domingo, 19 de junio de 2011

Premios fin de curso: los más incompetentes del año

Al igual que la Consejería de Educación, nosotros también hemos querido repartir nuestros Premios a las Actuaciones Políticas más Incompetentes del curso que termina. Ha sido difícil elegir porque el listado es numeroso, así que los hemos distribuido en las ocho categorías definidas para las dichosas Competencias Básicas:

PREMIO A LA INCOMPETENCIA EN COMUNICACIÓN LINGÜÍSTICA: sin lugar a dudas este premio se lo lleva el desequilibrado que ha diseñado el nuevo Proyecto Educativo de Centro y el nuevo Proyecto de Gestión -establecidos en los Reglamentos Orgánicos de los Centros-, erigiendo con ellos el monumento más excelso a la Memez Burocrática Educativa. Un Plan de Centro con más 26 documentos que suman más de 1.000 páginas es la garantía más segura de que nadie se lo va a leer pero, ¡y lo entretenido que va a ser su elaboración!

PREMIO A LA INCOMPETENCIA DE RAZONAMIENTO MATEMÁTICO: es difícil elegir aquí, porque dilapidar el dinero del contribuyente es ya casi sinónimo de político educativo. No sabemos si dárselo al gasto de 4 millones de € para buscar sobredotados andaluces, o a los que sigue gastándose la Agencia de Evaluación en la falsas pruebas de diagnóstico, o a los 83 millones de € para los libros de texto del curso que viene o a los incalculables millones que nos cuesta cada año "regalar" ordenadores portátiles a todo el alumnado de 5º de Ed. Primaria. No obstante, por pura maldad, nos quedamos con el timo de 1.700 € que tiene que pagar cada alumno de los nuevos Máster de Educación Secundaria -que organizan las universidades gracias al Plan Bolonia- para poder presentarse a las oposiciones. Porque si fuera para aprender algo no se apuntaba ni dios.

PREMIO A LA INCOMPETENCIA DE CONOCIMIENTO DEL MEDIO FÍSICO Y NATURAL: el desconocimiento y el desprecio por la realidad educativa es también consustancial del político educativo, de ahí también la dificultad de elegir la mayor incompetencia en este terreno. De todas ellas, otorgamos el premio al que elaboró el modelo de "liderazgo pedagógico" de las direcciones de los Centros que subyace en los nuevos Reglamentos Orgánicos de los Centros. A este paso, los Centros irán pareciéndose cada vez más a la estructura jerárquica del ejército romano, donde el nuevo "cesar" -director- rodeado de su "guardia pretoriana" -ETCP- imperará sobre los mortales -profesorado y alumnado- a su cargo. Pero como todo tiende a degenerar en esta tierra, seguro que con el tiempo nos pareceremos más a los "armaos de la Macarena" que a las legiones romanas.

PREMIO A LA INCOMPETENCIA DIGITAL Y TRATAMIENTO DE LA INFORMACIÓN: este premio no ofrece duda ninguna. Va con todos los merecemientos al programa informático más malo de la Historia de la Informática, el SENECA de nuestras culpas, capaz de colgarse en el peor momento y en repetidas ocasiones. A la zaga le sigue desde luego su hijo mutante el PASEN, que de tan malo aún no podemos siquiera valorarlo. Ahora bien, maldito sea el malnacido al que se le ocurrió ponerle el nombre del filósofo hispano-romano al programa porque ahora será más conocido por sus errores que por sus obras. Hubiera sido más apropiado el nombre de CLAUDIO, emperador tirano y tarta cuya biografía hubiera sido difícil de dañar aún más.

PREMIO A LA INCOMPETENCIA SOCIAL Y CIUDADANA: este premio se lo lleva la inclusión de la materia Educación para la Ciudadanía en la educación obligatoria. Tanto jaleo, tantas negociaciones, tantas disputas, tantos juzgados, para acabar poniendo una hora semanal en 3º de ESO y otra hora en Primaria. La EpC resulta hoy peor que una "maría", resulta invisible. ¡Qué pena que unos contenidos tan importantes se hayan visto relegados a ser mera comparsa curricular gracias a una política educativa tan prepotente y miope!

PREMIO A LA INCOMPETENCIA CULTURAL Y ARTÍSTICA: este premio se lo lleva la nefasta política curricular llevada a cabo en nuestro país desde la LOGSE, pero especialmente con la nueva LOE (2006) y el actual e infame currículo andaluz, que se muestran ciegos a esta Competencia. La Cultura -con mayúscula- y las Artes -con mayúsculas-, dos de los mayores logros de la Humanidad, están ninguneadas en este currículo mediocre y folklórico que no hay por donde cogerlo. Así que nada, a seguir machacando con la Lengua y las Matemáticas al personal que se deje hasta matarlo de aburrrimiento, porque la forma de enseñarlas no hay manera de cambiarla. La creatividad, la sensibilidad, el cuerpo, el movimiento..., ¡para el tiempo libre!

PREMIO A LA INCOMPETENCIA DE APRENDER A APRENDER: el premio va directo a la Comisión Interuniversitaria del Distrito Único Andaluz -y a la Dirección General correspondiente- que diseña y elabora las pruebas de acceso a la Universidad -selectividad para entendernos- porque después del desastre impresentable del curso pasado de ir cambiando parámetros y reglas de la nueva prueba hasta un mes antes de la celebración de la misma, este curso se han descolgado de nuevo con un cambio de parámetros en más de veinte titulaciones, UNA SEMANA ANTES DE LA PRUEBA, a pesar de que el Defensor del Pueblo ya había resuelto, ante una queja del año pasado, instar a la administración educativa a que no volviera a actuar de este modo porque lesionaría derechos básicos del alumnado que se presenta a la misma ya que éste debe conocer con suficiente antelación las reglas a las que ha de someterse. Pues ni por esas, no aprenden ni queriendo.

PREMIO A LA INCOMPETENCIA DE AUTONOMÍA E INICIATIVA: el premio se lo lleva la política educativa en global, porque en Andalucía, resulta ser una política de "ocurrencias". No hay autonomía ni iniciativa porque estas son palabras demasiado serias para una política educativa que se define por su frivolidad y arbitrariedad. No hay ideología en su base que la distinga, sino un cúmulo de componendas que aparecen y desaparecen según el calendario electoral y el sistema de "fuerzas" del consejero/a de turno dentro de su propio partido, de ahí su perfil errático y su desatino. El que después de treinta años sigamos en los niveles más bajos de cualquier ranking en materia educativa, tanto de nuestro país, como de Europa, es la muestra más tangible de esta incompetencia, donde la autonomía de la que gozamos se ha malbaratado para convertirla en un mar de ocurrencias. Eso sí, siempre muy caras.

Enhorabuena a los premiados. También a los que ha premiado la Consejería de Educación, seguro que lo merecen. Pero deben tener cuidado, el prestigio -o desprestigio- de la institución que premia contamina al premiado tanto o más que éste a la institución que lo otorga. Si no, valoren el hecho de que el presidente Obama sea premio Nobel de la Paz en el siguiente video:


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