martes, 25 de octubre de 2022

¡Tenemos la solución para la deficiente formación del profesorado!

 

              INCOMPETENCIA DE APRENDER A APRENDER             

Es una evidencia -que se suele ocultar- que carecemos de un profesorado bien formado y bien seleccionado. Y sin un buen profesorado poco se puede hacer para mejorar el sistema educativo por muchas leyes que se promulguen y mucho dinero que se invierta -que no es nuestro caso-. Ninguna de esas leyes -y ya van ocho- ha acometido una profunda reforma de la formación inicial de los docentes españoles desde 1975. Todas han sorteado esa patata caliente, tanto las de izquierda como las de derecha. Lo que nos hace suponer que a nuestros políticos educativos no les interesa el tema. Se conforman con lo que hay, cuanto menos prestigio tengan los docentes menos se les pagará y más se les podrá manipular o engañar. Así se duro.

Eso sí, quien pierde es la calidad de la educación que se desarrolla con el alumnado y, por extensión, el país entero y su futuro. Pero eso les da igual, desgraciadamente no disponemos de políticos serios que miren más allá de cuatro años, o más allá de sus propios ombligos. Así que, para solucionar este grave problema ya tenemos la solución adecuada. La teníamos delante y no queríamos verla. Pero es muy simple. Se trata simplemente de RENUNCIAR A TENER UN PROFESORADO BIEN FORMADO. Hay que reconocerlo de una vez por todas. Porque, si no, ¿para qué los mantenemos tantos años formándose inútilmente, gastando un dinero público que se tira por la alcantarilla? ¿No podríamos ahorrárnoslo?

Cuatro años para superar un grado, más uno para hacer un máster, más otros dos o tres para superar unas oposiciones, y 500 horas de cursillos varios. ¡Y ni aún así están bien formados! La prueba es que los CEP´s andaluces siguen ofertando al profesorado cursos de 25 horas ¡para diseñar situaciones de aprendizaje! Si después de casi diez años de formación aún son necesarios este tipo de cursos que abordan lo más básico que debe conocer un profesional docente, ¡apaga y vámonos! ¿Se imaginan si eso ocurriera con los médicos? ¿Si después de diez años de formación tuvieran que hacer un curso de 25 horas a distancia para saber "cómo curar un resfriado"? Sería un desastre sanitario global. La pregunta que hemos de hacernos entonces es ¿de verdad son necesarios ocho, nueve o diez años para (mal)formar un docente en España? Pues claro que no. Proponemos cambiar de perspectiva. Para adquirir lo poco que saben de didáctica y de práctica docente a nuestros futuros profes les bastaría con superar una FP de grado medio diseñada al efecto. ¡En dos cursos los tendríamos igual de mal formados que ahora! ¿Han pensado el ahorro de tiempo, energías y dinero que eso supondría, tanto para el Estado como para los usuarios? Incluso podríamos suprimir de un plumazo los CEP´s. ¿Para que invertir en algo tan inútil que se limita a enseñar el "Catón" a los docentes? Otro ahorro económico.

Miren Vds.: los políticos no quieren, la ciudadanía no lo demanda, los docentes no se enteran y los alumnos cuanto más torpe sea el profe y más mediocre sea su enseñanza más posibilidades de aprobar tienen. ¿Por qué no lo decimos ya alto y claro? ¿Que otros países gastan una fortuna en formar buenos docentes, para que sean prestigiados social y económicamente y gocen de autonomía profesional para ejercer su labor?, ¡Eso es cosa de locos! ¡Eso es tirar el dinero! Que miren cómo nos va en España, somos la envidia de occidente. 

Algunos dirán que somos los últimos en los ranking de calidad educativa, de inversión y de resultados académicos, que no tenemos un premio Nobel científico desde Severo Ochoa en 1959, que los pocos mejores huyen de España a otros países..., pero, por dios, eso son opiniones de los resentidos de siempre. ¿No hemos ganado un mundial de fútbol y dos Eurocopas? ¿No tenemos a Rafa Nadal y Carlos Alcaraz? Pues, entonces. ¡Que piensen y aprendan los demás, nosotros a jugar y a divertirnos! ¡Somos el país de vacaciones de Europa! Con camareros, conserjes, monitores, limpiadores y masajistas ya nos sobra para ser una potencia de primer orden. Sí, turística, ¿y qué? ¿Lo demás para qué nos sirve?

Y esto son algunas cosas de lo que pasa con los malos profesores. Ríanse un rato con "el profe me tiene manía" de José Mota.

 

 

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