lunes, 5 de julio de 2021

Propaganda política: no hay manera de erradicarla


                        INCOMPETENCIA SOCIAL Y CIUDADANA                    

Ahora que se acerca el adelanto electoral en Andalucía (si lo niegan es que está cerca: la mentira como acción política) los servicios de propaganda de los políticos andaluces trabajan a revientacalderas. La propaganda política, como patraña organizada y pagada por el poder de turno, afecta también -y de qué manera- al actual gobierno andaluz. Si hace unos días una delegada provincial de fomento inauguraba la puesta en marcha DE UN SEMÁFORO, el Sr. Imbroda no iba a ser menos y se echa todas las flores de su discutible éxito: es evidente que no debe tener abuela. Él se lo guisa y él se lo come. Se da besitos todas las mañanas, incluso se da besitos en el Parlamento andaluz al calificar de "éxito rotundo" el -dramático- curso 2020-21. Vamos, en la misma línea de la Sra. Ministra de Sanidad, la Sra. Darias, hablando de la "sonrisa" de los 130.000 muertos -Dr. César Carballo, dixit- por conceder -otro acto de infame propaganda que vamos a pagar caro- que nos quitemos el "tapabocas". ¡Tapabocas se merecen estos impresentables hasta decir basta!

¿No tiene otra cosa que vender el consejero de educación? Pues debe ser que no. Los endémicos problemas educativos andaluces siguen ahí, como el Dinosaurio de Monterroso, y cuando el Sr. Imbroda se despierte -lo que cada vez es más improbable- seguirán estando ahí. Pero eso no parece ir con el Sr. Imbroda, vive en una realidad paralela al resto de los mortales. Menos humos Sr. Imbroda, "los cojones en Despeñaperros" como decía Rafael el Gallo. Saque Vd. pecho cuando acabe con las "aulas prefabricadas", cuando mejore las plantillas de los centros, cuando defienda a su profesorado de las agresiones, cuando aumente los recursos de que disponen los centros, cuando acometa una revisión profunda de las construcciones escolares y de sus condiciones de habilitabilidad -en invierno y en verano-, cuando apueste de verdad por la atención a la diversidad, cuando promueva un cambio curricular para el s. XXI, etc. etc.

¡Ay, la propaganda! ¡La maldición que no acaba! Verá, Sr. Imbroda, "su éxito rotundo" esconde la insalvable brecha digital de miles de estudiantes andaluces, la exposición arriesgada al virus que ha asumido el profesorado andaluz sin apenas medios de protección, las horas que ha echado en sus casas para atender al alumnado y a sus familias sin apoyo de su consejería, la estupidez de un currículo inflado imposible de impartir con honestidad, la deficiencia de los aprendizajes realizados durante estos dos últimos cursos, el coladero de una "evaluación" inexistente, la deficiente construcción y organización de muchos centros educativos... ¿De qué éxito habla Sr. Imbroda? Como mucho se han salvado los muebles, pero gracias, sobre todo, al voluntarismo del profesorado y al esfuerzo de muchas familias, no gracias a Vd. Y, además, olvida que la ruina es inmensa y sus secuelas -psicológicas, educativas, económicas, sociales- afectarán a docentes, estudiantes y familias durante muchos años. ¿De qué éxito habla Sr. Imbroda?

¿Quiere propaganda Sr. Imbroda? Pues nosotros estamos ya "jartos" de ella, de la de Vd. y de la de sus compañeros políticos, de sus antecesores cortijeros y de los "progres" venideros. ¿No venían ustedes a cambiar la política española? Sr. Imbroda, la ciudadanía andaluza se merece una información veraz y una acción política honesta. Sobran mentiras y propaganda, faltan ideas claras y coraje para llevarlas a cabo. ¿Se darán cuenta alguna vez? ¿Dignificarán algún día el ejercicio político? ¿Tratarán a las personas como si fueran adultas e informadas, para variar?

Vean este vídeo y lo aclararán rápidamente.


            

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