INCOMPETENCIA SOCIAL Y CIUDADANA
En 2019, la ONU proclamó el 24 de enero como Día Internacional de la Educación. Malo. Cuando se enquista un problema no hay nada como fijar una fecha de celebración para ponerle una lápida encima y no hacer nada más. Y tenemos tantos problemas sin resolver que, prácticamente, ya no existen fechas libres en el calendario para fijar más celebraciones internacionales. Nuestros gobernantes son expertos en este tipo de estrategias de puro marketing político para, a continuación, poner cara de tontos, lanzar proclamas grandilocuentes delante de una cámara... y no mover un maldito dedo. Porque, si de verdad la Educación, como proclama la ONU, jugara un papel crucial para la paz y el desarrollo, otro gallo cantaría.
Las cifras mundiales en materia educativa son escalofriantes en pleno siglo XXI: analfabetismo, desigualdad, absentismo, adoctrinamiento, inequidad, abandono. Pero, mira por donde, ya tenemos un Día para celebrarlo. ¡Pues qué bien! Pero no hay que irse al continente africano o al sudamericano para comprobarlo. Es más, no tenemos ni que salir de Andalucía, nuestro cercano terruño, para encontrar cifras preocupantes relativas al fracaso y abandono escolar, la brecha digital, la desigualdad de oportunidades educativas, la falta de recursos, la falta de equidad, el déficit de atención a la diversidad y tantos otros temas que siguen pendientes de solución y que nos mantienen a la cola de España y de Europa. ¿Qué tenemos que celebrar en Andalucía?
Huyamos, pues, de días internacionales. Huyamos, pues, de soflamas huecas. Todos los días del año deben ser días para celebrar la construcción de un sistema educativo justo y de calidad, para lograr una educación que, como dice la ONU, sea garante de paz y desarrollo de los pueblos del mundo. Y para hacer esto posible necesitamos un profesorado bien formado -que aún no tenemos- y dignificado -que aún no se ha logrado-. "Obras son amores y no buenas razones", le diríamos a la ONU y a todos los agentes sociales, y eso sólo es posible si hacemos de la Educación una acción común, consensuada y sostenible, así como blindarla ante cualquier tipo de uso partidista o tacticismo político como, desgraciadamente, se ha hecho hasta ahora en nuestro país.
Hasta que no veamos a nuestros políticos -de toda condición y color- dar pasos en esa dirección no tendremos motivos para celebrar nada. Así que no nos distraigan con estupideces de fiestas de cumpleaños, por favor, aunque vengan de la mano de la ONU o de la UNESCO.
Y para finalizar, recordemos que no es posible lograr un buen sistema educativo sin un buen profesorado. Esto es un axioma educativo que se olvida fácilmente. Así que aquí les dejamos la selección de una interesante conversación mantenida por el escritor Pérez Reverte con el periodista Jesús Vigorra sobre la Guerra Civil española. Pero si no les interesa especialmente este tema, no se preocupen, vayan directamente al minuto 40 del vídeo y no pierdan detalle sobre la importancia que le concede nuestro académico a la enseñanza de la Historia y al papel imprescindible que deben representar los maestros -bien formados, no manipulados ni adoctrinados- para evitar, en el futuro, cualquier barbarie como la sufrida por el pueblo español gracias a una educación lúcida y crítica de las nuevas generaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario