INCOMPETENCIA DE APRENDER A APRENDER
Todo es adrede y por eso construyen ideologías/basura
donde intentan moler las virutas de vida.
De la vida, la nuestra. Ah, pero no podrán.
Mario Benedetti. Todo es adrede. Vivir adrede.
Ahora que está de moda intensificar el horario de trabajo del profesorado -a la vez que se le reduce su ya menguado salario- y gracias a una idiota versión neocalvinista de la obsesión por el trabajo -tan propia de los fríos países de tradición protestante- debería intensificarse también el horario de los alumnos, al fin y al cabo, si sus padres están todo el día trabajando por una miseria y no pueden hacerse cargo de ellos salvo para acostarlos, debería aumentarse a 35 horas el horario semanal en la Educación Infantil y Primaria, y a 40 el de la Educación Secundaria y Formación Profesional. No costaría más dinero porque el profesorado actual ya trabajaría esas mismas horas y piensen lo que se ahorraría en planes de apertura, en actividades complementarias por las tardes o en canguros para las familias. ¡Y qué beneficio para la conciliación familiar: cuanto menos se vean más duraderas serán sus relaciones!
Algo así deben estar pensando nuestros admirados políticos educativos cuando lanzan tímidamente cada verano la idea de utilizar el mes de julio -y no sabemos por qué no lo hacen también con el de agosto- para seguir machacando al personal en las escuelas. Cuando, además, sólo aumentando el horario semanal se lograrían enseñar completos los currículos enciclopédicos que se vienen inflando como un globo maldito desde la Ley General de Educación de 1970. Eso sí, el tostón curricular será de tal calibre que los estudiantes acabarán lo suficientemente atontados como para poder ver Canal Sur sin rechistar antes de acostarse hastiados de la vida. Así que, más curriculum y menos vitae, que la vitae sólo trae problemas con su mijita de guasa, de emociones, de pasiones, de líos, de rebeldías y de actos y pensamientos impuros diversos... De este modo, nuestros alumnos no sabrán nada que valga la pena saber pero irán seguro al austero cielo de la Merkel -aunque mortalmente aburridos como ella, y con esa cara tan descolgada que parece no haberse dado una alegría hace años en esa cosa tan peligrosa que se llama Vida y que curiosamente es lo pasa ahí fuera mientras todos estamos encerrados en una clase con un currículo mediocre.
Y si los empleados públicos o los docentes no saben qué hacer con el aumento de horas que se les viene encima, vean lo que se puede hacer con un máquina de escribir... o sin ella, en esos tiempos muertos y aburridos. Que se diviertan.
Y ahora veamos el original de Jerry Lewis en Lío en los grandes almacenes. Una secuencia inolvidable.
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