INCOMPETENCIA DE CONOCIMIENTO DE LA REALIDAD
Entre Rubalcaba -Gran Visir y presidente del sultanato en la sombra- y el desconcertado Gabilondo -el hermano, ministro de Educación que le sigue el juego por ver si se entera-, han lanzado la enésima ocurrencia educativa: una especie de MIR para el profesorado, pero que no se le parece ni por asomo. Es una forma de "venderlo". Es como llamar... "yate" a un hidropedal playero, o... "televisor" a un teatrito de marionetas. Pero eso es lo que les gusta, seguir la consigna de "si no puedes convencerlos, confúndelos", así el personal se entretiene durante unos días en comentar la ocurrencia y se olvidan de lo esencial: la penosa formación inicial del profesorado español, y no sólo del de Secundaria, sino también del de Infantil y Primaria por más que exista un Grado universitario pensado para los maestros y maestras.
De este modo, y siguiendo la otra consigna más querida del político educativo, esto es, "suelta un conejo y verás como siempre habrá algún tonto que vaya detrás", lanzan esta nueva ocurrencia, medio copiada de una anterior del PP más ambiciosa, como un reconocimiento descarado del timo que ha supuesto otra de sus caras ocurrencias: el Máster de Educación Secundaria, impartido -perpetrado más bien- por las universidades desde el curso pasado. Ocurrencias para tapar la ineficacia de ocurrencias anteriores -nos ha salido casi una definición de política educativa-.
Y es que el problema de la mala formación del docente no es MIR o no MIR, si más largo o más corto, si torturamos más o menos a los futuros profesores con periodos de prácticas ficticias. El problema es la nefasta formación universitaria. Es la UNIVERSIDAD la que es incapaz de formar adecuadamente al profesorado español por varios motivos. Pongamos los dos más evidentes desde hace décadas:
1º La inexistencia de un Grado universitario -como existe en otros países- para el ejercicio de la profesión docente, sea cual sea el nivel donde se desee impartirla: infantil, primaria o secundaria.
2º La mediocridad, cuando no incompetencia manifiesta, de la mayor parte del profesorado universitario de las facultades pedagógicas para formar siquiera a futuros maestros, -no digamos a profesores de instituto- cuando este profesorado universitario no sabe lo que es una clase desde que abandonó el colegio o el instituto cuando era alumno/a y, por ende, no sabe una palabra de didáctica específica de la materia en cuestión, ni de la problemática de la profesionalidad docente en los niveles no universitarios.
La existencia del primero evitaría las "vocaciones tardías" de los matemáticos, biólogos, arquitectos... que al no encontrar trabajo optan por ejercer la docencia, dando razones a la maldita frase de Oscar Wilde: "La gente enseña para disimular su ignorancia". Por otra parte, la existencia de una formación universitaria de calidad y prestigiada para los futuros docentes, contemplando incluso periodos de prácticas en la propia formación inicial, evitaría tener que pensar después ni en MIR ni en Másters que sólo sirven para tapar los parches de una rueda que se desinfla por miles de agujeros. Lo más triste es que esto ya lo sabe el propio Gran Visir Rubalcaba, porque él mismo asistió al alumbramiento del engendro LOGSE (1988-1992) cuando era Secretario de Estado de Educación para posteriormente ser Ministro de Educación (1992-1993) y la asignatura pendiente que dejó en aquellos años: la reforma de la formación inicial del profesorado en España. Aquellas renuncias, estos lodos.
Como sigamos así nos va a pasar como a este profesor, si no, al tiempo...
Hola. Me hace mucho bien encontrar blogs como este donde se dicen cosas con sentido respecto de la educación. Porque hay que ver dónde nos están metiendo. Leí la entrada referente al Máster de Secundaria. Es inconcebible que un estudiante pueda ser tutorizado por un profesor universitario que no sea de la especialidad. Quien paga una matrícula semejante tiene derechos. Y lo de este MIR.., enfin. Mientras los profesores estamos sometidos a una carga creciente de burocracia improductiva, se desarrollan las "agencias" en Andalucía, y las "ocurrencias" a los políticos.
ResponderEliminarEste es el blog de mi departamento:
http://plasticaenelchaparil.blogspot.com
Hola, lo primero, me parece una falta de respeto a los maestros hacer distinción en cuanto a su formación con respecto a los de secundaria. La formación de los maestros no es - o al menos no debe ser- inferior o peor que la de los profesores de secundaria, tan sólo diferente.
ResponderEliminarLo segundo, no es momento de echar por tierra algo que aún se está gestando, sino más bien de construirlo entre todos, de tejerlo con cuidado y a ser posible con consenso para que no se quede en un cambio superficial.
Lo importante son los alumnos, que no se tienen muy en cuenta en el texto ya que ni se nombran, y si por el bien de la educación de éstos, los futuros maestros y profesores vamos a tener mayor dificultad o "mareo", no debe importarnos, pues no debe ser la docencia una opción egoísta, sino vocacional y de entrega al alumno. De eso se trata.
Además, que el artículo sea tan tendencioso y partidista- por como se refiere a Rubalcaba (gran visir)y Gabilondo, y por como ensalza una medida parecida que partió del PP,- resta profesionalidad a su opinión.
No he visto que la entrada ensalce la medida del PP, sino que la ocurrencia además está copiada del PP, como si no hubiera otras alternativas posibles más interesantes. Tampoco hace distinción alguna entre la formación de maestros y profesores de secundaria, es más, parece meter a las dos en el mismo problema de incompetencia de la universidad para formar a unos y a otros. Realmente no se si el anterior anónimo se ha leído la entrada o escribe al dictado del Sr. Rubalcaba que aquí viene a cuento porque muchos recordamos el papel que jugó en aquellos años cuando fue Secretario de Estado y Ministro de Educación con competencias más que de sobra para haber hecho algo por la mejora de la formación del profesorado en España y ahora viene como si aquello no hubiera tenido nada que ver con él. Bendita amnesia del político ahora líder del PSOE.
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