lunes, 11 de noviembre de 2013

La vergüenza de las reclamaciones en Sevilla.

INCOMPETENCIA DE CONOCIMIENTO DE LA REALIDAD

El pasado domingo 10 de noviembre, el periódico El Mundo ha publicado un informe demoledor sobre las reclamaciones que la Delegación Territorial de Educación de Sevilla falla en contra de los centros docentes y de sus equipos educativos, para que algunos alumnos y sus familias "aprueben en los despachos" lo que no han sabido lograr estudiando. El hecho es que en sólo diez años, las reclamaciones falladas en contra de los centros se han multiplicado por 11, la mayoría resueltas por supuestos "defectos de forma", que no de fondo. Esto es, se reconoce que los alumnos han sido suspendidos justamente, pero si en el endemoniado procedimiento burocrático que para dichas resoluciones ha impuesto la Consejería a los centros educativos, la Delegación de Sevilla, a través de su Jefatura de Inspección, observa, o se inventa, cualquier posible defecto de forma, resuelve siempre a favor del alumno a sabiendas de lo injusto de la decisión. A esto se le llama garantismo burocrático, porque pervierte -en vez de garantizar- las decisiones de los procesos evaluadores.

De esta forma, la Delegación de Educación de Sevilla, por ejemplo, ha aprobado a alumnos por no presentar los centros "registros sonoros" de las pruebas de expresión oral en Inglés, o por faltar una tutora -que ya no se encontraba formando parte de la plantilla del centro, porque era interina- en la reunión del equipo docente que revisaba la reclamación en primera instancia, o por considerar que suspender tres materias en 4º de ESO no ponía en cuestión que el alumno pudiera haber superado los objetivos de la etapa en contra de lo que pensaba el propio equipo docente que le daba clase a ese alumno. Tropelías y desafueros que, además, nunca se contrastan con los propios centros, sino que se les impone por la vía de la prepotencia y la imbecilidad del propio "razonamiento".

Recientemente, las Comisiones Técnicas Provinciales de Reclamación, han sido puestas en entredicho por los tribunales de justicia debido a su falta de transparencia y por los falsos o disparatados argumentos expuestos en muchos de los informes que emiten. Y esta opacidad ha encontrado en la Comisión Provincial de Sevilla el cénit del despropósito desde hace varios años. Hasta el punto de que dicho aumento exponencial en las reclamaciones falladas en contra de los centros, -como se observa en el artículo publicado por El Mundo- viene suponiendo un efecto "llamada" para aquellos alumnos o familias que quieren conseguir un aprobado injusto aunque sea en los despachos, además del proporcional y consecuente desprestigio y desánimo que supone para el profesorado y los equipos directivos de los centros sevillanos afectados. Intolerable.

Ahora bien, para informes mal hechos -pero con mucha más gracia y más inocuos- los de los Hermanos Marx en "Sopa de Ganso". Sin duda mejores que los que hace la Comisión Técnica Provincial de Reclamaciones de Sevilla.


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