INCOMPETENCIA DIGITAL
Y ahora, aquí, me encuentras dedicado al arte de vivir,
extraña arte en nuestros días. Pues la impotencia y la debilidad
y el miedo han llevado a negar el entorno del hombre.
Francisco Blesa. La Antilla, otoño. Mar Imperator Mundi.
¿Cómo se puede confundir tanto el culo con las témporas, con perdón? ¿Cómo se puede dilapidar de forma tan estúpida el dinero público y no pasar nada? Pues esto es lo que ha ocurrido en estos últimos años con uno de los programas "estrella(dos)" de la Consejería de Educación: los Centros TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), o la nueva versión de la pomposa Escuela 2.0 de ZP, tan dócilmente aplicada aquí en Andalucía por Griñán, el Galo.
Lejos de evaluar qué ha pasado estos años con la introducción salvaje de ordenadores en los centros, sin tener en cuenta la necesaria formación didáctica de su profesorado para digerir tremendo atracón y sin un mínimo sentido común para controlar los tiempos ni los presupuestos, la Consejería de Educación ha hecho otra vez gala de su despilfarro habitual en la gestión de los fondos públicos, creando más problemas de los que había sin por ello avanzar un ápice en la mejora de la competencia digital del alumnado y de su profesorado. Eso, suponiendo -lo que es mucho suponer- que no sea más que discutible pedagógicamente el uso masivo de las TIC en los centros educativos, que aquí no vamos a abordar ahora.
Lo que se está viviendo hoy en los centros llamados TIC es algo parecido a esto: la mayoría de su profesorado sigue sin utilizar para nada los ordenadores. Eso sí, cuando falta un profesor/a, las guardias se hacen más tranquilas porque se permite en la mayoría de ellas que el alumnado utilice sus portátiles o los ordenadores de las clases para "entretenerse". Pero, didácticamente, es ínfimo el número de profesores que utilizan las TIC de manera habitual en sus clases para dar clase, y por tres motivos principalmente; primero, porque no existen materiales adecuados al entorno "Guadalinex" para ser utilizados ni en todas las materias ni en todos los niveles de enseñanza; segundo, porque requiere una formación e interés que muchos profesores no tienen -ni quieren tener, tal y como está la cosa-; y tercero, por los problemas que da la tecnología TIC en el desarrollo de las clases ya que todavía resulta más fiable una tiza o un libro de texto que un servidor de internet, un portátil o una pizarra digital de la Consejería.
Por otro lado, los coordinadores-TIC de los centros-TIC se dedican, mayormente hoy, a desfacer "entuertos" de ordenadores que se estropean, portátiles que se pierden o se roban o se venden, servidores que se caen..., travestidos en pseudotécnicos de mantenimiento y "chicos para todo" que en lo que debieran ser, esto es, dinamizadores didácticos de la introducción de las TIC en los centros, y además, sin apenas reducción horaria para dedicarse a estas tareas. A esto se añaden los miles de problemas que están dando los portátiles de los más pequeños: muchas familias -y profesores y jefes de estudios- se quejan de la adicción que está apareciendo en muchos de sus hijos pequeños en el uso de juegos, chats y redes sociales, uso de páginas inadecuadas de internet, ciberacoso, etc., que se convierte en una tentación excesivamente fuerte para ser combatida tanto por los pequeños como por sus padres y que genera en el profesorado la necesidad de resolver frecuentes situaciones disruptivas en las clases y falta de atención y tiempo para estudiar, en los chavales.
Si a todo este disparate le sumamos la cantidad de MILES DE MILLONES DE EUROS que nos ha costado y que sigue costando, lo que obtenemos es una barbaridad didáctica y política que debería mandar a su casa a todos aquellos que la diseñaron y la siguen sosteniendo. ¿Acabará la crisis con este disparate? Si es así, algo bueno habrá tenido al menos. ¿Hubiera sido tan difícil haber diseñado una introducción de las TIC más prudente, eficaz y barata? ¿No hubiera bastado en estos años con disponer de un sólo cañón virtual en cada clase y un portátil para cada profesor, junto con dos o tres aulas equipadas con ordenadores en cada centro? ¿Tan difícil era pensar en una introducción más pausada de las TIC acompañada de estímulos para la formación a medio plazo del profesorado? ¡Qué caro nos está saliendo a todos la mediocridad y la incompetencia de esta gente!
Porque una introducción atolondrada, imprudente, de las TIC -como se ha hecho y se sigue haciendo-, no sólo es cara y poco eficaz sino que genera múltiples problemas añadidos para los que ni los profesores ni las familias se encuentran preparados. Al final, será la salud de los jóvenes así como la convivencia familiar y escolar las que se verán afectadas irremediablemente. Les dejamos con el siguiente vídeo para reflexionar un poco sobre todo esto.
Lo que se está viviendo hoy en los centros llamados TIC es algo parecido a esto: la mayoría de su profesorado sigue sin utilizar para nada los ordenadores. Eso sí, cuando falta un profesor/a, las guardias se hacen más tranquilas porque se permite en la mayoría de ellas que el alumnado utilice sus portátiles o los ordenadores de las clases para "entretenerse". Pero, didácticamente, es ínfimo el número de profesores que utilizan las TIC de manera habitual en sus clases para dar clase, y por tres motivos principalmente; primero, porque no existen materiales adecuados al entorno "Guadalinex" para ser utilizados ni en todas las materias ni en todos los niveles de enseñanza; segundo, porque requiere una formación e interés que muchos profesores no tienen -ni quieren tener, tal y como está la cosa-; y tercero, por los problemas que da la tecnología TIC en el desarrollo de las clases ya que todavía resulta más fiable una tiza o un libro de texto que un servidor de internet, un portátil o una pizarra digital de la Consejería.
Por otro lado, los coordinadores-TIC de los centros-TIC se dedican, mayormente hoy, a desfacer "entuertos" de ordenadores que se estropean, portátiles que se pierden o se roban o se venden, servidores que se caen..., travestidos en pseudotécnicos de mantenimiento y "chicos para todo" que en lo que debieran ser, esto es, dinamizadores didácticos de la introducción de las TIC en los centros, y además, sin apenas reducción horaria para dedicarse a estas tareas. A esto se añaden los miles de problemas que están dando los portátiles de los más pequeños: muchas familias -y profesores y jefes de estudios- se quejan de la adicción que está apareciendo en muchos de sus hijos pequeños en el uso de juegos, chats y redes sociales, uso de páginas inadecuadas de internet, ciberacoso, etc., que se convierte en una tentación excesivamente fuerte para ser combatida tanto por los pequeños como por sus padres y que genera en el profesorado la necesidad de resolver frecuentes situaciones disruptivas en las clases y falta de atención y tiempo para estudiar, en los chavales.
Si a todo este disparate le sumamos la cantidad de MILES DE MILLONES DE EUROS que nos ha costado y que sigue costando, lo que obtenemos es una barbaridad didáctica y política que debería mandar a su casa a todos aquellos que la diseñaron y la siguen sosteniendo. ¿Acabará la crisis con este disparate? Si es así, algo bueno habrá tenido al menos. ¿Hubiera sido tan difícil haber diseñado una introducción de las TIC más prudente, eficaz y barata? ¿No hubiera bastado en estos años con disponer de un sólo cañón virtual en cada clase y un portátil para cada profesor, junto con dos o tres aulas equipadas con ordenadores en cada centro? ¿Tan difícil era pensar en una introducción más pausada de las TIC acompañada de estímulos para la formación a medio plazo del profesorado? ¡Qué caro nos está saliendo a todos la mediocridad y la incompetencia de esta gente!
Porque una introducción atolondrada, imprudente, de las TIC -como se ha hecho y se sigue haciendo-, no sólo es cara y poco eficaz sino que genera múltiples problemas añadidos para los que ni los profesores ni las familias se encuentran preparados. Al final, será la salud de los jóvenes así como la convivencia familiar y escolar las que se verán afectadas irremediablemente. Les dejamos con el siguiente vídeo para reflexionar un poco sobre todo esto.
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