTICO


Mi casa está llena de mirtos,
la tuya está llena de rosas;
¿has visto a mis blancas ventanas,
llegar tus palomas?

Alfonsina Storni. Tú y yo. El dulce daño.


¿Es posible que este país pueda seguir gobernado por incompetentes? Respuesta: indudablemente. Su cultura democrática es tan primitiva y precaria que el personal sigue confiando en la selección negativa de los partidos para entregarse al líder de turno resultante cada cuatro años y no en la reflexión y el análisis de lo que hacen -no de lo que dicen- cada uno de ellos, votando en consecuencia. Parece que muchos votan con el hígado en vez de con el cerebro. Y así nos va a los andaluces. De este modo, los partidos políticos mantienen suelos electorales que prácticamente les blindan ante los posibles fracasos, corruptelas y ruinas. Hagan lo que hagan siempre habrá muchos que les sigan votando. Esta es la tragedia.

La maravilla de una democracia, sin embargo, es que, al menos teóricamente, puedes echar a los incompetentes, a los torpes, a los sinvergüenzas y a los idiotas, y mandarlos a su casa. Pero, el arma de cada ciudadano es su voto y su participación crítica durante esos cuatro años que dura. Y la calidad de ese voto y de esa participación depende de su capacidad de análisis y valoración política de la realidad. Y es ahí donde patinamos. Como decíamos en la entrada anterior, la tragedia de Andalucía es su ausencia de reflexión -parafraseando de nuevo a Chaves Nogales- y así, la esperanza se torna en impotencia, porque para realizar un buen análisis y reflexión sobre la realidad hace falta educación, educación política y ciudadana, justo de lo que carecemos gracias a un sistema educativo torpe, burocrático y mediocre como el que tenemos, a pesar de las reformas socialistas que hemos disfrutado durante estos treinta años. 

Aquí en Andalucía se sigue siendo de izquierdas o de derechas, del PSé o del PP o de IU, como se puede ser del Betis o del Sevilla, de la Macarena o de la Trianera, enterrando -si es preciso- la cabeza en la tierra -como los avestruces- para no ver lo que está pasando. Mientras el voto dependa de las filiaciones emocionales o de atavismos ancestrales, seguiremos empantanados en las dos o tres o diecisiete españas. Si algo nos enseña la vida y la obra de Chaves Nogales es precisamente que supo ver en su tiempo -ahora es fácil- los engaños, errores y crueldades tanto de los rojos como de los nacionales, de los bolcheviques como de los conservadores europeos. Su tragedia -la nuestra- fue que tuviera que exiliarse porque si no lo mataban unos, lo hacían los otros.

Les dejamos con una muestra divertida de reflexión y análisis económico y político sobre la segunda legislatura de Zapatero, -la Simiocracia, con perdón de los primates- ya que por lo visto para algunos en Andalucía no existió, y ahora todos los males, culpas y recortes provienen de las ganas de joder del PP nacional. En fin, para que se diviertan un rato y piensen, además.





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