domingo, 27 de mayo de 2012

Una incompetente prueba de competencia.


INCOMPETENCIA CULTURAL Y ARTÍSTICA

Despliega sus velas este barco
e inicio un viaje misterioso
¿más qué he hecho aquí sino viajar,
y misteriosamente?

Francisco Blesa. Libro Segundo. Mar Imperator Mundi.

Vamos a ver, ¿quiénes son los incompetentes que han elaborado la prueba de evaluación de diagnóstico de la Competencia Cultural y Artística que se ha perpetrado en Andalucía hace dos semanas? Esas criaturas son, desde luego, claros candidatos al concurso de "incompetentes del año" por alumbrar -a costa del erario público- un anticuado examen que lo único que diagnostica es la memez de los lumbreras que lo han diseñado.

En unos cuadernillos que habrán costado un "güevo" -con g de gasto inútil- tratan de evaluar dicha competencia cultural y artística a base de fotos, tacatá, porompompón y mucho lápiz y papel ¡como si esa competencia pudiera diagnosticarse con un cuestionario parecido al de los pasatiempos del tebeo! Era previsible. Si desconocen lo que tienen que diagnosticar, lo que les sale es un bodrio para tirarlo a la papelera. Pero mientras tanto, un numeroso colectivo de alumnos y profesores se han prestado a tan necio ejercicio, consumiendo horas de su tiempo y neuronas de sus maltratados cerebros.

Ya hemos sacado en este blog en reiteradas ocasiones la inutilidad de dichas pruebas y la concepción neoliberal que las impulsa como aparente control de las escuelas en aras de la eficacia y la rentabilidad económica. Pero lo que resulta verdaderamente patético es que aquí emulen en Andalucía a los equipos internacionales de las pruebas PISA con equipos de todo a cien que, más chulos que un ocho, elaboran pruebas que reinventan la nada y se quedan tan tranquilos encantados de haberse conocido.

Da grima ver cómo en la prueba de 2º de la ESO la música queda prácticamente reducida al conocimiento de algunos aspectos del... FLAMENCO, como si éste necesitara de la escuela para sobrevivir y evolucionar, y cuando en Andalucía -por muy importante que sea como fenómeno cultural- es una más de las numerosas variedades musicales que hoy se practican en esta tierra... y por andaluces. Pero eso sí, aquí los del PSé siempre han identificado cultura andaluza con copla y pandereta y llevan más de veinte años tratando de que el currículo andaluz se tiña de porompompero y olé sin ningún éxito. Viendo las pruebas, a los de fuera les dará la impresión de que aquí tratamos de enseñar a los jóvenes de los institutos para que salgan tocando la caja flamenca y dando jipíos a ritmo de soleares. ¡Dios, qué gente!

Y en cuanto al arte y a la plástica la prueba desciende a los niveles de un cuestionario de revista de fin de semana. Mediante fotos, los alumnos tienen que reconocer estilos artísticos, ciudades o países e interpretar colores, algunas de cuyas soluciones son más que discutibles, por lo que muchos profesores, saltándose las respuestas recomendadas, valoran los items a su criterio que, curiosamente, suele ser más sensato que el de los lumbreras que las han diseñado.

En fin, qué pena más grande -y no hemos iniciado una soleá- tener que aguantar a estos listos que gastan tan alegremente nuestro dinero y nos hacen perder nuestro tiempo gracias a esta incompetente prueba de la competencia cultural y artística. Para que se les pase el cabreo, ahí les dejamos en un barrio popular de Sevilla -el polígano San Pablo- con una muestra de arte vivo, que no huele a naftalina de enciclopedia Álvarez y que tiene más que ver con la competencia cultural y artística que los cuadernillos de diagnóstico de la Consejería de Educación:

  

Y siguiendo con la calle y con el arte, ahí van músicos callejeros que amplían el mundo en vez de reducirlo a mirarse el ombligo, por bonito y flamenco que sea:



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