martes, 14 de enero de 2014

Siguen en la calle 1.000 monitores de apoyo administrativo.

INCOMPETENCIA SOCIAL Y CIUDADANA

Hace unas entradas les comentábamos el despido por la cara de 1.000 monitores de apoyo administrativo de los centros educativos andaluces. La Consejería del Sr. Alonso, ignorando las convocatorias y los acuerdos que mantenían a estos trabajadores en los centros desde hace ocho años, de los que por cierto nadie se quejó, argumentando no se qué "racionalización" de dichos puestos, no tuvo más reparo que dejarlos en la calle y sin esperanza antes de Navidad. De modo que, si bien hace unos años la "externalización" de estos servicios administrativos -privatización y precarización del empleo diríamos todos, menos ellos, claro- se consideró por parte de la Consejería de Educación una medida adecuada para cubrir estas necesidades de los centros, ahora, resulta que el Sr. Alonso quiere "regular" de nuevo la contratación de estos puestos, eso sí, echando primero a todos a la calle y, después, ya veremos quién entra. ¡Como si hubieran sido otros, y no su propio partido, el PSÉ -"obrero" ya no queda nadie, ni su presidenta siquiera- los que hubiesen perpetrado dicha "externalización" de contratos vergonzante!

Lo que sin duda es cierto, es que estos casi 1.000 trabajadores han sido "puteados" -con perdón- por dos veces. Primero, cuando se les ofreció un trabajo precario y mal pagado mediante "subcontratas" vergonzantes auspiciadas por la propia Consejería de Educación y, después, cuando se les despidió sin contemplaciones, años después, aduciendo justo como excusa la misma tropelía que les dio acceso al trabajo: falta de transparencia y falta de formación. ¡Tiene cojones! Son maestros en soplar y sorber simultáneamente sin darse por aludidos. 

Pero casi mil familias siguen ahí perdiendo el tiempo y las pocas esperanzas que les quedan. Hasta el PP ha exigido al gobierno andaluz una solución urgente para este colectivo de trabajadores maltratados. Los sindicatos de "clase", sobre todo CCOO -la UGT está ahora muy distraída mirando facturas-, probablemente "cómplices" entonces -por acción u omisión- de la privatización encubierta, ahora tímidamente sacan la "gaita" para defender a estos trabajadores. Justo como en la mítica película Casablanca cuando el capitán de policía Louis Renault (impagable Claude Rains) le cierra el garito a Rick (Humphrey Bogart) diciendo impostadamente "¡Es un escándalo, he descubierto que aquí se juega!", mientras recibe a escondidas las "ganancias" que le entrega un empleado del casino. 

Es que viendo películas se aprende mucho de lo que pasa aquí en Andalucía. Ahí les dejamos con dicha secuencia de la película Casablanca. Por eso resulta su fama imperecedera, porque retrata exactamente lo esencial de las bajezas humanas.


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