domingo, 19 de mayo de 2013

La LOMCE: se avecina un debate estúpido.

INCOMPETENCIA DE COMUNICACIÓN LINGÜÍSTICA

Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.

Luis Cernuda. Donde habite el olvido. La Realidad y el Deseo.


Una vez que la LOMCE ha sido aprobada en el Consejo de Gobierno, comienza su andadura parlamentaria. Se avecina, en la calle y en los medios, un debate que -mucho nos tememos- estará plagado de estupideces y mentiras. Como tantas veces. Y la casa, seguirá sin barrer. Los políticos de este país, hace tiempo dejaron de estar a la altura de las graves circunstancias que viene sufriendo el sistema educativo español y, aún peor, el andaluz, y siguen mostrándose incapaces de llegar a un pacto social de estado sobre la Educación. Al igual que hicieron hace años con el terrorismo o con las pensiones. Se acomete así una nueva reforma educativa, otra más, para afrontar el fracaso educativo generalizado a que nos han conducido las reformas socialistas y el ejemplo zapateril -!qué maldita herencia ha dejado este impresentable en todos los campos!- de haber derogado la anterior LOCE (2002) del PP, de manera tan prepotente como inútil.

Al igual que ocurriera años atrás con el bobo y estéril debate sobre la asignatura de Educación para la Ciudadanía, ahora algunos nos harán creer que el hecho de que se evalúe la Religión, o que se pueda estudiar en castellano en Cataluña, serán los argumentos esenciales que explicarán lo retrógrado y equivocado de esta nueva reforma educativa. Como si estos temas tuvieran algo que ver con el sonado fracaso actual de nuestro sistema educativo, fraguado ya desde la promulgación de la LOGSE socialista en 1990. Casi treinta años de desastre educativo, de responsabilidad socialista -ya que han sido éstos los únicos gobiernos que han logrado imponer su pobre visión educativa sin resultado positivo alguno-, se resumirán, como los mandamientos, en dos tonterías que se repetirán a partir de ahora en los medios afines hasta el hartazgo: que con la LOMCE volvemos al nacional-catolicismo porque se evaluará la Religión y se potenciará la enseñanza confesional, y que volvemos al periodo preconstitucional porque se le va a meter mano a los nacionalismos excluyentes y coñazos, como el catalán, para posibilitar que quien quiera estudiar en castellano lo pueda hacer sin obstáculos. ¡Todo un hallazgo!

Se avecina, pues, un argumentario dirigido más a imbéciles que a personas entendidas y preocupadas por los serios problemas que aquejan a la Educación en España desde hace décadas. Pero sin duda les será más rentable mediáticamente a estos lumbreras, combatir la LOMCE desempolvando viejas consignas, que esgrimiendo razones serias y contrastadas. De este modo, tratarán por todos los medios que no exista la posibilidad de que otra perspectiva distinta, tan legítima como fue la de ellos, pueda afrontar los problemas que no se han sabido resolver todos estos años. La LOMCE, sin duda, puede ser mejorable, y se podrá hacer -o no- en el trámite parlamentario que ahora se inicia, ya veremos. Pero, de momento, habría que concederle, al menos, el beneficio de la duda. La duda de otro posible fracaso futuro, frente al desastre, este sí constatado y presente, de las anteriores leyes socialistas: LODE, LOGSE, LOPEGCE y LOE. Nada menos que cuatro leyes orgánicas les han hecho falta a los gobiernos socialistas para parchear un modelo educativo que sigue sin funcionar y que han venido manteniendo sin pactar con nadie que no comulgase, eso sí, con su -digamos peculiar- visión del mundo educativo, como poco.

A partir de ahora, en este blog, nos gustaría mantener un debate serio, no imbécil, sobre los distintos apartados escritos que contiene la nueva Ley, con argumentos y propuestas de mejora, no con consignas para descerebrados o intuiciones más o menos cercanas a la videncia. Y, desde luego, denunciaremos todas las estupideces que, a partir de ahora, florecerán sin duda en los medios. Desgraciadamente, muchas de ellas, procedentes de aquellos que, paradójicamente, tuvieron la oportunidad histórica, durante casi treinta años, para que esta situación no llegara nunca a producirse. Seguramente por ello, este blog seguirá sin gustar a mucha gente. Pero qué le vamos a hacer. Ahí les dejamos con algo del humor de Faemino y Cansado, que parodian las medidas que a veces toman nuestros políticos, para prepararnos frente al debate apocalíptico que se nos avecina. No se lo tomen mucho en serio, por si acaso. Nos referimos al debate educativo, no a Faemino y Cansado, por supuesto.



2 comentarios:

  1. En las políticas educativas hay dos planteamientos extremos, que conducen a dos modelos diferentes de escuela. De un lado están aquellos que consideran que la educación reglada o formal debe ser para aquellos que la merecen o la pueden aprovechar, y no para los que no quieren estudiar o no tienen capacidad para hacerlo, mientras que en el otro extremo se encuentran los que consideran que la educación debe ser para todos, sean cuales sean sus circunstancias o peculiaridades, ya que la escuela es un poderoso mecanismo de compensación de desigualdades y debe concebirse de manera que sea capaz de cumplir esta función. De hecho, una de las principales diferencias entre los distintos sistemas educativos es el momento en que comienza a seleccionarse a los alumnos, obligándoles a optar por una u otra vía según cumplan, o no, ciertos requisitos.
    La futura ley de educación sigue apostando, al menos sobre el papel, por un modelo inclusivo de escuela, al igual que lo hicieron las leyes anteriores. Sin embargo, esta forma de concebir la escuela no se puede imponer por decreto, sin que la sociedad en su conjunto ni muchos de los que lo tienen que aplicar estén convencidos o preparados para hacerlo, y se ha aplicado conservando muchos de los rasgos de la escuela tradicional, entre ellos la mayoría de las prácticas que conducen inevitablemente a la selección. Desde el momento en que los alumnos se agrupan por cursos, siguiendo el criterio de tener la misma edad, y el Estado fija unos conocimientos mínimos que todos deben alcanzar en cada nivel, ya se está desvirtuando la esencia de la inclusión.
    Ante lo contradictorio de la situación, en la que al final priman más los resultados que los procesos, se buscan todo tipo de fórmulas y de apaños, manteniendo la ilusión o la apariencia de que se atiende a la diversidad, cuando lo que se está practicando son distintas formas encubiertas de selección, acompañadas de una tendencia creciente hacia la igualación a la baja.
    Me da la sensación de que, tanto con una ley como con las otras, el problema sigue sin solucionarse.
    http://www.otraspoliticas.com/educacion/%C2%BFinclusion-o-seleccion

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  2. Totalmente de acuerdo. Pocas veces he visto escrito de forma tan clara que el debate educativo no puede estar centrado en si LOE si o LOMCE no, ya que todas las leyes educativas desde la LOGSE no son sino variaciones más o menos estúpidas sobre el mismo modelo educativo. Es más, se parecen entre sí mucho más de lo que se diferencian, de ahí que el debate actual me parezca una nueva cortina de humo para no hablar de la Educación que realmente necesitamos cara al s. XXI, de los verdaderos retos que tenemos delante, de los problemas ya clásicos que seguimos teniendo y que no se arreglan con contenidos "más de lo mismo" ni con más escuelas-industria. Pero ya verán como hablaremos de estupideces que tratarán de hacer ver lo "mala" que es la LOMCE y lo "buena" que era la LOE. Lo de derechas que es la LOMCE, y lo de "izquierdas" que era la LOE. ¡Dios mío qué país de incompetentes!

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