viernes, 23 de septiembre de 2011

La desorientación.

INCOMPETENCIA DE CONOCIMIENTO DE LA REALIDAD


A mediados de los años setenta, en plena transición política, circulaba un chiste algo surrealista entre los alumnos de COU -que aún recibíamos clase de Formación del Espíritu Nacional a cargo de un profesor falangista de última hora-, que decía: "Cincuenta mil falangistas iban por el desierto cantando, ¡Joooosé Antoooonio, nuestra Luz y Guíaaaaaaaa!". El narrador entonces se tomaba un pequeño respiro y esperaba que alguien de la concurrencia le apremiara con la conclusión, "bueno..., ¿y qué?, ¿qué pasó?". "¡Que se perdieron!", sentenciaba divertido el del chiste mientras todos nos reíamos a carcajadas. Al profesor desde luego no le hacía maldita la gracia. En estos tiempos que corren, podríamos sustituir oportunamente falangistas por socialistas y José Antonio por Zapatero y seguiria cobrando sentido el chiste; o, si lo prefieren, falangistas por populares y José Antonio por José María, pero seguro, que aún así y en ambos casos, el chiste pierde algo de la gracia que tenía entonces. 

Y es que la naturaleza de la política y de los partidos de hoy tienen todavía mucho que ver con aquella Formación del Espíritu Nacional tardofranquista. De ahí que, por ejemplo, en vez de hacer autocrítica de lo mucho errado, los socialistas prefieran entregarse a un nuevo líder ya talludito y de dudosa credibilidad -como Rubalcaba- para que los guíe por la travesía del desierto que se les avecina, -en vez de confiar en el trabajo honrado, las ideas y el ejemplo de su gente de base -si es que no es ya demasiado tarde para eso-. Y lo mismo podríamos decir, y bien que lo pagaron caro, respecto de la bobalicona sumisión de los populares a un insigne dirigente tan poco acreditado como Aznar. Lejos de escarmentar, cual rebaño desorientado ansían que otro perro pastor les guíe, a ver si hay más suerte esta vez, y no se encaminan al matadero.

Decimos esto, no sólo porque a todas luces los "líderes" políticos están hoy en horas bajas en todos los continentes, sino porque ni siquiera hoy orientar o guiar debe basarse ciegamente en la consigna de un líder o en la receta de un experto orientador, sino por el contrario, en ayudar -a cada persona o a cada grupo social- a la búsqueda autónoma del propio camino, la construcción del propio destino. Y aquí es donde viene la desorientación que sufrimos en tantos aspectos, también en el de la orientación educativa, curiosamente. La gente sigue buscando líderes, gurús y recetas mágicas que les resuelva cómodamente eso tan penoso y costoso que es trabajar, pensar y decidir por uno mismo. Y eso, a los fabricantes de líderes les va que ni pintado.

Orientar es hoy, sin duda, una profesión difícil si se entiende como se debe. Quizás por eso la Consejería de Educación de Andalucía, defraudada porque quiso ver en los orientadores de antaño una especie de "vendedores" del humo de la LOGSE -algunos incluso se lo creyeron- y de su política errática, ahora trata de relegarlos a ser meros acólitos del equipo directivo de turno, de acuerdo a lo que establece el nefasto Decreto 327/2010 -que establece el Reglamento Orgánico de los institutos-, porque empiezan a resultar incómodos testigos de los caprichos y ocurrencias que se perpetran cada día en la política educativa andaluza y en algunos centros.

Si fueron mal vistos entonces por buena parte del profesorado, en la actualidad muchos centros -aquellos que han tenido la suerte de disponer de buenos profesionales de la orientación-, valoran como imprescindible su labor, aún a pesar de su tardía introducción en nuestro país -los primeros orientadores educativos en Europa y EEUU aparecen en los años treinta del s. XX y hoy constituyen una profesión necesaria, consolidada y respetada-.

Resulta, por ejemplo, impresentable que la profesión esté prácticamente desregulada en Andalucía -las órdenes que lo hacían, y que tanto trabajo costó publicar, se derogaron incomprensiblemente sin ofrecer nada a cambio-; lo que da pie a que algunos equipos directivos -de liderazgo pedagógico más bien
cortijero- puedan campar por sus dominios ninguneando a profesionales que, bien entendidos, resultan imprescindibles para articular proyectos educativos de calidad. Hasta las asociaciones profesionales de orientadores son hoy en Andalucía poco más que simples comparsas de la Consejería de Educación a cambio de las migajas -las llaman convenio- que se les arroja por debajo del mantel, comprando así, harto barata, su función crítica y comprometida con la mejora y la dignidad profesionales. Sorprendentemente no han alzado la voz, siquiera un poquito, para dar a conocer todos estos años lo que está pasando en tantos temas educativos de su interés más allá de sus cuitas personales. Una verdadera pena -e inmerecido trato- para un colectivo incomprendido por muchos pero, en su mayoría -siempre hay excepciones lamentables como en todos los colectivos-, constituido por jóvenes profesionales ilusionados y bien preparados.

Las comparaciones son odiosas, por eso nos gustan. La Comunidad Foral de Navarra dispone de un sistema de orientación completo y regulado por Decreto ¡DESDE 1999!; y mantiene departamentos de orientación compuestos por varios profesionales en todos sus centros educativos, desde Infantil a Bachillerato. Quizás se deba a que Navarra invierte justo el doble que Andalucía por alumno/año o también a que su política educativa ha estado a cargo de personas competentes y responsables. Sea como fuere, la brecha educativa entre las Comunidades Autónomas no ha dejado de crecer en las últimas décadas, también en lo que afecta al sistema de orientación educativa, y nosotros aquí seguimos, imparablemente en la cola. Y muchos en la del paro. 

Para acabar, y dedicado a los que de tanto mirar para atrás terminarán convertidos en estatuas de sal, Curtis Johnson nos habla de la necesidad de un aprendizaje disruptivo para salir de la crisis educativa que atravesamos. Todo un tema para debate en relación al uso de las TIC.





2 comentarios:

  1. 30 años de políticas educativa de "izquierdas" se nota.

    Que bien queda poner en los preámbulos de las leyes eso de "la orientación como pilar de calidad del sistema educativo". Sin embargo la realidad es bien diferente.

    Asusta y mucho la declaración de intenciones de la administración con los Decretos 327 y 328 / 2010 que regulan respectivamente la organización y funcionamiento de los centros educativos. decretos que, por cierto, están ya impugnados en los juzgados por su dudosa legalidad.

    La descentralización democrática y participativa a la que el PSOE ha conducido a los centros, concentrando una innumerable cantidad de funciones en la figura del Director, es solo una muestra por donde discurre , hoy día, la política educativa de nuestra comunidad autónoma.

    Es difícil educar en valores y en la convivencia con sememejantes ambientes de participación y eso se refleja en los resultados, las tan denostadas evaluaciones de diagnóstico que tantas "alegrias" nos están dando.

    La situación de los Departamentos de Orientación en los centros se ha convertido en una auténtica comedia cómica. Apartados de su limitada capacidad de decisión en favor de los directores, sin regulación normativa y con la atribución de la docencia lectiva,hablamos de un colectivo que lejos está de lo que debería ser: factor técnico de calidad. En esta situación, nos hacemos una idea del retroceso tan tremendo a lo que han relegado a la Orientación Educativa.

    Cada vez más desacreditados y con más detractores en las filas de la administración, ya ni siquiera gozan a efectos de sustituciones de ninguna prioridad en los presupuestos asignados a los directores de los centros para la gestión de las sustituciones. Ningún docente cuestiona hoy, por desgracia, que las sustituciones de un profesor de Lengua o matemáticas sea infinitimanete más necesaria que el llamamiento a profesionales de la Orientación, cuyo vacío en los centros, estén o no de servicio, se hace más patente en una bolsa de trabajo que es una auténtica patochada.

    Así que cuando hablamos de Navarra, parece estar uno leyendo una novela de ciencia ficción, una ficción de 30 años de gobierno.

    Ver para creer.

    ResponderEliminar
  2. ¿Para qué sirven las asociaciones profesionales de orientadores aquí en Andalucía? ¿A cambio de qué firman un convenio con la Consejería? ¿Dónde están cuando se las necesita para velar por lo que están haciendo con la orientación en los centros? ¿A cambio de qué favores personales se callan sus juntas directivas? ¿En manos de quién están? Para lo que hacen, mejor es pagar para irse al cine, por lo menos, eso sí sirve de algo.

    ResponderEliminar