INCOMPETENCIA DE RAZONAMIENTO MATEMÁTICO
Cuando la guerra se disfraza de paz,
es la peor de las paces.
Mario Benedetti. Guerra y Paz. Vivir adrede.
Más que la austeridad -que brilla por su ausencia en quienes todavía pueden elegirla y no lo hacen- lo que se lleva este verano es trabajar más pero ganando menos, todo un logro socio-económico después de más de cien años de movimiento obrero, eso sí, dilapidado en menos de una década por una irresponsable clase política, tanto de derecha como de izquierda -incluso unida-. Aunque bien mirado, los mercados han logrado que trabajar sea hoy un privilegio en vez de un derecho constitucional, así que los casi cinco millones de parados ni siquiera pueden beneficiarse de la enorme ventaja social que supone que te paguen menos mientras trabajas más. Deberían quitar el derecho al trabajo -como el de la vivienda y el de la educación- de la Constitución, al menos así no nos llamaríamos más a engaño en los tiempos que corren y en los que se avecinan.
En la Educación andaluza, lo que la coalición de izquierdas ha decidido este verano es que los docentes trabajen también más por menos. Y todavía habrá galgos que corran detrás de ese conejo de plástico y crean que así salvarán a la patria de Blas Infante -pobrecito, deberá estar removiéndose en la tumba cada vez que le hacen un homenaje interesado en el Parlamento. Y es que la alienación del trabajador es tal en estos días que todavía dará gracias al Creador -o al bosón de Higgs si es laico- por hacer gratis lo que los bancos no dan como no sea quitándotelo antes. Ya se sabe: alienación entendida como fenómeno de suprimir, desposeer o deshacer la personalidad del individuo, mediante el control y anulación de su libre albedrío, esto es, para hacerlo dependiente de lo dictado por otra persona u organización. No hay nada más fácil que quitar la dignidad y la libertad a una persona con miedo, con miedo a perder su trabajo y a no poder mantener a su familia. Y en esas estamos ¡cómo hemos avanzado hacia atrás!
Trabajemos gratis, es más, esclavicémosnos al mejor postor, a la propia Consejería de Educación, a aquel patrón que nos haga trabajar más y no nos pague nunca, sólo palmaditas en la espalda o patadas en las espinillas de vez en cuando para estimularnos. ¡Quién nos iba a decir a los andaluces que podemos acabar como los chinos o los pakistaníes o los indios o los coreanos... trabajando catorce horas diarias casi gratis para que otros puedan lucir -made in Andalusía- unos bonitos botines de marca cuando hagan footing antes de entrar a disfrutar en el banco o en el parlamento! Pues eso: trabaja más y cobra menos para que ellos puedan hacer justo lo contrario, trabajar menos y ganar más. No hay nada más post-moderno hoy. Ponte al día y salva a la Educación... o a tu banquero o a Valderas, pero salva a alguien.
Ya lo pusimos aquí hace unos meses pero ahora viene que ni pintado. Les dejamos con José Mota. Parecía un chiste, pero era la pura verdad. ¡Qué miedo!
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