jueves, 29 de septiembre de 2011

Una memoria para olvidar.

INCOMPETENCIA DE COMUNICACIÓN LINGÜÍSTICA

Por lo visto, la Consejería de Educación de Andalucía no considera aún bastante la cantidad de papeles inútiles que deben rellenarse en los centros educativos para mantener engrasada la máquina burocrática. La recién creada Memoria de Autoevaluación -otro brillante invento del nefasto Decreto 327/2010- que viene a sustituir a la anterior Memoria Final -que nunca era la última a pesar de su nombre-, solo sirve para olvidar, para olvidarla. Como el vino peleón, sólo se bebe para olviar. De este modo, deja de ser memoria y se convierte en olvido, y como por sus hechuras nunca fue de autoevaluación se convierte en formulario burocrático que hay que rellenar, rellenando así de camino horas y espacios muertos de los que deben de sobrar tanto en los centros educativos que la Consejería se preocupa por que se ocupen. 

La burocrática AGAEVE -que otras veces hemos traído a este blog- (Agencia Andaluza de Evaluación Educativa), ha diseñado para cumplimentar en ese programa informático tan maravilloso llamado Séneca, un cuestionario kilométrico y absurdo mal llamado Memoria de Autoevaluación, lleno de indicadores meramente cuantitativos, cuando no es más que un inútil engendro más propio del desvarío de una aburrida investigación universitaria. Y se han quedado tan tranquilos creyendo que los centros educativos se lo van a tomar en serio, ¡dios mío! Cuando leímos por primera vez lo de Memoria de Autoevaluación -lo que en cierto modo es redundante porque la memoria es siempre valorativa por su propia naturaleza- pensamos que serían los centros los que, en virtud de su autonomía pedagógica -bla, bla, blá-, podrían configurarla según sus necesidades o a su antojo, pero NO, algo tiene que hacer la AGAEVE para justificar su presupuesto y evitar que los centros valoren lo que no deben y se entretengan, a modo de sudoku, buscando centenares de datos insulsos. Y así, de este modo, deja de ser autoevaluación para convertirse en evaluación oficinesca -inútil- a mayor honra de la Historia Universal de la Memez Burocrática en la que nos han instalado hace años a los docentes.

Lo mejor que nos puede pasar con esta Memoria de Autoevaluación es lo que pasó al protagonista del chiste de Josele...


Realmente, esta Memoria sólo persigue el objetivo de que olvidemos lo importante, esto es, que no recordemos los problemas que sufrimos en los centros, los recursos que no llegan, los recortes salariales, los errores de la administración, el desvarío normativo, el despilfarro que se ha hecho con el dinero público o la desvergüenza política. Así que, PARA QUE NO OLVIDEMOS todas esas cosas, ahí les dejamos con Rubén Blades y su "Prohibido Olvidar". ¡Pa bailaaaaaaaaaaar y gosaaaaaarrr!, si no fuera tan dura y tan real la letra de esta salsa en estos tiempos tan tristes.




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